Crítica: Logan

Hay días en los que la nostalgia recorre tu cuerpo de una manera gradual y progresiva, con una sensación suave que invade el cuerpo de los pies a la cabeza, haciendo especial sangre cuando llega al estómago, que es donde la nostalgia deja huevos para que hagamos de gallinas y los incubemos para que cuando eclosionen hagan daño de verdad. Es un daño suave, una punzada tras otra con un arma con el filo corto que no mata, pero que duele profundamente. La nostalgia es un poso amargo cuando hay distancia de por medio pero cuando realmente se me antoja demoledora es justo en el momento en que empiezas a sufrirla y sabes que te queda un largo camino por recorrer.

Ayer fue un día nostálgico para mi por diferentes razones. La primera es porque han cerrado el cine al que siempre iba en sesiones nocturnas y con el que disfrutaba horrores. Algo que creía de mi pertenencia ya no está y ya no me regalará más momentos mágicos. En su lugar tendré que ir a las impersonales multisalas de cine que odio profundamente, no sólo por la poca magia que desprenden, sino por la impresentable fauna que las habita, animales que interrumpen con graznidos y zumbidos todas las proyecciones, por muy raras horas a las que acudas. La segunda razón es que "Logan" sin duda marca un antes y un después en el universo X-Men y ya echo profundamente de menos todo lo vivido en la sala de cine. La tercera razón y la más personal para esta nostalgia, es que cada vez que aparecía un primera plano de la mirada de Logan, era como si mi padre me estuviera mirando fijamente, pues Old Logan y mi padre comparten exactamente los mismos ojos y la misma mirada.

Quiero que os quedéis con esta frase bien grabada en la cabeza: Logan supera el hype que se ha creado. Esta es vuestra verdad universal, el hype es totalmente justificado e incluso se queda corto para todo lo que la película ofrece. A partir de esta premisa, ya podemos hablar de la mejor película de los X- Men, sin lugar a ninguna duda y seguramente una de las cinco mejores películas de superhéroes que yo haya visto. Y no, no habla por mi esta invasión de nostalgia, sino el hecho de que estamos ante un peliculón que marca una nueva forma de entender este género.

Espero que a estas alturas ya se vaya comprendiendo que el cine de superhéroes dejó de ser para niños hace tiempo. La idea de las adaptaciones de los comics de superhéroes como algo infantil a día de hoy sólo se le puede pasar por la mente a dos tipos de personas: las personas a las que no les gusta el cine y las personas que no entienden absolutamente nada de cine, por mucho que crean lo contrario. Sensaciones como las que se viven en "Logan" se viven en pocas películas fuera del género, esas sensaciones distan tanto de la concepción del superhéroe naive con el que hemos crecido los que superamos la treintena hace ya mucho, que es de necios no ver el paso de gigante que se ha dado en un género que cada año gana en calidad (y cantidad, todo sea dicho de paso).

No cabe duda que la calificación R que se le ha dado a "Logan" ha sido un buen presagio y que seguirá abriendo un poco más la mente a las grandes productoras para que entiendan que cuando un superhéroe o un super villano es violento y brutal, en la pantalla se tiene que ver justamente el nivel de violencia o brutalidad que se le supone, ni más ni menos. Cualquier otra cosa es regresiva y hace un flaco favor a la adaptación. En este sentido, "Deadpool" afortunadamente inició un camino que ha seguido "Logan", y observando el éxito obtenido, sería una real estupidez no seguir esta senda y dignificar este tipo de subgénero como se merece, es decir, pensando en el tipo de público que realmente disfruta de estas películas y al que deben ir dirigidas.

"Logan" es la película de superhéroes más descarnada y pesimista que se haya visto nunca. Un clavo en el corazón que se golpea con el martillo de la tragedia. Soy consciente del drama interno que viven la mayoría de los superhéroes por su condición de seres diferentes o por el peso que sus habilidades o dones implican, pero nunca y repito, nunca, nadie ha tocado fondo como lo hace el viejo Logan. Nadie ha desprendido tanta verdad y tanto dolor como él. Un dolor convertido en apatía y rendición total, porque lo que vemos en "Logan" es a un superhéroe agotado y sin ilusiones y lo que es peor, sin ganas de tenerlas, una persona absolutamente envejecida no sólo por los años pasados, sino por las circunstancias, alguien que sólo sigue vivo para cuidar de otro viejo en una espiral de polvo, mugre y vejez que hace que el futuro sea peor que el más cruel de los pasados.

"Logan" es el equivalente al trallazo que supuso ver a Michael Myers humanizado en "H2" (Rob Zombie), porque esto va de humanos y sus miserias, amigos. Aquí, la lucha no es entre humanos y mutantes, la lucha es entre Lobezno y Logan y las ganas de este de dejar atrás para siempre su condición de superhéroe y todo lo que rodea ese mundo. "Logan" nos emplaza al futuro y no es un futuro apocalíptico, sino un futuro en que sólo vivimos el desolador presente, un presente en el que supuestamente sólo quedan tres mutantes, Lobezno, El Profesor Xavier y Caliban malviviendo como pueden y castrando sus poderes con el único objetivo de sobrevivir un día más para conseguir el dinero suficiente que les haga alejarse lo máximo posible del resto de los mortales.

