lunes, 14 de agosto de 2017

Crítica: Minutes Past Midnight

Después de saborear la breve tapa a modo de rompe hielo que es “Never Tear Us Apart” de Sid Zanforlin, es imposible que a uno no se le vengan encima todos los fantasmas rancios del pasado y es imposible en consecuencia, no acordarse de aquella gilipollez sin gracia alguna que fue “Cuentos de Halloween” (“Tales of Halloween”, 2015). Y es que el segmento dirigido por Zanforlin (por más eróticamente Tolkiano que suene su apellido) bien podría haber formado parte de esa colección de estupideces basadas en la rentable fiesta de Halloween. “Never Tear Us Apart”, más allá de una simpática primera toma de contacto, y de una vistosa secuencia gore, no deja de ser eso, una estupidez, un gag simplón y poco original al que como mucho, podemos buscarle la manida moraleja sobre los lazos de sangre y que vendría a decir aquello de que a los amigos los elegimos, a la familia no. Muy poquito y sobretodo, muy poco prometedora primera impresión con “Minutes Past Midnight”, sí, la enésima antología de terror.

La familia vuelve a ser el hilo conductor en “Awake” de Francisco Sonic Kim. En esta ocasión, con un tono radicalmente opuesto que nada tiene que ver con la comedia zafia y que una vez más, nos resulta demasiado familiar (valga la redundancia) como para que nos entreguemos a la causa en cuerpo y alma. Una historia poco personal que versa una vez más sobre los susodichos lazos de sangre y sobre el amor incondicional de unos padres por su pedacito de costilla. Demasiadas reminiscencias a títulos como “El Buen Hijo” (“The Good Son”, Joseph Ruben, 1993) o a la reciente “The Boy” (Craig William Macneill, 2015), aunque carente de la sutileza y elegancia de ambas y supeditando la maldad innata del individuo al siempre oportuno recurso de la patología. Relato insípido, previsible y poco desarrollado, que en femenino, bien podría haber aparecido enlatado en conserva en otra antología mediocre reciente como “XX”.

Llegados a este punto y tras dos malas experiencias, uno se plantea la conveniencia de seguir perdiendo el tiempo con “Minutes Past Midnight”, pero la pronta aparición de Arthur Darvill (“Doctor Who”), se antoja demasiado nostálgica como para no pasar por la piedra one more time. Y la realidad, es que “Crazy For You” de James Moran (buen conocedor del universo del señor del tiempo, pues ha guionizado algún que otro episodio tanto de “Doctor Who”, como de su spin-off “Torchwood”), sin ofrecer nada del otro jueves y recuperando el tono cómico de “Never Tear Us Apart”, ahora, con acento británico, significa un primer paso hacia la reconciliación o un primer acercamiento entre el espectador y una hasta el momento, muy floja antología. En “Crazy For You”, Moran nos enseña que el amor, cuando es verdadero, no tiene parangón, por más imposible que pueda parecer una relación. Simple, previsible, pero muy simpática.

Hablar del cuarto segmento es hablar de un punto de inflexión, no solo en “Minutes Past Midnight”, sino también en cualquier otra antología reciente. “The Mill at Calder´s End” es poco menos que una maravilla de culto instantáneo que por sí sola, justifica el visionado de este aglomerado de cuentos macabros. Kevin McTurk, consumado especialista en efectos especiales con una exitosa y dilatada carrera a sus espaldas, salta a la dirección con este majestuoso relato de terror gótico llevado a cabo con marionetas y animado por stop motion en lo que significa un sentido homenaje al cine de terror de la Hammer y a la propia literatura de Edgar Allan Poe que pondrá los pelos de punta a todos lo que crecimos con toda aquella colección de polvorientas viejas películas. Con un acabado técnico y artístico absolutamente maravilloso, McTurk no solo homenajea al álbum, también a los cromos y por ello, pone el rostro de dos leyendas como Peter Cushing y Barbara Steele a dos de los tres personajes protagonistas de esta clásica historia de fantasmas, repleta de guiños al género y que atesora una atmósfera tan genuina, que ya quisieran muchos de aquellos que hoy en día, se atreven con un tipo de cine tan poco mimado en la actualidad como es el del terror gótico. El actor y director Jason Flemyng (“Eat Local”), presta su cara para el tercero en discordia y protagonista de la historia. Magistral.

