La cruda y macabra realidad vuelve a inspirar un pedacito de ficción. En este caso es la figura del Dr.Henry Howard Holmes, la cogida prestada para dar forma al primer escarceo con el cine de terror de Andrew C. Erin, después de la emancipación de este con el “cine” para la televisión o lo que es lo mismo, con el fascinante universo paralelo del telefilme. Holmes, para quien no esté puesto en la materia, fue un asesino en serie que mató al menos, a veintisiete personas a finales del siglo XIX. La curiosidad del caso viene dada por la forma en la que éste cometió los crímenes, para lo cual, hizo construir el denominado “Holmes Castle”, un enorme hotel de apariencia medieval en Illinois, en el cual instaló toda una serie de trampas y mecanismos secretos gracias a los cuales dio muerte a sus víctimas.
Erin, tras abandonar las pachangas televisivas se rodea de un equipo competente para dar forma a esta su ópera prima: “Havenhurst”, co-escribiendo el libreto junto a Daniel Farrands, otro habitual de la televisión pero, en este caso, en labores algo más nobles, ya que hablamos de un reputado documentalista. Farrands ha firmado trabajos tan destacables a ojos del aficionado como el fabuloso documento sobre la saga de “Pesadilla en Elm Street” titulado “Pesadilla en Elm Street: Desde Dentro” (“Never Sleep Again: The Elm Street Legacy”, 2010) o “His Name Was Jason:30 Years of Friday the 13th” (2009), centrando la mirada en la saga iniciada en 1980 por Sean S. Cunningham, sobre la cual seguiría indagando en posteriores trabajos. Tampoco hay que obviar sus labores previas como guionista en títulos como “Halloween: La Maldición de Michael Myers” (“Halloween: The Curse of Michael Myers”, 1995) o “The Girl Next Door” (Gregory Wilson, 2007) basada en la novela homónima de Jack Ketchum.
De hecho, la puesta en escena, coge como clara referencia la estética gótica de la Hammer para dar forma a toda una colección de estancias recargadas con aires victorianos: largas cortinas, polvorientas moquetas y lámparas de pared de tenue luz, marcan las pautas de un escenario reconocible y achuchable para todos aquellos que hemos crecido con este tipo de películas. Todo ello, por supuesto, adaptado a los tiempos modernos de una escenografía cuidada al detalle que deja muy claro desde el principio, quien es el auténtico protagonista del filme y en esta ocasión, no se trata de carne y huesos, sino de vigas y cemento. Es el edificio Havenhurst, el gran activo y eje principal que hace girar todos y cada uno de los engranajes de la película de Erin.
Para mover semejante maquinaria, el director tira bien la caña para pescar un par de interesantes presas. Julie Benz, la mítica Darla de “Buffy, Cazavampiros” (“Buffy the Vampire Slayer”, 1997-2003) y protagonista de algunas series de renombre como “Dexter” (2006-2010) o “Defiance” (2013-2015) así como de alguna que otra película del género como “Circle” (Aaron Hann & Mario Miscione, 2015) o “Saw 5” (David Hackl, 2008), es la elegida para convertirse en la sufridora en casa particular de “Havenhurst. Su contrapunto, y ejerciendo de maestra de ceremonias, encontramos a la siempre inquietante Fionnula Flanagan, en esta ocasión, eso sí, con menos espacio para el lucimiento personal, como hiciera en la reciente, estupenda y recomendada “Trash Fire” (Richard Bates Jr, 2016) si bien muchos la recordarán por dar vida a la misteriosa Eloise en la descomunal “Perdidos” (“Lost, 2007-2010).
“Havenhurst” no es una película especialmente original, de hecho, es imposible a lo largo de su visionado no acordarse de cintas como “La Masacre de Toolbox” (“Toolbox Murders”, Tobe Hooper, 2004) o “La Víctima Perfecta” (“The Resident”, Antti Jokinen, 2011) e incluso de clásicos como “Navidades Negras” (“Black Christmas”, Bob Clark, 1974), títulos en los que el escenario cruzaban la frontera del mero atrezzo para convertirse en un personaje más de la historia. En “Havenhurst” esta certeza se lleva al extremo hasta el punto de restarle protagonismo al asesino de turno, el cual por cierto, podría haber utilizado el mismísimo Ridley Scott en la inminente y esperada secuela de “Prometheus” (2012).
Trampillas que se abren bajo los pies, puertas que aparecen y desaparecen en los lugares más insospechados, estancias que modifican su fisonomía en el tiempo que uno gasta en parpadear y recónditos laberintos intravenosos, son algunos de los elementos que nos vamos a encontrar en esta atracción de feria modesta, pero bastante más entretenida de lo esperado gracias a la excelente ambientación y acertado ritmo pausado, combinación que da como resultado una propuesta bastante absorbente que sabe en todo momento como mantener intacta la atención del espectador haciendo del arte de no mostrar más de la cuenta, todo un ídem.