En el desarrollo de la historia, tanto Logan como nosotros los espectadores, vamos conociendo a otros personajes, que serán definitivos para él y para nosotros, pues son las alas que harán que vuelen las siguientes secuelas de los X-Men. Pero en "Logan" realmente lo importante no son los personajes en sí, sino sus decisiones, las que vemos, las que intuimos y las que directamente no vemos, ya que como comentaba antes, en "Logan" sólo miramos al frente sin posibilidad de mirar a los lados o hacia atrás mediante flashbacks o exposiciones exactas de los hechos. En "Logan", el pasado pasado está y el guión te muestra lo que Logan y Xavier quieren recordar, no lo que quieren olvidar, que es justamente lo que el espectador está deseoso por conocer. En este aspecto esta maniobra del guión me parece totalmente acorde y precisa con el mensaje de "Logan" y lo que el director, James Mangold, ha querido ofrecer. Director, quien por cierto ha hecho gala de su inteligencia y ha entendido que en las piedras de un mismo camino se tropieza una sóla vez, pero no dos, y sí, me refiero al descalabro que supuso el espanto de " Lobezno inmortal", una película totalmente impersonal.

Si el guión es correcto y la historia engancha, sólo hace falta una visión clara de cómo quieres mostrar ese potencial, para que la película sea un éxito y esto pasa, aparte de por una buena dirección, por un cúmulo de secuencias efectivas. En "Logan" las hay a patadas y puñetazos y no solo me refiero a las escenas de acción, que son absolutamente impecables, brutales y definitivas, sino a escenas con más pausa, llenas de un simbolismo y fuerza. Escenas para el recuerdo, escenas que marcan el punto y aparte y que convierten a "Logan" en una de las películas con más contundencia y determinación del universo de los superhéroes y de los antihéroes.

Respecto al casting, poca duda con los dos pesos pesados Hugh Jackman y Patrick Stewart y sorpresas y dos grandes aciertos en las elecciones de Stephen Merchant para el papel de Caliban, quien ha sabido captar toda la esencia de "Logan" en sólo una mirada cansada y de Dafne Keen en el papel de Laura, quien junto a Millie Bobby Brown (Stranger Things), se postula como futura referencia del fantástico. El casting hace posible que todo sea más real, más creíble y que todo cobre mayor intensidad. En contrapartida, y esto ya no es un problema del casting, nos encontramos con unos villanos faltos de carisma y que están muy por debajo del nivel esperado y con el que se debería haber desarrollado la parte más cruel. Entiendo que en "Logan", nadie mejor que Logan para llevar todo el peso, pero teniendo en cuenta que los personajes de los X-Men que realmente dejaban huella eran los "malos", no se me ocurre mejor "malo" que un humano para demostrar que sin duda, somos aquello a lo que hay que temer, y en este aspecto, "Logan" flojea.

En la parte más técnica, como no, destacan los efectos especiales y el uso de los planos para construir las peleas. No se escatima en sangre, todo lo contrario y sin lugar a dudas, "Logan" es la película de super héroes más violenta que se haya hecho hasta la fecha. En este estrenado registro, sí se entiende a Lobezno en todo su esplendor, como un animal que ataca cuando hay peligro, como un superviviente y como lo que es, alguien letal. Aplaudo este grafismo y aplaudo que no se haya censurado esta intención. Cualquier otra cosa hubiera sido capar a unos personajes para hacer de ellos algo que realmente no son.

Si a todos estos logros, además le acompaña una banda sonora que pone el punto sobre la i en cada escena, pues el resultado como no podía ser de otra manera roza el sobresaliente. "Logan" demuestra que la confluencia de géneros de manera satisfactoria se puede dar también con subgéneros tan aparentemente alejados como son el de los superhéroes, las road movies y el western, bajo un manto de drama y acción. "Logan" es la evolución.

Nostalgia es salir del cine y no poder hablar en varios minutos y saber que ese hecho recientemente pasado ya ha entrado a formar parte de los recuerdos agradables que almacenas. La nostalgia me hace estar pensativa mientras escribo esto, pienso en lo maravilloso y poético que hubiera sido haberme podido despedir de mi cine con "Logan". Pienso también que no todas las situaciones dependen de elecciones personales y que a veces simplemente hay que asumir elecciones de otras personas y cargar con el peso de las consecuencias. En este aspecto, todos somos un poco Logan, y yo que nunca he sido fan de los X-Men, ahora tengo nostalgia y me gustaría volver al pasado para haber entendido este mundo un poco mejor y haber construido otro tipo de relación con ellos, un tipo de relación que hubiera dejado un hueco más grande en mi corazón para Logan, el gran sufridor.