Con el aliento aun a medio recuperar tras semejante maravilla y ya por supuesto, absolutamente sumisos, resulta que un tal Ryan Lightbourn nos tiene otra buena dosis de placeres prohibidos preparada. Pese a que el listón está ya muy alto, “Roid Rage” se postula como la otra gran “alternativa” a “The Mill at Calder´s End” como justificante de visionado, en un hilarante e irreverente cuento sobre almorranas asesinas que vendría a ser algo así como mezclar a Frank Henenlotter, Robert Rodriguez y los chicos de Astron-6 (al menos, antes de que mutaran a cineastas de culto con “The Void”). Mezcla de la que por supuesto, no podría salir otra cosa que un festín de horror escatológico repleto de sangre y humor negro, a modo de homenaje al grind house y la serie B de los ochenta, donde destaca más que nunca la partitura de Sean Motley, quien se encarga de musicar toda la antología como ya hiciera también en “Galaxy of Horrors”. Cachondeo a raudales, una puesta en escena de lo más auténtica y un montón de guiños a una forma de hacer cine, con la que muchos nos hemos “formado” como personas. Muy divertida (sobretodo para todos aquellos que guarden un tubito de Hemoal Forte en su mesita de noche) y mejor aun, asquerosamente cerda.

“Feeder” de Christian Rivers recupera el lado más creepy de “Minutes Past Midnight” en un relato propio de “Historias de la Cripta” o de la serie “Masters of Horror” que nos habla de las musas, o más bien, de la falta de ellas. Rivers, habitual colaborador de Peter Jackson en labores de efectos visuales, nos presenta una historia típica muy de la serie B de los ochenta/noventa y que bien podría evocarnos a títulos como “Hellraiser” (Clive Barker, 1987), donde los deseos, o las necesidades, deben pagarse con sangre, con sangre ajena, claro. Aquí la moraleja también es evidente: el éxito requiere sacrificio. Es cierto que “Feeder” peca también de previsible en su desarrollo y que uno, tiene la sensación de haber visto ya esta historia en otros contextos, pero no importa. El relato está muy bien narrado y muy bien interpretado por Cohen Holloway, que lo borda en el papel de músico frustrado en busca de una inspiración que parece nunca llega. Ojito al desenlace, de lo mejorcito de esta colección.

Si el cine español pudo sacar pecho en “Galaxy of Horrors” gracias a aquella genialidad de Javier Chillón titulada “They Will All Die in Space”, en “Minutes Past Midnight” nos toca agachar la cabeza (o poner el culo, como queráis), pues “Timothy” de Marc Martínez Jordán (“Los Inocentes”) dirige el que posiblemente sea el peor de los nueve cortos que nos ocupan, poniendo sobre la mesa una de las grandes miserias del cine de terror nacional, que no es otra que ese desesperado afán por recrear los tópicos del cine americano. “Timothy”, una vez más, carne de “Tales of Halloween”, nos remite a niveles subatómicos a una historia que hemos visto tantas veces, que puede que una más, sea la que nos haga arrancarnos los ojos. La típica velada nocturna con niñera adolescente y cándido niño inocente que terminará de la única forma que podía terminar, cuando esta haga uso de su prestada posición de autoridad. Añadamos a “Rasca y Pica” a la ecuación y algo de música circense y no hace falta mucha más imaginación. Que a estas alturas se siga recurriendo a según que tópicos exportados de fuera por parte de cineastas españoles, con la de recursos propios que nos puede ofrecer nuestra particular idiosincrasia, no deja de resultar asombroso. Lo único rescatable, el marcado perfil made in Spain de Ann Perelló.

Recuperamos parte de la credibilidad perdida con “Timothy” en el octavo corte dirigido por Lee Cronin, titulado “Ghost Train”, terror pre-adolescente que juega con las lineas temporales muy al estilo del “It” de Stephen King, donde pasado y presente parecen indivisibles, por más que sus protagonistas se empeñen en lo contrario. Dicen que nuestro pasado siempre termina por atraparnos y “Ghost Train” habla un poco de esto, de la culpa, los terrores infantiles y de la necesidad de cerrar el círculo. De nuevo una historia sencilla, pero a la cual se le saca buen partido gracias a una lograda atmósfera, una narración ágil y unos actores convincentes (se le podrán cuestionar algunas cosas, pero a nivel interpretativo, “Minutes Past Midnight” cumple en todas las historias), que dan forma a una historia más efectiva que efectista, pese a algún que otro ramalazo de K-Horror.