Cierto es que el espectáculo requiere un esfuerzo por parte del espectador a la hora de no tomarse demasiado en serio según que pasajes del guion, como suele ocurrir en esto de la serie B, en ocasiones, rozando lo dantesco. Pero es un ejercicio necesario para dejarse seducir por los recovecos de esta cuidada atracción de feria para no dormir, y ver como una en esta ocasión, morena Julie Benz, se enfrenta no solo a los demonios que habitan el lugar, también a los suyos propios, al tiempo que vamos descubriendo tras la puerta de cada apartamento, que aquí lo de no cumplir las reglas pre establecidas se paga caro.
Es cierto que tanta atmósfera y tanto suspense, quizás requerían de un pelotazo final en forma de clímax que nunca llega y que desaprovecha y mucho, las condiciones innatas para esto del “matamiento” de nuestro Space Jockey particular, por no hablar del giro final, que tampoco da para muchas alegrias, ni sorpresas. Pero no se puede negar que “Havenhurst”, con sus limitaciones, es eso, una pequeña sorpresa, que lejos de ser el enésimo slasher clónico y vacío de turno, se termina destapando como una interesante cinta de suspense con ecos de glorias pasadas y tintes románticos que de seguro aquellos que gusten del suave tacto del terciopelo, o de la compañía de la agonizante luz de una vieja lámpara de pared, sabrán apreciar en su justa medida.
El cameo: Una de las Scream Queens del momento y hoy, embarazadísima Danielle Harris, tiene su momento de gloria en el prólogo del filme.
Lo mejor: La puesta en escena y la imaginación que rezuman algunas de las artimañas que esconde el edificio.
Lo peor: La historia es simplona y predecible y el clímax final, termina resultando algo descafeinado.
4 comentarios:
Sí Rector, sí, la nostalgia y las ganas de no estar dando caña todo el rato hacen que los cortinones y esa oscura decoración de cada uno de los apartamentos nos lleve a las producciones Hammer, que el poco suspense que se genera nos parezca suficiente y que "Havenhurst" tenga algún momento que otro que otro, pero se queda muy corta de intenciones y le falta garra por todas partes.
Yo también pensé en "La masacre de Toolbox" al verla porque justamente la otra ofrecía de lo que esta se quedaba corta y fallaba en la parte en la que esta se recrea, es decir sangre y suspense.
El caso es que hay veces que "Havenhurst" araña el telefilme, porque ese guión, como comentas no está para nada pulido y a veces es un sindios, pero esa atmósfera currada y el que huya del slasher, que era lo predecible, para entrar de lleno en el terror más clásico, se agradece y no tengo claro si le hace merecedor de ese cinco, pero si no es así, se quedaría muy cerca.
Se deja ver y no molesta, supongo que sí, eso le hace tener un aprobado.
Saludos
Missterror, como enamorado de las puestas en escena góticas y de aquello de las atmósferas, me es imposible no ceder ante una película como "Havenhurst", aunque como dices, se quede bastante corta en otros aspectos, a mi juicio, sobretodo, en el tramo final, muy a pesar de las pinceladas gore que contiene, que al final, se quedan un poco en anécdotas o, como diría aquella, en "anecdotitas"... eso sí, muy lejos, afortunadamente, de lo que vendría siendo el telefilme.
Con todo esto, me han entrado ganas de revisionar la película de Hooper, que creo que la última vez que la vi, aun tenía todos los dientes de leche.
Saludos.
Julie Benz tiene un morbazo que no puede con él. De vampira colegiala en Buffy daban ganas de dejarse chupar...la sangre. Todo lo contrario me pasa con la pequeñaja Danielle Harris, que no se donde le veis lo de Scream Queen. o le llega a la Curtis ni a la punta del tacón.
El tráiler ni pinta mal, pero por lo que apuntas Rector, no se si me voy a dejar engañar esta vez.
Diego.
Diego, hombre, la Harris creo que se ha ganado el título a pulso en estos últimos años desde que apareciera por primera vez en aquella "Halloween 4: El Regreso de Michael Myers" allá por 1988. Te gustará más o menos, pero a este ritmo, la tía habrá salido en más películas de terror que Jeffrey Combs y Robert Englund juntos.
Pues el tráiler no engaña mucho. Resume bastante bien lo que es la película. Sin ser nada espectacular, estoy seguro que ni de lejos es una de tus peores opciones. Si al final te animas, ya me contarás.
Saludos.
P.D: Y tienes sobredosis de Julie Benz ;)
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