Crítica: Adam Chaplin

Las musas de la inspiración no siempre son fáciles de encontrar, no siempre están ahí para nosotros, dispuestas a abandonar sus labores allá de donde quiera que vengan tan maravillosas criaturas, para acercarse hasta los confines del reino de los hombres, susurrarnos al oído y guiarnos cual perro (perra en este caso) lazarillo a través de los a veces, prosaicos dominios de nuestra mente. Es cuando estas caprichosas zorrillas se niegan a bendecirnos (o maldecirnos, según se mire) con su beneplácito e incandescente presencia, cuando uno, como vulgarmente suele decirse, debe buscarse la vida por otro lado y explorar vías alternativas, digamos, algo más mundanas. Un caso parecido a este es el que debió experimentar el italiano Emanuele de Santi a la hora de dar forma en sus adentros para posterior gestación y parto, a su ópera prima y película que nos ocupa, "Adam Chaplin".

A falta de musas, bueno es papel e ingenio ajeno. Así que para entender el bing bang de la cinta, tan solo es necesario referenciar dos obras, abrirles el estómago en canal con un cuchillo afilado y escarbar un poco entre sus entrañas. La primera de ellas: "The darkness", serie de cómics creada por Marc Silvestri, Garth Ennis y David Wohl en el cual, se narraba la historia de Jackie Estacado, un delincuente de poca monta que tras su muerte, hace un pacto con un demonio para que este le ayude a vengar la muerte de su amada, también asesinada, a manos de su ex jefe, un importante capo de la mafia. La segunda: "El Puño de la Estrella del Norte", popular manga creado en 1983 por Buronson y Tetsuo Hara, apocalíptico relato sobre un futuro azotado por la tercera guerra mundial, donde la tierra se ha convertido en un campo de batalla por la supervivencia y donde impera la ley del más fuerte.

En una desafortunada metáfora bíblica y otorgándole a "Adam Chaplin" el papel del no menos desafortunado Cristo, "The Darkness" sería su cuerpo (o pan) y "El Puño de la Estrella del Norte", su sangre (o vino). Quiero decir que de la primera, de Santi coge prestada la forma y de la segunda, las maneras. Y es que la premisa de la que parte la historia, es prácticamente un calco del cómic del trío calavera. Una historia de venganza donde un enamorado, atormentado por la cruel muerte de su amada, decide abrazar la oscuridad y pactar con fuerzas del más allá para poder llevar a cabo su venganza. Esto era "The Darkness" y esto es "Adam Chaplin", no hay más, no lo busquéis. Conocido el itinerario, solo queda saber como vamos a recorrerlo, ahí entra en escena el mítico manga del destroza cuerpos, pues el personaje de Adam, está construido a imagen y semejanza de Kenshiro, protagonista principal de aquel cómic, tanto en apariencia (dejando de lado, su horrible cabello largo moldeado en plan años 80), como en "modus operandi", y es que la violencia contenida en la película es un sentido homenaje a la obra de Buronson y Hara.

Conocidos los papás de la criatura (los tres), lo que hay que tener claro antes de encarar el visionado de la película, es lo que vamos a ver y esto, no es otra cosa que hora y media de gore bruto y sobretodo, extremadamente gratuito, porque todo, absolutamente todo lo que acontece a lo largo del metraje, es un mero pretexto para que Adam (interpretado por el propio de Santi), descuartice a hostias a todo aquel que se encuentra a su paso. Cualquier espectador potencial que busque algo más que esto, por poquito que sea, no solo no lo va a encontrar, sino que va a terminar hundiéndose y ahogándose entre los omnipresentes pantanos de sangre y spaguetti caspa que definen a la obra. Ahora, sabido esto y con el correspondiente babero correctamente colocado, al amante del cine gore sin aditivos, tan solo le queda sentarse delante del televisor, apretar el culete (abrir la boca y sacar la lengua los más cochinos) y dejarse cubrir por las cientos de eyaculaciones hemoglobinicas que apuntan directas a nuestro rostro cuan onírico adolescente, soñando con su maestra de inglés en una calurosa noche de verano.