Y para terminar, Robert Boocheck cierra con más pena que gloria con “Horrific”, en una tesitura muy parecida a la inicial “Never Tear Us Apart”, donde en tono de comedia burra se desarrolla una pequeña monster movie con paleto y chupacabras mediante, que lleva al extremo (y a la mofa), la pesada moda de los home invasion y que a base de burdos gags, en ningún momento pasa de la simple chorrada simpática, donde lo más destacado es el histrionismo del cual hace gala Mike C. Nelson, en una especie de homenaje/imitación al gran Bruce Campbell en “Terrorificamente Muertos” (“Evil Dead 2”, Sam Raimi, 1987) y el diseño de la criatura, un cruce entre los castores zombie de “Zombeavers” y los vampiros “Deltorianos” de “Blade 2”, en una historia que recuerda sospechosamente al último segmento de aquella “Truco o Trato” (“Trick´r Treat”, Michael Dougherty, 2007), aunque despojada de ese halo mágico de cuento del que hacía gala la aclamada cinta de Dougherty.

Como suele ser habitual en este tipo de productos, “Minutes Past Midnight” hace de la irregularidad un arte, ofreciendo una experiencia repleta de altibajos que nos lleva a transitar desde momentos que rozan lo bochornoso, a otros absolutamente sublimes. Es el caso de “The Mill at Calder´s End”, una pequeña maravilla que desde ya, debería ser visionado obligado para cualquier amante del cine de terror y que por sí solo, justifica gastar hora y media de nuestro tiempo en la enésima colección de historias cortas. Si lo hacemos, descubriremos que pese a las reticencias iniciales, “Minutes Past Midnight”, es de lo mejorcito que nos ha llegado en dicho formato en mucho tiempo.

Lo mejor: “The Mill at Calder´s End”, “Roid Rage” y “Feeder”, por escrupuloso orden.

Lo peor: Como suele ocurrir en las antologias, la gran diferencia de calidad entre unas historias y otras.


10 comentarios:

Missterror dijo...

Muy de acuerdo con lo que comentas sobre "Minutes past midnight", Rector. Me daba una pereza tremenda porque las antologías son un poco mi love and hate. Siempre que las veo me juro a mi misma que será la última que vea, pero vuelvo a caer con todas!
Con las dos primeras historias ya me quería arrancar los ojos, y el cerebro si me apuras. ¿Cómo metieron esos dos cortos como carta de presentación? Son el antierotismo del terror! Muy mal empiece que hace bueno a un corto pasable, como es "Crazy for you", confieso que me pareció muy simpático, aunque totalmente predecible. Aún así es canela en rama comparado con los dos primeros.
Luego llega "The Mill at Calder's end" y todo cambia y de repente ves una maravilla ante ti que querrías que no se acabara nunca y que necesitas en tu estantería de terror gótico. Con qué mimo está hecha! Uno de los regalos del año para los fans del horror más clásico. Solo por esta pieza ya merece la pena tener que tragarse mil insufribles cortos sin imaginación alguna.
Eso sí, se pasa de algo tan delicado como "The mill at Calñder's end" a una gorrinada como "Roid Rage", que reconozco que también me hizo disfrutar de lo lindo con ese humor escatológico, el gore y la manera de avanzar en el corto. Grindhouse, yeeeeeja!!
"Feeder" es otra de las buenas, sin duda. Es el ejempo de lo que tiene que conseguir u corto. Una historia clara, con un inicio, desarrollo y final que mantengan el total interés y sin irse por las ramas, que hay pocos minutos de metraje! Bien interpretada, bien dirigida y muy efectiva.
Luego volvemos a las sombras, y tirón de orejas para el español Marc Martínez. ¿Por qué hay que seguir copiando fórmulas americanas mil millones de veces vistas, que ya no tienen interés alguno? ¿De verdad que algún cortometrajista puede pensar que esto sale bien? Como dices, Rector, una pensa que no se ahonde más en la cotidianidad patria. La de historias que pueden salir de los coches de choque de las ferias de los pueblos, de las orquestas de las fiestas de los barrios, de las carreras de jubilados a por la primera linea de mar, de las barbacoas en el campo de los domingueros, de las borracheras de las peñas de chavales en las fiestas del pueblo o de las propias casas de las abuelas en los pueblos...Pues no!!! el muñequito gigante de los co***es!
Las dos últimas historias pasan sin pena ni gloria.
En esta búsqueda incansable de antologías regulares, donde nos gusten todas las historias, como ocurre en "Creepshow" y "Creepshow II", veo mucha paja, muchísima, pero hay veces que entre todos estos cortos que olvidas de manera instantánea, te muestran algo como"The mill at Calder's End" y todo merece la pena.

Saludos.

El Rector dijo...

Missterror, veo que estamos muy de acuerdo en la valoración de las diferentes historias. Aunque la verdad, una vez vista "The Mill at Calder´s End", lo demás daba bastante igual. Grata sorpresa en conjunto, más allá del mal inicio y de la nueva decepción patria.

