Crítica: Chasing The Devil

¿No os ha pasado nunca que véis una peli y os dáis cuenta de inmediato de que la idea sobre la que se sostiene la habíais tenido vosotros antes y os acordáis de todos y cada uno de los ancestros del director de la cinta mientras os sentís idiotas por no haber acudido al Registro de la Propiedad Intelectual en su momento?Eso es precisamente lo que me ha sucedido mientras veía la difícilmente digerible “Chasing the Devil”. 

La cosa parte de un video que petó youtube hace unos años sobre el ataque que el papa Benedicto XVI-el que “dimitió”- sufrió el 24 de diciembre de 2009 en la basílica de san Pedro en la Ciudad del Vaticano, en Roma. Dicho video, que tiene una duración de un minuto y pico nos mostraba a Joseph Ratzinger caminando muy pancho y pomposo por la Basílica de San Pedro saludando a los invitados al evento religioso antes de recibir un tremendo empujón por parte de una mujer enloquecida, Susana Maiolo, de 25 años, y que pasó por encima de las vallas de seguridad para sorpresa de todos antes de que los miembros de la Gendarmería Vaticana lograran frenarla. Aún así, la tal Maiolo se agarró de la sotana del Papa como un choto a la teta materna y logró hacer que éste cayera al suelo. 

Ni que decir tiene que el video dio lugar a numerosas historias conspiranóicas sobre un posible ataque Illuminatti al Papa para que viniera el verdadero anticristo y bla, bla, bla... Pero el caso es que no se dio a la noticia la debida importancia y pronto se nos borró de la memoria colectiva. 

Pues bien, el director de este found footage “más falso que el alma de Judas”, Mark Haber, se basa en esa historia y nos cuenta cómo el protagonista, Patrick McCord, no acepta la explicación de la muerte de su hermana como aparente suicidio, y es que la hermana en cuestión no era otra que tachán, tachán: la ataca-Papas, que deja de ser italiana para pasar a ser una americana centradísima en viaje por Europa. El caso es que el hermano, convencido de que la muchacha no se suicidó y tras ver el video del atentado papal (aquí exagerado en plan Hulk, lo mejor de la peli), acude a un grupete de parapsicólogos de andar por casa y a un súper medium que es el más lerdo de la peli para meter el dedo en la llaga y buscar una explicación a lo sucedido. 

La investigación del equipo formado por los miembros de costumbre (un negro para dar variedad racial a la historia, una buenorra inocente para provocar situaciones morbosas, un gordo barbudo simpaticón y muy dicharachero y el capitán del equipo, el macho alfa con un poco de pluma para gustar a unas y a otros) acaba dando la razón al hermanito de la chavala y nos descubre, en un juego de pistas tipo cluedo aburrido, que el responsable de la muerte de la hermana zurrapapas es el mismísimo demonio... ¡Oh, terror!... Ese demonio, la poseyó y decide ir poseyendo también a los miembros de la pandilla Scooby investigadora uno a uno para alcanzar un fin mucho más atrevido y escandaloso. 

Entonces, los chavales, que todo lo graban, como en cualquier metraje encontrado que se precie,se tienen que enfrentar al imposible reto de derrotar al demonio y salvar sus pobres e inocentes, aunque paranormales, almas. 

La cosa es que el diablo en esta peli, parece no tener otra cosa que hacer que ir dejando pistas a la chupipandi recién creada para que le investiguen y persigan. 

Así llegan hasta casa de un ex convicto por fraude fiscal a lo Bárcenas que delante de ellos se clava un punzón de hielo (Ay, Verhoeven...) en el ojo y se atraviesa el cráneo, dejando una marca de sangre que es la siguiente pista del demoniete cachondo. 

De ahí llegan a casa de una adolescente medio Emo, que entre depresión y depresión parece estar poseída y es un poco guarrilla-el rollo de poseídas masturbándose me pone poquísimo-y les da otra pista más, a lo Jessica Fletcher o LosmisteriosdeLaura en plan cañí, una moneda que-adivinénlo-se saca de su mismísimo, cómo decirlo... ¿útero?... 

Pues eso, que una pista tras otra, los avispados cazademonios van descifrando los mensajes de Satán, pero héte aquí, no se percatan de que lo que realmente quiere en el fondo, es que graben todo lo que pasa para al final de la peli, en plan asusta quinceañeras, decirnos a los espectadores, mirándonos directamente a los ojos desde la imagen del hermano, totalmente poseído ya, que toooodos vamos a morir por haber visto semejante truño y que es muy, muy probable, que en cuanto nos quedemos solos en casa, venga a poseernos. Tela marinera. 

Lo mejor: El video fake de la hermana atacando al Papa, un auténtico puntazo. Algunos de los efectos especiales están bastante currados. 

Lo peor: No hay nada peor que una peli de este tipo se haga larga, y ésta, además de eterna se hace aburridísima, a pesar de los fracasados intentos del director de ir soltando ridículas pistas. 

Nada, de lo peorcito. Le doy un dos porque en los últimos días estoy digiriendo una cantidad de cine malo significativa y me reservo los unos para lo peor, que, aunque parezca imposible tras el visionado de este truño, lo hay.