Crítica: Veneno Para las Hadas

Visionado atípico para una tarde de Domingo atípica. Y es que hoy, damas y caballeros, les voy a contar la historia de un pobre diablo que se dejó seducir por los cantos de sirena llegados desde una dimensión fantástica, donde alguien muy sabio que fumaba en pipa, le habló sobre un oscuro cuento de brujas perpetuado en tierras mexicanas allá por 1984 por un tal Carlos Enrique Taboada (en la que terminaría siendo su obra póstuma), director mexicano con una dilatada carrera a sus espaldas donde el horror, acabaría siendo el leit motiv de la misma. El título de la criatura, “Veneno Para las Hadas”, nuevo (y esto lo digo por que este pobre diablo del que os hablo, en su infinita ignorancia, no supo de la existencia del filme hasta hace cosa de un par de días) acercamiento al cine de terror protagonizado por esas pequeñas criaturas innombrables… sssshhhhh, vamos a decirlo bajito, muy bajito. Los niños. Y es que joder, ¿existe en el universo algo mas terrorífico que estas pequeñas y supuestamente inocentes alimañas? Yo creo que no, el cine y en especial el de terror, está plagado de buenos ejemplos, “Los Chicos del Maiz”, “El Pueblo de los Málditos”, “The Children”, “La Profecía”, “La Huérfana”… y así una infinidad de títulos que han dejado bien claro, que nunca y digo NUNCA, hay que fiarse de ellos… mi novia, esto lo tiene muy asumido y cuando le comenté que esta tarde teníamos una cita con una película mexicana de hace 26 años protagonizada por dos niñas, me dedicó tal mirada, que sentí como si alguien bailara sobre mi tumba… dicen que si vas a cenar con el diablo, lo mejor es llevarse una cuchara muy larga. Para desgracia mía, soy de los que comen con las manos.

“Veneno para las Hadas” cuenta la historia de Flavia, una niña de familia adinerada que se instala junto a su familia en una nueva ciudad y se incorpora al colegio con las clases ya comenzadas. Allí conoce a Verónica, una compañera de clase algo peculiar, quien le confiesa que en realidad no es una niña, sino una malvada bruja. Pese a esto, las dos niñas se hacen amigas inseparables. Una serie de extraños sucesos, irán dando a los ojos de Flavia, credibilidad a las palabras de Verónica, quien poco a poco, ira ejerciendo una nociva influencia en la personalidad de Flavia. La auténtica naturaleza de las niñas, saldrá a la luz, cuando estas viajen junto a los padres de Flavia a unos apartados terrenos propiedad de la familia. Allí, estas planean llevar a cabo un diabólico ritual de brujería, fabricar veneno para hadas, pequeños seres a los que siempre han detestado las brujas.

Dejando de lado miradas de odio y cualquier otra consideración a considerar, no cabe duda que “Veneno para las Hadas” es una película de lo más curiosa. Primero por que joder, estamos hablando de un filme de 1984 rodado en México y no con demasiados recursos que, para sorpresa de un servidor, no solo ha envejecido de puta madre, sino que además destaca por su excelente nivel técnico (atención a la gran calidad de sonido, algo que por desgracia no suele ser muy habitual en las cintas de género que nos llegan desde tierras latinoamericanas) y su “contemporáneo” desarrollo, con un tratamiento de la narrativa de lo mas actual pese a sus muchas, como decirlo… “peculiaridades”. La mayor y mas palpable, el enfoque totalmente infantil que se le da a la historia y con esto que nadie me mal interprete (algo que suele pasar bastante a menudo), no quiero decir que estemos ante una película infantil, sino que la historia, indudablemente de terror, está contada totalmente desde la perspectiva de las dos niñas protagonistas. Ellas, son las absolutas protagonistas de la función, cosa que quiso dejar muy claro el señor Taboada con su grandiosa dirección artística, en la cual reside uno de los mayores encantos de la cinta y donde los adultos, siempre aparecen en pantalla de espaldas al espectador, sin enseñar el rostro en ningún momento. Lo cual, nos da la sensación de estar viviendo la historia, a través de los ojos de las jóvenes protagonistas.

El otro punto fuerte de “Veneno para las Hadas”, es su ambigüedad. Lo que comienza como una historia de apariencia inocente, va desencadenando poco a poco, en algo de naturaleza muy distinta, pero sin enseñar jamás sus cartas, sin cavar demasiado profundo, solo lo justo para que el espectador no sepa muy bien si lo que tiene entre manos es una cosa u otra, cosa que a diferencia de lo que suele pasar en la gran mayoría de filmes que intentan jugar con esto en la actualidad, y que acaban sucumbiendo a los fuegos de artificio y exigencias del mercado (véase como ejemplo nefasto “El Rito”), aquí funciona durante todo el metraje y no es hasta su macabro desenlace, que conseguimos hallar la verdad universal de la película.

¿Que más destacar? Pues me cago en la hostia, pero es que las dos jóvenes actrices protagonistas lo hacen de maravilla. Elsa María Gutiérrez (quien curiosamente, parece que no volvió a trabajar como actriz) como Flavia, encarna a la perfección el perfil de la niña inocente que se le supone a alguien de su edad, además, super expresiva. Su pareja de baile, una no menos sensacional Ana Patricia Rojo (y esta si que ha tenido una larga carrera) en el papel de Verónica, personaje que uno no tiene muy claro hasta los últimos instantes del filme, si desea abofetearla por niña repelente, o prenderle fuego por diabólica (yo personalmente y para curarme en salud, optaría por la segunda opción en cualquiera de los casos, pero ya digo, esta es una opinión muy mía).

Pese a todo esto, “Veneno para las Hadas” también tiene su reverso tenebroso, su lado oscuro. En mi opinión, la historia se podría haber potenciado mucho con algo más de grafismo, mas estando ante una historia de brujas como es esta. Creo que en este sentido se podría haber construido un producto mucho mas terrorífico tirando un poco mas ya no de efectos especiales, sino de situaciones mas “morbosas” que ayudasen a calentar al personal, pues es aquí donde mas peca la cinta de inocencia, en su escasa capacidad de generar terror. Tampoco la banda sonora me parece la mas acertada para un filme de terror, no por su falta de calidad, que la tiene, pero si por su inadecuadez (¿existe esta palabra?), mas propia de una producción de Disney de la época, amén de que se abusa tanto de ella, que en las postrerias del filme, podemos acabar sacando hasta la última papilla.

Conclusión, “Veneno para las Hadas” es una película de terror diferente. Quizá, demasiado diferente. Y esto es el mayor escollo que se me ocurre a la hora de recomendar o no su visionado, pues el público mas “convencional” puede considerarla una auténtica tortura si lo que espera encontrar es la clásica película a la que nos tiene acostumbrados una temática tan amasada en el género como es la de la brujería. Con una puesta en escena que se aleja de los cánones del cine de terror, algo falta de pegada (mas allá de su “giallero” prólogo) y con algunos pasajes, extremadamente divagantes que pueden desesperar a mas de uno.

Por el contrario, la lograda ambigüedad de la historia, la cual se mantiene inmaculada hasta las últimas consecuencias, el descomunal trabajo de las dos protagonistas, la gran personalidad que destila su dirección artística y el final que se gasta, tan macabro como poético, creo que pueden y deben ser, motivos suficientes, para en una tarde de Domingo atípica, sacar un ratito para un visionado tan atípico como este.

Y por supuesto, un agradecimiento muy especial para nuestro buen amigo James de Dimensión Fantástica , por darnos a conocer este curioso título.