Y hablando de "Timothy" y esa puñetera manía de intentar copiar los chichés americanos por parte de directores españoles, es muy fácil explicar en mi caso, lo mucho que detesto el cine que hacen gente como Bayona y que por estas tierras tanto se aplaude. Por suerte, no todos los directores españoles entran en ese saco y aun quedan talentos como Balagueró, Alex de la Iglesia (brutal "El Bar", por cierto") o Vigalondo (sin contar su última ida de olla, que aun no se muy bien como tomármela), que saben hacer fantástico y terror en clave española y tirando de tópicos autóctonos.

Saludos.

P.D: Pues con una reciente revisión de "Creepshow", no se si será por el calor extremo, pero se me ha hecho pesada, pesada...

Patrick Bateman dijo...

Es que el nivel artístico y argumental de cada episodio es bastante bajo. Yo solo rescato The Mill At Calder's End, Feeder y Ghost Train. Bueno, Roid Rage también, pero por la idea más que por otra cosa. En cuanto al conjunto me parece un intento de relanzar cortos en conjunto más que de historias cortas independientes. El de Timothy lo había visto fuera de 'este reloj' y estoy de acuerdo en la poca originalidad del mismo.

Siempre nos quedará Creepshow.

Saludos

El Rector dijo...

Sr.Bateman, bueno, pues hablamos del núcleo duro de la antología. A mi juicio, una excelente, dos de notable y una de bien. Creo que con esto da de sobras para darnos por satisfechos.

Y a nivel argumental, algunas historias van bastante cojas. Ahora, a nivel artístico, yo no veo que flojeen por ninguna parte. Incluso las más absurdas, tienen grandes destellos en ese sentido, como es el caso de la primera, que con todo lo tonta que es, hace gala de unos efectos realmente destacables.

Saludos.

P.D: Revisiona "Creepshow" con 30 grados a la sombra, e igual te lo replanteas...

Anónimo dijo...

Veo que The mill at calder´s end puede verse en YouTube de forma independiente.Luego cuando tenga un rato le pego un ojo Rector,que ya me has puesto los dientes largos.
Diego.

El Rector dijo...

Diego, sí, al no tratarse de una película de diferentes historias, sino una recopilación de cortometrajes, la gran mayoría de ellos pueden verse de forma independiente, mismamente vía YouTube. Otra cosa es que vayan subtitulados. Yo al menos, la de "The Mill at Calder´s End" no la veo con subtítulos y ya te digo, que es algo fundamental, pues el libreto es una pasada.

Ya nos contarás que tal.

Saludos.

Patrick Bateman dijo...

Hola Rector.

No sé, a mí la mayoría me han parecido cutrecillos. Ya digo, se salvan 4 contados. Es cierto que hay antologías peores, pero habiendo cortos tan buenos por ahí, es curioso que acaben mezclando algunas joyas con piezas de tan baja calidad, y no me refiero en este caso en particular. ABC's of Death es un buen ejemplo de lo que estoy diciendo.

Saludos.

El Rector dijo...

Sr.Bateman, mezclar joyas con mierders es lo habitual en este tipo de antologías. Con más inri incluso, en estas que son recopilatorios de cortometrajes, que cada uno es de su padre y de su madre. Que es aplicable también a "The ABC´s of Death".

Yo no obstante, sigo sin ver lo cutre de los cortos por ninguna parte, todo lo contrario. Hablo a nivel técnico, por supuesto. Bien interpretados, buenos efectos, etc... otro gallo canta si hablamos de los guiones, que ahí sí, algunos dejan bastante que desear. Como los dos primeros o el último, que son absoluto relleno.

Saludos.

ariel dijo...

Esperaba mas,solo rescato la escena gore del primero , la seriedad del corto del guitarrista,y el acabado cinematografico del corto del tren fantasma,muy a lo Stephen King,pero a mi gusto ,si hubieran puesto en un solo corto,el diseño mecanico del tren fantasma,junto a un puesto anexo de teatro de marionetas,para lucir las animaciones de Peter Cushing y Barbara Steele,y corriendo disfrazados de payasos a los dos abuelos locos del primero,luciendo sus crimenes(el hachazo espectacular),todo junto en un corto resumiria lo mejor de una peli larga innecesaria,el resto puro relleno...

El Rector dijo...

Ariel, el relleno, o más bien la irregularidad, en este tipo de compendios, es algo inevitable. Si veo que coincidimos más o menos a la hora de destacar los mejores cortos de la antología, aunque no tanto en la valoración general, que a mi me da para una muy buena nota, ya que las historias que destacan, lo hacen bastante, algunas llegando al sobresaliente, como la del molino, que para mí, por sí sola, justifica cualquier agravio que puedan producir las historias más flojas.

Saludos.

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