lunes, 1 de septiembre de 2014

Crítica: En la Boca del Miedo

No sé si queda alguien cuerdo en el planeta, de hecho no sé si queda alguien a quien poder calificar de persona en la Tierra, pero si todavía lo hay y encuentra esto, por favor léalo con atención porque tal vez pueda ayudarle. ¡Si es que queda esperanza! 

Hace casi 20 años, en 1995, el maestro del terror John Carpenter estrenó su película En La Boca del Miedo, cuyo título en inglés In the Mouth of Madness es todo un homenaje y declaración de intenciones hacia la novela At the Mountains of Madness (y el autor de esta última). La película ha sido englobada dentro de lo que algunos consideran la trilogía (junto a La Cosa y El Príncipe de las Tinieblas) del Apocalipsis del cineasta neoyorquino. ¡Qué visión demostraron unos pocos! 

El film narra cómo un cínico investigador privado especializado en fraudes, John Trent (estupendo Sam Neill), es contratado por una importante editorial para que encuentre a su autor-estrella que ha desaparecido, el famoso novelista de terror Sutter Cane (Jurgen Prochnow) que está pendiente de entregar su última creación, En La Boca del Miedo. Lo que en un principio comienza como una burda maniobra de marketing para vender más ejemplares de la citada novela según Trent, va derivando en una desenfrenada espiral de insania, sangre y deidades cósmicas arcaicas perdidas en un infinito abismal que reclaman su sitio en la Tierra, como consecuencia de la fanática creencia de los lectores de Cane en la veracidad de todo cuanto éste plasma en cada uno de sus escritos. 

Carpenter demostró una vez más por qué es uno de los grandes artesanos de la industria del cine y uno de los alumnos aventajados de su idolatrado Howard Hawks. Sin contar con un holgado presupuesto, como la mayoría de su filmografía, En La Boca del Miedo es una estupenda y prodigiosa serie b donde el autor de Halloween sabe extraer el máximo beneficio a cada dólar invertido en la producción. A una realización magnífica (digna de estudio) que se apoya en una fotografía fabulosa, cada encuadre está en el sitio adecuado y dura justo lo necesario, se suman unos efectos visuales y de maquillaje simples pero muy efectivos, un reparto que pese a no contar con estrellas rutilantes cumple de sobra su cometido (tal vez habría sido de agradecer una protagonista femenina con algo más de carisma y garra que Julie Carmen, aunque esta dota a su personaje de un toque misterioso y perturbado muy disfrutable) y sobre todo un guión firmado por Michael De Luca fabuloso. De hecho, es uno de los mejores libretos que ha parido el género en décadas. 

La brillante e inteligente combinación de: humor negro; denuncia-parodia de la industria literaria, Sutter Cane no deja de ser el alter ego mesiánico y bastardo de Stephen King (no sólo se referencia directamente al autor de Carrie en el film, sino que Cane vive y ambienta sus historias también en Nueva Inglaterra); homenaje sentido y profundo de las historias creadas por el gran H.P. Lovecraft (posiblemente sea junto a Re-Animator y Tras Las Paredes, ambas de Stuart Gordon, The Call of Cthulhu de Andrew Leman y The Whisperer in Darkness de Sean Branney, la mejor traslación del universo lovecraftiano a la pantalla grande); denuncia social encubierta al sistema capitalista y a los fanatismos (como casi siempre en el cine carpenteriano); y fundamentalmente de entretenimiento paranoide salpicado de estallidos de violencia que crean un ambiente oscuro, enrarecido, perturbado y tremendamente adictivo que no te deja pestañear hasta el sorprendente desenlace final. Siendo este uno de los más esquizoides, gamberros y meta-cinematográficos de la historia del cine. 

Al igual que los fanáticos de Cane, la legión de admiradores de Carpenter estábamos encantados con esta fabulosa propuesta, 100% entretenida y con unas calculadas dosis de sustos, ironía, paranoia e infinitas referencia al género de terror en sus diferentes manifestaciones. Por desgracia, en su día, a la inmensa mayoría les dejó indiferentes o indignados y la película pasó sin pena ni gloria (igual que el remake que realizó ese mismo año de la cinta británica, El Pueblo de los Malditos) por las salas cinematográficas cosechando por lo general críticas negativas, convirtiéndose desde sus orígenes en una producción de fervor por una minoría (entre la que me encuentro). ¡Sólo con recordar los acordes heavy de los títulos de crédito se me ponen los pelos como escarpias! 

Pero aquella veneración y fe ciega por la historia de Carpenter-Cane de unos pocos fue generando adeptos con cada nuevo visionado o comentario de los conversos, hasta el punto que un buen día comenzó a somatizarse y volverse real aquel universo. Antiguas, repulsivas y maléficas divinidades que durante eones habían estado abandonadas más allá de los confines del universo comenzaron a tomar forma y apoderándose de la mente de la gente. Legiones de intransigentes idólatras de cultos sanguinarios ancestrales, blandiendo hachas, propagan terror, locura y salvajismo por todas partes hasta la casi aniquilación de los no creyentes. 

Ahora, en la oscuridad de la noche, acechándome las tentaculares extremidades de criaturas abyectas, me dispongo a disfrutar por enésima vez de la maravillosa En La Boca del Miedo, pero espero que en esta ocasión cuando finalice la película, después de haberme dejado arrastrar más allá de la locura por una narrativa hipnótica y una delirante y terrorífica historia paranoica, y la risa floja acompañada de ligeros sudores fríos aparezcan, sea plenamente consciente que los monstruos sólo habitan en mi (maltrecha) mente y mis ansias porque el mundo sea como las malignas imaginaciones artísticas de algún Carpenter-Cane, en realidad no lo es. ¿¡Por desgracia!?


