No hay mucho que recomendar en “Las amantes del vampiro”; sobretodo para todos aquellos que no encuentren la figura del vampiro fascinante. (No es mi caso). Muchas películas de chupasangres son entretenidas mayormente porque sus responsables están deseosos de lanzar personajes que enganchan y un argumento intrigante. Desgraciadamente, “Las amantes del vampiro” se pasa esta premisa por el arco del triunfo, vamos que no tiene nada de eso.
La historia gira entorno de una vampira llamada Mircalla (Ingrid Pitt), que parece que se pasa todo el tiempo asumiendo la identidad de sus víctimas. Por lo que fuera, Mircalla no se siente cómoda solamente matando aleatoriamente a quien se le pasa por delante, no; también se toma su tiempo para hacerse amiga de algunas de sus futuras víctimas. Después de seleccionar a un joven mujer que le guste, que le apetezca a ella mantener una relación con esa persona; (qué tampoco sabemos muy bien cuál es el baremo para elegir a esas mujeres, porque no es que se parezcan mucho); Mircalla se esfuerza y bastante en ser imprescindible para esa persona, que confíen en ella, hasta el punto de ser prácticamente amantes. Una vez llegadas a este punto, pues mata a la muchacha, retoma su identidad y se va al pueblo de al lado. Así sin más, sin levantar sospechas ni nada.
Es posible que “Las amantes del vampiro” hubiera funcionado mejor como corto que como película, porque no hay claramente material suficiente para 90 minutos de cinta. Aún así, el director lo consigue, no te creas. Roy Ward Barker es el responsable de que la película no pase nunca de su premisa inicial, mostrando la existencia pasajera de Mircalla; convirtiéndola en una experiencia atroz. Demasiadas escenas acontecen donde sólo podemos ver a personajes vacíos hablando de cosas insustanciales, no hay storyline ahí que seguir, nada de trama argumental. ¿Para qué? Si hay tetas, no necesitamos argumento. Ni muchísimo menos un guión contundente. Líneas sin más.
Lo peor de todo es que el personaje principal, Mircalla; es aburrido a morir. El guión nunca le permite hacer nada que sea mínimamente intrigante o misterioso; es como si el director creyera que por el mero hecho de ser una vampira lesbiana ya va a tener al público ahí interesado a morir. Que quizá funciona para algunos, pero joder… a mi me gustan las vampiras lesbianas que hacen algo más, también.
La cosa es que esto, siendo una producción de la Hammer, parece que el aspecto visual de la película es lo único que vale la pena. Lo único que hace que sea interesante visionarla. Los escenarios, el montaje; se pierden en bosques imposibles de niebla y los interiores de los castillos son simplemente impresionantes. Aún así, es que es lo único que de verdad vale la pena de la película. Después de un rato, no puedes aguantar más tanta tontería. Por no hablar de las pésimas interpretaciones de las víctimas de turno, que sólo saben hacer ojitos y gritar o susurrar los diversos nombres que Mircalla haya decidido usar. Carmilla, Marmilla,.. mucha imaginación aquí, se puede ver.
Por favor, si sois fans del cine de terror de Hammer productions, usad vuestro tiempo en ver otros grandes clásicos porque “Las amantes del vampiro” es una auténtica engañifa. He dicho.
2 comentarios:
Gracias por el aviso Wrong Girl, aunque debo decir que nunca ha sido una cinta que me haya llamado demasiado la atención, y si encima poco o nada tiene que ver con la obra de Le Fanu pues...apaga y vámonos, creo que ni Peter Cushing salva esto. Con la de posibilidades que tenían con el personaje de Mircalla...
Muchas posibilidades. Y que la escenografía es total, pero vaya...
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