Crítica: Cockneys vs Zombies

Antes de empezar centrémonos en el título. Zombies: todo el mundo sabe que son, sino es que acabas de despertar de un largo y profundo sueño antisocial. Ahora bien un cockney ya es más difícil saber su significado (bendita wikipedia). Haciendo un copy/paste de dicha página definiríamos a un cockney como: “en el sentido menos estricto de la palabra, es un habitante de los bajos fondos del East End londinense”. O sea, un barriobajero. 

Ahora que hemos aclarado el título (oigan ustedes, que estuve toda la jodida película preguntándome que coño era un cockney pensando que era el apellido de alguien de la peli, bueno bendita ignorancia) vamos a repasar, otra vez, las dos clases de zombies que nos podemos encontrar en un Apocalipsis: los rápidos y los lentos. Ya os digo que si tocan los rápidos tengo un 5% de posibilidad de supervivencia, ahora bien, los lentos, si eres un poco espabilado puede que la posibilidad aumente en un 90%... a no ser que seas un viejete y encima necesites un andador para caminar. 

Y es que en “Cockneys vs Zombies” veremos a base de humor inglés como un puñado de jovenzuelos se juntan con unos abuelotes para escaparse de una Londres infectada de zombies. Por lo menos a los protagonistas les queda claro en un principio a lo que se enfrentan y no hay el histerismo ese de “oh dios mio, ¿Que serán? Que serán?” como si en su puta vida nunca hubieran visto una peli de zombies. En fin. Un punto a favor y otro por hacer mofa de esta circunstancia de la boca de un viejo al decir que se enfrentaban a vampiros. 

De momento dos puntos a favor bien. Vamos a por el tercero: los actores. Muy buenos, tanto los jóvenes, uno de los protas es un clon de Jordi Vilches, y de los viejos, la presencia de Alan Ford, el hijoputa de “Snatch, cerdos y diamantes”. Aunque pobrecito siempre actúa igual, pero mola. Esa pinta de macarra cuando habla acojona a cualquiera. Incluso en la sosa “Airbone” el tipo da la talla. Lástima que es lo único bueno de la peli, de “Airbone” me refiero. 

Bueno, como siempre ya empiezo a desviarme del tema. ¿Mala señal eh? Pues sí, bastante mala. Nos encontramos ante otra zombedy. Eso quiere decir una comedia al uso. O sea, que no es una peli que pretenden que sea sería y se convierte en una parodia de sí misma sino que la intención ya es la de hacer reír. Y con lo poco que me gusta reírme en las pelis, o mejor dicho, con lo que me cuesta que me hagan reír en las pelis pues ya la tenemos armada. He de confesar que un par de muecas las he hecho pero ni carcajadas, ni tampoco decir “ahí la han clavado, que bueno”. 

Así que se queda tan solo en tres puntos positivos, más alguno por la dirección y ya. Es una película que cansa. Que sí, que empieza muy bien, tiene buenos momentos, como los miniflashbacks de cuando cuentan algo (Dios se nota tanto que es inglesa, estos tipos ruedan todos igual, que eso no es sinónimo a malo, al contrario me encanta como lo hacen). 

“Cockneys vs Zombies” me ha disgustado y hay una cosa que no lo quería hacer, no quería nombrarla, pero es inevitable. Nunca habrá una zombedy como “Shawn of the dead” por mucho que se empeñen. En esa no se me hizo nada aburrido. Nada. En cambio en ésta, una vez te explican de que va y te han presentado todos los personajes ya está, y eso es una media hora, luego cansa. Incluso hay algún chiste repetido. 

No tengo nada más que decir. Si te gustan las comedias puede que te distraiga algo, sino pasa totalmente de ella. Es que sabiendo lo que era, quien me mandaría a mí meterme en semejante empresa. Para los que os pique todavía la curiosidad ahí va la sinopsis: 

Un asilo está a punto de cerrar porque no hay pasta. Los nietos de un abuelete que está ahí deciden atracar un banco. Para ello contarán con la ayuda de su prima, un amigo y el loco del barrio. El atraco les sale de puta madre, pero al salir del banco se dan cuenta que todo Londres se ha convertido en un patio de zombies hambrientos. 

¿Esto es lo más gracioso que nos pueden ofrecer? Ver como un abuelo con andador es perseguido por una manada de zombies en una carrera tan absurda como bizarra ya que antes al tipo no le habían mordido por quedarse dormido en una tumbona. En fin, un humor chorra que no entenderé nunca. 

Eso sí, os lo dice uno que al ver “El club de la comedia” vomita de asco. Dicen que reír te alarga la vida… Pues mierda, voy a morir joven si no se esfuerzan un poco más y dejen de utilizar siempre los mismos chistes y los mismos gags.