Desnudos masculinos frontales sin tapujos, desnudos femeninos, monstruos devorando a jovencitas de rodilla para abajo, sacrificios humanos, sangre a cascoporro, dragones quemando al personal, puñaladas sangrientas en primer plano...en una película de la Walt Disney. A los más jóvenes quizá les resulte raro leer esto, pero lo cierto es que la megacorporación del entretenimiento pasó por momentos muy duros en cuanto a definición de qué tipo de producciones quería hacer allá por los 70-80. De hecho, tomó la arriesgada (y casi suicida) decisión de profundizar en aspectos y temáticas adultas, con productos en los que abundaban la fantasía más oscura junto con una indisimulada voluntad de liberarse de las formulas animadas que habían dado fama a la compañía.
“obra de culto a día de hoy que tiene en su haber el considerado acertadamente por muchos el mejor dragón que se ha visto jamás en pantalla”
“El Abismo Negro”, “Los Ojos del Bosque”, “Taron y el Caldero Mágico”, “El Carnaval de las Tinieblas”….son algunas de las películas donde la factoría del Ratón Mickey soltó su versión más oscura y desfasada. Por estos fotogramas pasaron imágenes tales como muertes por taladro, Ángeles Descarnados de la Noche sacados directamente de las páginas de Lovecraft, despellejamientos, violencia, la presencia de Lucifer liándola parda, y ambientes tenebrosos que harían las delicias de la Hammer. De hecho, el bueno de Christopher Lee y otros actores míticos del fantaterror británico estuvieron en muchas de estas películas, reforzando al espectador la idea de que lo que iban a ver en pantalla quizá no era para todos los públicos.
Y de esta época turbulenta brotó “El Dragón del Lago de Fuego” (Dragonslayer, 1981), obra de culto a día de hoy que tiene en su haber el considerado acertadamente por muchos el mejor dragón que se ha visto jamás en pantalla, obra de Industrial Light & Magic. Y es que Vermithrax Pejorative, épico nombre de la bestia, es un hito en si mismo, pero vayamos por partes.
“La majestuosidad decadente de Vermithrax Pejorative se come la pantalla incluso cuando el monstruo no está presente”
Nos hallamos ante una historia que parece seguir un esquema básico de la fantasía medieval: dragón aterroriza reino, exige doncellas como tributo, y héroe corre a desfacer el entuerto. Pero en este caso hay muchas más facetas que explorar.
El diseño de producción nos presenta una sociedad medieval realista con toda su mugre, oscuridad y superstición como pocas veces se ha visto reflejada en pantalla grande. Para la época fue una gran revolución, incluyendo absolutamente todo lo que tiene que ver con el dragón, y valores como la fotografía, la tétrica música y el vestuario cumple con creces.
Pero para mi, lo que más llama la atención son dos cosas: Guión y casting.
Sobre el guión, y sin caer en spoilers, “El Dragón del lago de fuego” nos ofrece a personajes muy humanos. Débiles en ocasiones, imperfectos siempre. Hijos de un mundo que agoniza, el de la magia y la fantasía, y que se enfrentan a otro tipo de oscurantismo creado por y para el hombre en el que los poderosos aplastan sin compasión a los débiles. Como en “El Último Unicornio” o en “El crepúsculo de la magia” , el fondo de la trama nos habla de la agónica muerte de un mundo y el nacimiento de otro no necesariamente mejor, corrupto y falsario encarnado en la vil y cobarde figura del gobernante del reino atacado.
El mismo dragón se nos define como una bestia anciana, casi moribunda, una última chispa de un fuego que se apaga sin remisión pero que aún así posee el suficiente poder como para poner de rodillas al ser humano y todas sus hipocresías. La majestuosidad decadente de Vermithrax Pejorative se come la pantalla incluso cuando el monstruo no está presente, y el ingente trabajo de los marionetistas y animadores hace que, sin palabras, el monstruo transmita más con una sola mirada y un rugido que el mamotreto digital de Smaug en el Hobbit. Vermithrax es un titan, posiblemente el último de su especie, y el gran logro del departamento de efectos especiales en esta película es que se vea y se sepa soberbio en una labor única e irrepetible. Les invito a que vean los making off de la bestia, accesibles por internet, y obviamente el aún hoy magnífico resultado final.
“El Dragón del Lago de Fuego es pura fantaterror adulto-juvenil. Un clásico el cual, para mi, no le pasan los años”
En cuanto al casting es….¿improbable? Peter MacNicol en uno de sus primeros papeles en pantalla grande es el improbable héroe de la función, y aunque en su momento fue muy criticado, para mí consigue una composición más que correcta. El resto del casting cumple con holgura, destacando para mi el rey y la compañera de fatigas de MacNicol interpretado por Caitlin Clarke, que nos ofrece una mujer echada para adelante y que nació en una época equivocada. Ralph Richardson sobreactua que es un gusto, pero el papel lo requiere, y el resto del casting muy correcto.
