Crítica: Better Watch Out

Siempre me gustó de la Navidad la maratón de películas yanquis. A la hora que sea uno prende la tele y se encuentra con nieve, luces y gente atontada por reuniones familiares. Desde competencias de luces, regalos prometidos, niños olvidados y algún que otro “Santa” inesperado, la Navidad ha sido (casi como Halloween) una época prolífica para situar películas del género que todos los cuervos- y también los no tanto- amamos. En lo personal, dado que aquí en Navidad es verano, siempre envidié un poco todas las tradiciones que en EE-UU parecen sostener: En vez de ponche tomamos cervezas y en lugar de reunirnos todos alrededor del fuego aquí nos juntamos a comer mucho, ver fuegos artificiales y luego cada cual a su casa. Nada de esas reuniones tan divertidas como nefastas de un par de semanas que solemos ver.

Volviendo a las clásicas pelis yanquis parece algo recurrente el “¿Qué pasa cuando dejas a un niño solo?”-quizás por paranoia de los padres que se van de fiesta por primera vez en el año, pero puede que sea solo imaginación mía-. Así comienza “Better watch out”, peli del 2016 que saca su nombre de la conocida canción “Santa Claus is coming to town” (que aunque no seamos estadounidenses la habremos escuchado hasta el hartazgo en los supermercados y demases mientras hacemos las dichosas compras navideñas): los Lerner contratan a Ashley como niñera de su hijo Luke mientras ellos van de típica juerga navideña (o excusa para que los padres abandonen la casa por un rato). Es en el comienzo de esta película que encontramos momentos que la hacen difícil de catalogar(¿es una comedia-horror? ¿será un thriller?). Una Virginia Madsen bastante “bitch” nos empieza a hacer entrar en clima: La casa perfecta por lo general no contiene familias muy felices.

Dos de los protagonistas de la peli -Olivia de Jonge y Ed Oxembould- están sacados directamente de “The visit” (2015) y mientras que allí hacían de hermanos, en “Better watch out” los vemos como niñera y amigo de Luke respectivamente. En cuanto a Levi Miller (Luke), se lo pudo ver como protagonista de Peter Pan. Personalmente, no quiero saber nada más con este niño, pero admito que tiene cierta pasta.

“Es esta noche o nunca”, se dice Luke mientras espera que sus padres se vayan para quedarse al fin a solas con su niñera. No le importa que ella le lleve seis años, a toda costa quiere conquistarla. Por eso pone en marcha un plan que incluye alcohol y pelis de terror (porque el miedo “makes them wet”). Es cuando se quedan los dos solos que aparecen los primeros elementos clásicos del suspenso (teléfonos que suenan pero que nadie responde, puertas misteriosamente abiertas, sustos por detrás, siluetas a través de la ventana), y uno como espectador espera una peli a lo “When a stranger calls”. Son esas situaciones que suenan conocidas, pero que crean un suspenso en la primera media hora del filme que hace que volvamos a pensar en aquellas pelis “holiday-horror” y repitamos” ¿por qué no le ponen rejas a la ventana?”. Todas las navidades lo mismo. Pero aquí nada es lo que parece. Luego de varias señales de que hay alguien más en la casa, Ashley se hace cargo de su papel de niñera e intenta proteger a Luke.

SPOILERS

Solo para darse cuenta de que todo fue una farsa creada por éste y su amigo para poder quedar como héroe y así conquistarla. A partir de que ella se molesta y pretende irse, él le pega una cachetada. Y esa cachetada es una para el espectador también. Si hace media hora veíamos un niño enamorado que estaba dispuesto a hacer el ridículo por conseguir a la chica, ahora ese mismo niño se ve capaz de todo. Si a un adolescente excitado le das drogas, armas y lo dejas solo en casa esto es lo que puede pasar (además de que va a resultar siendo totalmente insoportable): la niñera atada y sometida por un niño que -resentido-, hace un par de llamadas a ex novios para que vengan a formar parte de la masacre.

Así, con la fachada inocente de un niño de doce años que está bajo el cuidado de su niñera vemos como Luke se sale con la suya a cada paso que da. Entendemos que desde el comienzo tenía la idea fija de matar a quien haya estado en su casa esa noche. Ya sea a los ex de su niñera (que haciendo referencia a “Home alone”, asesina a uno con una lata de pintura cual péndulo y le destroza la cabeza), o a su mejor amigo de un disparo cuando ve que ya no puede seguir manipulándolo.

Y ésta es una palabra bastante clave en esta historia, ya que Luke todo el tiempo busca conseguir lo que quiere de sus “rehenes” a partir de una pistola que ni siquiera estaba cargada. Por eso, cuando Ashley en el final no reacciona como él supone que lo haría, se enloquece y le clava un cuchillo. Problemas familiares (Porque si no: ¡cómo va a ser un asesino el pobrecito!), doble final, un soundtrack muy “Merry Christmas” (versión Ramones incluida), y un niñito de esos que suelo odiar (porque para grandes están los grandes y bastante insufribles ya son) resultan en una peli bastante efectiva gracias a su vuelta de tuerca. Si nos sorprendimos con “The Babysitter” esta es la contracara, aunque yo personalmente prefiero una rubia loca asesina antes que un malcriado haciendo su pasito con el bat en la mano.