Crítica: Night of the Living Dead 3D: Reanimation

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Si eso es verdad soy un superhombre. Dejemos para otro día las teorías de Nietzsche ya que me refiero más a un superhombre idiota. Me refiero a mi mismo de esta manera porque no solo he caído dos veces en la misma trampa, sino que ya van unas doscientas. Hablo de ilusionarte con una película por diferentes razones y luego resulta que es un truño insoportable que lo único bueno que ofrece es poder darte de cabezazos contra la pared creando así el agujero que conecta la cocina del comedor (en tiempos de crisis cualquier medida es buena, oiga usted).

Por el título ya daba un poco de mala espina: Night of the Living Dead: 3D Reanimation. Dos iconos del cine de terror más la jodida manía de hacerlo todo en 3D. Pero luego había dos cosas que me llamaron la atención: Andrew Divoff (el Djinn de Wishmaster) y el gran Jeffrey Combs (a estas alturas no hace falta nombrar ninguna peli suya ¿no?). Así que dejando el título a parte, cogiendo que salen dos actores que me gustan, que la peli es de zombies y que podría parecer divertida en sus primeros 3 minutos me dispuse a pasar un buen rato.

No solo no he pasado un buen rato, sino que ha sido peor que ver cualquier programa de salsa rosa de la tele (y eso que no tengo ni tele!!!) He terminado con una mala leche por haber perdido tanto tiempo y con un dolor de cabeza que ni dos aspirinas pudieron con él. Con tanto tiempo, no me refiero a su extensa hora y media, sino a la semana que he tardado en verla. Diez minutos hoy, cinco el siguiente… y es que no sabía ya como tomarme la dichosa película.

Para empezar, y para los degustadores de zombies, ni os acerquéis. Salen cinco minutos escasos y parecen sacados del último día de una rave de dos semanas, y si queréis sangre-gore os recomendaría que os pasaseis por mi casa cuando mato a un pato para comérmelo.

Los diálogos son paupérrimos, con escenas de, realmente, vergüenza ajena. La fumata que se pegan contando que una es una necro y su consiguiente secuencia es…¡¡¡¡Dios mio!!!! ¡¡¡Qué alguien me meta sus dedos en mis ojos por favor!!!

Claro, pero como yo, todavía os preguntaréis si tiene algo que ver el título con sus… digamos películas de títulos originales. Pues no. Sino mirad la sinopsis.

Un director de funeraria tiene encerrados en la sala de crematorio a un montón de cadáveres que se transforman en zombies por la razón de que su padre antes de morir hacía tratos con el ejército y… aquí me perdí y no sé si es porque el crematorio no funciona o simplemente porque el guionista no tenía la mínima puta idea de contar que hacían tantos cadáveres sin quemar.

El director, Divoff, recibe la visita de su hermano, Combs, que le pide una gran cantidad de dinero. Mientras, en la funeraria es contratada una nueva ayudante que se verá envuelta en un tinglado de gente rara y zombies de por medio.

Como veis no tiene absolutamente nada que ver con las películas originales. Pero nada, de nada. Tan solo un reclamo para tontunos como yo. Los actores son malísimos, solo hay que verlos cuando se transforman en zombies. Si doy más pego yo al despertarme por favor. Un poco de clases delante del espejo seguro que no les hubiera costado tanto. Divoff y Combs se salvan. Son de esos actores que por muy mala que sea la película y por muy malo que sea su personaje saben sacar lo mejor de estos. Aunque me juego toda mi fortuna a que los dos no se han atrevido a ver la película terminada. Ya que estoy con esto, es gracioso que a veces ves comentarios de gente que dice ¿Por qué fulano de tal acepto tal película? ¡Ya le vale al muy tonto! Mi respuesta sería la siguiente: ¿Por qué nosotros a veces aceptamos trabajos de mierda? Porque de algo hay que vivir. Y supongo que cuando ya no eres un superstar en el mundo del cine cualquier cosa es buena para aferrarte a él.

 

Mi recomendación: Si la tenéis en el disco duro, borradla. Si la habéis comprado, pues llorad para que os devuelvan el dinero.

Lo más gracioso de la peli: El papa de los dos hermanos, convertido en zombi desde hace años, lo tienen atado a una silla con esos colgantes en forma de pino para que no haga olor. ¿Os ha hecho gracia? A mi tampoco, pero por lo menos es un detalle friki.

Bien, podría haber sido una de esas pelis en que uno se siente bien haciendo su crítica para desahogarse. Pero es que no me ha servido ni para esto. Puaj!