Con todo, “El Dragón del Lago de Fuego” es pura fantaterror adulto-juvenil. Un clásico el cual, para mi, no le pasan los años y que es un referente en el género de espada y brujería. Vean sino el impacto que ha tenido a posteriori: El nombre de Vermithrax sale citado en “Juego de Tronos” en la lista de dragones de los Targaryen, en “Star Wars” sale por ahí una composición que hicieron los de efectos especiales del Rankor peleándose con él, y gente como Guillermo del Toro entre muchos otros grandes que se dedican a este medio que amamos reconocen a esta criatura como el dragón definitivo en la gran pantalla.
Lo mejor: Vermithrax Pejorative. El ambiente crepuscular de la historia y su trasfondo, y el sentido del ritmo y la aventura.
Lo peor: Que a día de hoy sea una obra semi olvidada, y que determinados efectos de pantalla chroma han envejecido mal.
10 comentarios:
Posiblemente el único "pero" que se le puede poner a la saga del anillo de Jackson, ese Smaug hecho por ordenador que se quedó algo por debajo de las expectativas, viendo la increíble forma en la que consiguió recrear todo el universo Tolkien. Entiendo que los "muñecos" salen más caros y resultan más laboriosos que las nuevas tecnologías, pero vamos, el resultado no tiene ni punto de comparación. Uno ve hoy cosas como "Cristal Oscuro", "Laberinto" o esta misma "El Dragón del Lago de Fuego", y sigue quedándose tan fascinado como aquella primera vez... lo otro, en los mejores casos, tan solo son grandes espectáculos visuales, pero carentes de lo más importante, alma.
Con la de cosas viejunas de la época que tiene Filmin, parece mentira que esta joya no se cuente entre ellas :(
Saludos.
Veía los making of de el Hobbit y todo el trabajo de captura de movimiento y después el trabajo informático y la verdad es que comparado con las 19 marionetas y el dragón a tamaño natural articulado (todo hecho a mano) de esta película el resultado no es ni comparable. Vivan las marionetas!
¿No tenéis películas más viejas de las que hablar?
Nosferatu de Murnau, el Gabinete del Doctor Cagliari....Haberlas haylas, señor Anónimo. No todo tienen que ser novedades de mercado, digo yo que también hay que dejar sitio a los clásicos que han definido el género tal y como es hoy. Creo que el Nido tiene suficiente periodicidad de críticas de obras recientes como para que esta no sea una página vintage precisamente. Por otra parte, el que definas una pelicula del 81 como "vieja" en el sentido peyorativo me da un poco de tristuron...Dele una oportunidad a los clásicos, seguramente te sorprendan!
Rector, me revisité de nuevo la batalla de los Cinco Ejercitos con mi hijo y, efectivamente, después de ver "El Dragón..." hace nada Smaug parece simplemente eso: un efecto de videojuego ingravido y sin alma. Y ojo que no critico el trabajo de Benedict como referente facial del bicho, es simplemente que uno tiene peso, consistencia...alma como tú dices, y el otro es eso, un dibujo animado de lujo.
Artorius, total. Eso sí, "La Batalla de los Cinco Ejércitos" es una puta pasada, con o sin alma. Tampoco el doblaje español que le pusieron a Smaug jugó excesivamente en su favor... y conste que me encanta ese doblador, pero no creo que fuera el tono adecuado para este personaje en cuestión.
Saludos.
P.D: Lo de tu anterior comentario son dos peticiones a reservar? :)
Lo del mejor dragón visto en una pantalla, creo que la estais confundiendo con Dragonheart. Aquí el dragón es regular, no le metieron mucho presupuesto porque solo sale al principio y el final.
La peli, una maravilla, eso sí.
Rector: No me tientes que caigo!
Yann: No fue problema de presupuesto. En palabras del director intentaron copiar la máxima de Tiburon, es decir, exponer al dragón en momentos muy concretos y basar más la história en los personajes y en la amenaza latente de la bestia para dar mayor intensidad dramática. A mi entender, lo consiguieron y como dices, resultó una maravilla. Draco por otra parte me resultó increible en su momento pero el CGI para mi ha envejecido muy mal. Eso sí, la película tiene varias escenas que me robaron el alma y que son pura fantasía: el momento en Avalon y ese final con mayusculas que aún me lo pongo en youtube y lloro como un mendrugo.
Hooolaaaa! No logro entender cómo puede ser que no recuerde nada de esta película si tiene todo lo que adoro del cine fantástico: marionetas, dragones, caballeros, sacrificios, fuego, sangre...¿En qué universo se me ha borrado esto de la mente? ¿He estado en Ganímedes y allí se han quedado con un pedazo de mi memoria? Estoy absolutamente convencida de que esta película no se me ha podido escapar y que la he visto pero soy incapaz de recordar.
Vermithrax, querido, tenemos una cita el próximo fin de semana :)
Volveré!!!
Quedamos a la espera de tu opinión, Missterror! Si tus gustos son los que mencionas, esta lo tiene todo.
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