La 20ª entrega coincidió con el 40º aniversario de Bond en el cine y el 50º de la publicación de la primera novela de Ian Fleming. La cinta está llena de homenajes como el bañador a lo Honey Rider (interpretada por Ursula Andress en “Agente 007 contra el Dr. No”) que luce Halle Berry, quien además es torturada con un rayo láser como lo era Bond en “James Bond contra Goldfinger”, la vuelta al Aston Martin (el superpotente V12 Vanquish, que en el film se puede volver invisible) o el catálogo de gadgets digno de los mejores días de la serie: la Walther P99 (presentada por primera vez en “El mañana nunca muere”); el satélite Icarus; el traje acorazado de Graves; la tabla de surf con un compartimento especial en el reverso con la P99, silenciador, cuchillo de combate, explosivo C4 y munición; el reloj Omega con rayo láser y un pequeño detonador que ya se vio en “Goldeneye”; el equipo de respiración submarina idéntico al utilizado en “Operación trueno”; o el anillo sónico cuya onda de frecuencia ultra-alta puede resquebrajar el cristal a prueba de balas.
Guiños al pasado a parte, “Muere otro día” (“Die another day”, 2002, Lee Tamahori) es una apuesta por presentar al Bond más humano. Un adelanto de lo que después sería el Bond de Daniel Craig. Pierce Brosnan nos ofrece un Bond vulnerable -capturado y demacrado con barba de varios días- sin mostrarlo como alguien débil. También se rebaja el humor fácil y las alusiones sexistas del Bond de Roger Moore. El tratamiento de la violencia resulta mucho más extrema, otro preludio de la etapa Craig. Y, por último, se lleva la serie a sus raíces de thriller de posguerra.
Desde Hong Kong a Cuba y a Londres, el agente 007 investiga los planes de Zao, el hijo del pacifista coronel Moon del ejército de Corea del Norte. El MI6 sospecha que los proyectos de Zao pueden poner en peligro la estabilidad mundial, y esas sospechas se confirman cuando 007 descubre que Zao planea, unificar los ejércitos de las dos Coreas, atacar Japón y, después, enfrentarse a los Estados Unidos. Pero Bond es apresado y torturado por Zao. Cuando Bond, apenas liberado, regresa a Londres se descubre que Gustav Graves, un misterioso millonario que tiene “negocios” con Zao, puede ser una gran amenaza para el mundo, pues ha fabricado un satélite que le permite dirigir la luz solar a su antojo.
LA ESCENA: El personaje de Halle Berry, la espia americana “Jinx” Johnson, emergiendo del agua en bikini en plena playa de Cuba. En la realidad, los productores rodaron en las costas españolas las secuencias ambientadas en Cuba. Cádiz hizo las veces de La Habana.
LAS SECUENCIAS: La persecución entre el Aston Martin de Bond y el Jaguar XKR de Zao.
El espectacular duelo de espadas entre Bond y Graves.
EL MEJOR GUIÑO AL PASADO: Lo encontramos en la secuencia del taller de Q donde vemos artilugios tecnológicos de otras películas desperdigados por la estancia.
CURIOSIDADES:
-”El caso Bourne” fue estrenado el 14 de junio de 2002, cuando “Muere otro día” ya estaba en fase de post-producción y montaje, por lo que no puede hablarse de inspiración de la primera hacia la segunda en la manera seca de mostrar las escenas de acción.
-El filme obtuvo dos nominaciones a los Premios Razzie en la categoría de peor actriz secundaria y peor canción original, “Can't you see my mind?”, cantada por Madonna y escrita por Michel Colombier. A su favor, los globos de oro la nominaron en la categoría de mejor canción original, pero su estilo tecno-pop no gustó a los más puristas.
-Se rumoreó que Sean Connery aparecería como el padre de Bond, lo que habría sido un grave error, puesto que el personaje es huérfano.
-Durante el rodaje de las escenas de acción, Brosnan se lesionó en el cuello lo que produjo un importante parón en el rodaje.
LO BUENO: Los homenajes, la acción y el cambio de rumbo en el personaje de Bond que llegará a buen puerto con la representación más física y humana de Daniel Craig.
LO MENOS BUENO: Se hace un excesivo uso de los efectos digitales para una película de 007. La caída de la agente espía Johnson al mar, con una lancha esperándola, es una de las escenas que desentonan.
Los créditos iniciales con canción de Madonna destrozan las escenas de tortura a Bond.
4 comentarios:
Pobre Madonna, está gafada en el cine. Todo lo que toca, lo jode. Pero vaya, que se dedique a cantar en sus giras y no moleste más! Que es bien famosa como singer alone in the dark
Se me olvidó ponerlo. Madonna hace un pequeño papel en la peli. tienes razón The wrong girl, lo que toca lo destroza.
esta entrega simplemente me pareció un horror!!!!
Es el Vanilla Ice del cine... sólo tiene una canción (papel).
Ais, ais, beibi... vanila, ais, ais, beibi!
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