6 comentarios:

El Rector dijo...

Si es que no puedo estar más de acuerdo con todas y cada una de las palabras de tu estupenda crítica, Max. Es cierto que la película no cosechó buenas críticas en su momento y en general, supuso una decepción para los seguidores de Carpenter. A día de hoy, sigo sin comprender por qué. Como siempre, el tiempo pone a todos en su sitio y con el paso de éste, la cinta ha ido ganando reconocimiento y ahora, raro es el amante del cine de maese John, que no la cuenta entre sus favoritas.

Con el mejor guión que firmó nunca al amigo De Luca, Carpenter construye un relato de terror Lovecraftiano aplastante, plagado de referencias al género y que como casi todo lo que hace éste genio, parece no envejecer con el paso del tiempo, ni en forma ni en fondo.

Fantástico Sam Neill, su mejor trabajo junto a Horizonte Final, perfecto catalizador de ese en esta ocasión, sobrio sentido del humor negro del que hace gala toda la cinta sin estridencias. Hipnótica desde su disparo de salida, En la Boca del Miedo te sumerge en el universo Carpenter desde sus primeros acordes de guitarra hasta su genial desenlace. Un delicioso viaje hacia la locura...

... y cuerdos, pocos, muy pocos.

Saludos.

PD: Si tenemos que hablar de cine Lovecraftiano, yo sin ningún tipo de dudas me quedo con The Curse (Granja Maldita) de David Keith. Maravillosa.

Unknown dijo...

Me dejó bastante loca esta película cuando la vi, tanto que me costaba seguir el hilo de lo que pasaba. Porque todo me parecía muy paranoide y enloquecido. Pero aun así, el sello Lovecraft tiene las de ganas allá donde vaya. Que ya de por sí esconde un mundo que es tan terrorífico y original (en su momento) que es de aplaudir.
Sam Neill lo peta en Jurassic Park, Rec. Todo Jurassic Park lo peta!

MAX CADY dijo...

Rector, compruebo que coincidimos plenamente (aunque en este caso lo veía venir). Muy cierto que esta película como el buen vino con el paso del tiempo mejora, y lo que es más asombroso está más vigente y resulta más actual. Tal vez el rechazo inicial se debiera a ese adelantarse a su momento. Sin ninguna duda, para mí, una de las tres mejores cintas del maestro Carpenter.

May Dove, ciertamente el tono paranoico está muy presente en toda la cinta y además muy bien llevado, así como destila en cada uno de los fotogramas la esencia de Lovecraft, sin ser una adaptación de ningún relato en concreto del autor de Providence.

Saludos!!!!!!!!!!

P.D. Rector, le confieso que desconocía la película The Curse (aquí titulada: Granja Maldita), así que desde ya a buscarla como un loco y verla cuanto antes.

Missterror dijo...

Yo estoy también totalmente de acuerdo con esta crítica de Sutton Cane, perdón, de Max Cady ;)
A mi este es el Carpenter que más me gusta, el que más se aproxima a mis gustos (en realidad, creo que al de todos), y como comentáis, queda claro en esta boca del miedo o de la locura, que Carpenter tiene una forma de dirigir atemporal.
Personalmente, el argumento de la historia me fascina, porque siempre he creído que la imaginación de los escritores muchas veces llega a límites muy cercanos a la locura, y eso se puede plasmar magistralmente con las palabras, que aún dejen más aturdido al lector. En el caso en el que la ficción sobrepasa los límites que cada lector se marca, comienza el verdadero reto del escritor, el intentar llevar esa transgresión de los límites a la normalidad, sin que el lector olvide, que al cerrar el libro, todo volverá a la normalidad. Todo lector tiene que estar aún más metido en la historia que el propio escritor al escribirla, ese es el secreto del éxito, y eso es lo que magistralmente John Carpenter nos explicó con imágenes (algo que aún riza más el rizo)

Brindo porque los escritores nunca pierdan el punto de locura y porque los lectores tengan esa curiosidad de descubrir donde está Hobbe´s end !!!!

Saludos

P.D- Muy acertado tu comentario sobre Julie Carmen

Arian dijo...

Max, me has abierto el apetito para hincar el diente una vez más a la película. La vi hace unos cuántos años y la tengo un poco olvidada, así que tu magnífica reseña es la excusa perfecta para hacer un revisionado.

Un saludo.

MAX CADY dijo...

Muy interesante tú aporte Missterror. Sin duda toda creación artística, pienso, lleva asociada una pizca de locura, y como bien apuntas, no es hasta que los destinatarios de la misma la interiorizan y hacen suya, que esta cobra entidad propia (incluso real). Sin duda, el tratamiento del tema de la locura es interesantísimo tanto en la literatura como en el cine y ha producido obras estupendas (ejemplos: Alguien Voló Sobre El Nido Del Cuco, De La Vida De Las Marionetas, Nido de Víboras, Spider, Cisne Negro, Repulsión o Carretera Perdida), pero es cuando se cruza o mezcla con dosis de thriller, terror o fantasía cuando alcanza sus cotas más maravillosas (y malsanas), al menos en mi opinión.

Arian, gracias por tú comentario. Te aseguro que revisar En La Boca del Miedo es siempre un ejercicio fílmico gratificante, pero si hace tiempo que no la has visto y no la recuerdas bien, te garantizo que vas a volver a flipar.

Saludos!!!!!!!!!!!!!!!!!!

P.D. Con muchos de las personas con las que en infinidad de ocasiones he hablado acerca de esta película, coincidimos en que uno de los pocos puntos (por no decir el único) donde podría mejorarse es en su protagonista femenina. Yo siempre he pensado que quedarían genial: Sigourney Weaver o Mary Steenburgen.

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