Crítica: The Crone

The Crone es parte de un proyecto de terror japonés, que también incluye “La Charla de los Muertos”, de Norio Tsuruta y “Culto” de Koji Shiraishi en la línea del más clásico J-Horror en un intento de reivindicar la nueva ola del género que resurgió hace unas décadas en el país. 

En The Crone, tres chicas, Ayane, Nanami y Mayuko, miembros de uno de tantos grupos musicales femeninos que vuelven locos a los nipones cantando y bailando (fatal, por cierto), a lo Pop Idol, las "Jersey Girl", están invitadas por un programa de televisión sobre lo paranormal a lo Cuarto Milenio en cutre para vivir una de esas experiencias de aislamiento en lo oculto que tantísimo gustan a Iker Jiménez y Carmen Porter en un hogar de ancianos abandonado al pié de la montaña retándose para ver cuál de ellas es la más valiente. Nada más llegar, Ayane entra en contacto con el espíritu enojado de una anciana, que acaba poseyéndola y desatando una serie de sucesos extraños. El geriátrico vivió entre sus muros el más absoluto de los terrores cuando el personal médico y administrativo, en pleno éxtasis de locura, comenzó a abusar de los ancianos, vejándoles, golpeándoles y haciéndoles pasarlas muy, muy putas. 

Con un punto de partida como éste, con potencial, podíamos estar ante una nueva muestra de buen terror oriental, pero les aseguro que no es el caso. Son muchos los errores y defectos de la cinta, que sin embargo, no deja de ser un simpático ejemplo de lo diferentes que son nuestras culturas. 

En lo que podría definirse como un cruce equicocado entre la coreana "White : La Melodía de la Maldición ", (no buena, pero infinitamente mejor) y la japonesa" The Grudge : La vieja dama de blanco "(la mejor y más terrorífica entrega de la saga La Maldición) de Shiroi rôjo del 2009, con la que comparte muchos puntos comunes. 

Pero Eisuke Naitô, guionista y director de esta “The Crone” no es Takashi Shimizu, el maestro del nuevo J-Horror que creó The Grudge en 1999 y ni se acerca al gran trabajo de Shiroi rôjo capaz de lograr unas interpretaciones sorprendentes, con un gran trabajo de maquillaje y una atmósfera de terror absoluto. 

The Crone, La Anciana, no es un terror eficaz en ningún momento e incluso podría catalogarse de “película ridícula” si el que la ve lo hace esperando encontrar una peli seria. Lo realmente interesante es la falta de pretensiones y lo poco que se toma en serio a sí misma, con un maquillaje horrendo, un gore ochentero y unas interpretaciones desquiciadas de todo el reparto (Honoka Miki, Shiori Kitayama, Kaoru Gotô, Aimi Nakamura y Yoshinori Okada). 

Es imposible no mirar con simpatía la recreación del espíritu de la anciana vestida de rojo, encorvada, con hiperlaxitud en sus extremidades corriendo a toda pastilla en lo que podría definirse una mezcla entre el E.T. de Spielberg y un velociraptor cabreado, detrás de las tres pavisosas (y guapas a rabiar) artistillas por los largos corredores del hospital abandonado.

Por eso, por ser una peli realmente estúpida pero a la vez rabiosamente entretenida, con sus momentos de encanto y originalidad, mi nota se decanta esquizofrénicamente entre el dos y el siete. Para no pecar de extremista, y hacer gala de esa diplomacia que se me presupone le voy a dar el 4 y medio. Una nota que seguramente el director, consciente de su felonía me agradece por completo. Su orgulloso aspecto de serie B, su originalidad a la hora de remediar la falta de medios y su entretenido argumento, aunque fallido a la hora de asustar al espectador (no tiene ni un solo susto decente, la verdad) no merecen menos. 

Y qué carajo, que me he pasado 50 de sus 71 minutos sin parar de reír...

Lo mejor: Su sentido del humor y su falta de vergüenza.

Lo peor: Que se tome en serio.

Recomendable para pasar un rato divertido sin esperar los pelos de punta.