Bien, ahora que todos los que buscan visionar buen cine, han dejado sus pupitres vacíos y se han marchado de la clase, a los degenerados que se han quedado aquí conmigo y que, agarran sus pollas con fuerza (ellos), se humedecen los chochitos con su propia saliva (ellas) mientras los primeros cráneos son reventados sin compasión alguna,y el hedor de cientos de extremidades mutiladas, resulta enfermizamente excitante, incluso antes de que aparezcan los propios títulos de crédito, decirles, que el educativo prólogo habla por si solo y se convierte en toda una revelación de lo que vamos a ver a lo largo de la película, desnudando para nosotros, en pocos segundos, tanto sus virtudes, como sus miserias. Códice escrito a sangre en el cual, se nos muestra la fórmula básica del filme (tranquilos, no lo pienso ilustrar con ningún dibujo), esta es: "bla, bla, bla"+orgía de sangre+"bla, bla, bla"+otra orgía de sangre. Así, sucesivamente. Con el "bla, bla, bla", denominamos al cúmulo de intrascendentes frases excretadas por los diversos personajes de la historia (si es que se puede hablar de tal cosa), en este caso por la boca, si bien podría haber sido por cualquier otro orificio del cuerpo (pues aparte de su exasperante y cutre doblaje italiano nativo, el nivel interpretativo de los culos... quiero decir, de los actores, deja bastante que desear), como desagradable juego sexual preliminar al acto propiamente dicho, es decir, a la secuencia de gore correspondiente.

Con esta premisa al volante, "Adam Chaplin" conduce en círculos rellenando metraje pues ni ella misma conoce el camino de su propia historia, consiguiendo marear incluso, por momentos, a los enfermos que seguimos sorbiendo sangre con pajita mientras contemplamos el paisaje por la ventanilla sin importarnos una mierda hacia donde vamos. Y es que hay que reconocer que la película, puede resultar un auténtico coñazo cuando no se revienta nada ante la pantalla. Los actores son muy malos, si, pero eso no es lo peor, lo más trágico es lo penoso de la narración, su particular sentido del ritmo (esto es una puta montaña rusa) y lo lamentable de todas sus localizaciones, las cuales desprenden un aroma "amateur" que se adhiere a nuestra piel y que no sale luego ni con lejía, por mucho que maese director intente taparse las vergüenzas tirando de planos cerrados... pero bueno, detalles mundanos que uno está obligado a pasar por alto cuando es violado (eso si, de forma consensuada) con tanto cariño por el descomunal falo "goreniano" que se calza el filme (aunque recordad, chicas: el tamaño no importa).

Que nadie dude, "Adam Chaplin" es un espectáculo visual de órdago, alucinante, de verdad. En contraste con el cutrísimo entorno, asistimos a un glorioso show de sangre, mezcla de efectos tradicionales y digitales, que le dejan a uno pegado al asiento mientras se pregunta si la estampa del señor de Santi, es auténtica u obra del photoshop de turno. Un coloso musculado que dejaría a los Manowar al nivel de quinceañeras góticas y que por momentos, parece sacado directamente de un anime japonés, al igual que algunas de sus técnicas de combate. Tremendo. Aunque lo mejor está por venir, lo más grande de todo a nivel visual, es el diseño del pequeño cabroncete de los infiernos que acompaña al bueno de Adam, una especie de Ghoulie que le sale de la espalda a modo de apéndice y guia a nuestro héroe en todo momento con sus sabios consejos. No solo resulta monísimo, sino que de su adorable boquita, salen los poquitos momentos de lucidez del guión.

Endemoniadamente mala y endemoniadamente recomendable.

¿Donde demonios consigo a un pequeñajo de esos y comienzo a reventar cabezas?: Sus obscenos niveles de violencia extrema, el diseño de la criatura y la frescura de algunos detalles visuales a nivel de FX.

Creo que con una réplica de peluche me voy a dar por poseido: Su nula originalidad, su falta de ritmo, su cutrísima escenografía y su falta de humor, lo cual conlleva un añadido negativo extra, el hecho de que al tomarse el filme, demasiado en serio a si mismo, lo que por definición debería resultar cómico, termina resultando ridículo.