Frío. Como las habitaciones de la mansión de los Ayres, de Hundreds Fall, tras años sin que estas hayan sido calentadas de ninguna manera. Eso es lo único que transmite la película dirigida por Lenny Abrahamson, primera película tras su aclamada ‘La habitación’ (‘Room’, 2015). Si Susan, la hija de la señora Ayres consiguió eclipsar a toda la familia incluyendo al doctor Faraday, lo mismo se puede decir de ‘The Handmaiden’ (2016) de Park Chan-wook y la cinta de Abrahamson, películas que en ambos casos adaptan a la pantalla grande novelas de la escritora inglesa Sarah Waters.
“Abrahamson fracasa a la hora de mostrar la influencia que Hundreds Fall y Susan tuvieron y tienen en los protagonistas de su película”
La pasión, la complejidad que mostraban todos y cada uno de los fotogramas de la película del director surcoreano, brilla por su ausencia en ‘The Little Stranger’ (2018). Esas habitaciones con pintura desconchada, llenas de polvo, con muebles mal ordenados o casi vacías, esa familia que intenta aparentar que los tiempos pasados fueron mejores pero que todavía queda algo de ellos, es extensible tanto a la película como a la filmografía del director.
Abrahamson fracasa a la hora de mostrar la influencia que Hundreds Fall y Susan tuvieron y tienen en los protagonistas de su película. Las pasiones, los intereses y las ambiciones que fueron plasmadas por Park Chan-wook con notable inteligencia quedan aquí relegadas a un segundo plano por culpa de una historia y unos personajes que no acaban por captar el interés del espectador. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso la cinta de Abrahamson no aguanta la comparación ni con la película del director surcoreano ni con su anterior y oscarizada cinta. Si ‘Down a Dark Hall’ (2018) es considerara por muchos entre los que me encuentro como un desliz o directamente un error en la filmografía de su director, Rodrigo Cortes, casi lo mismo se puede decir de Abrahamson y este ‘The Little Stranger’.
“Ruth Wilson no consigue transmitir esa idea de dar vida a una mujer que bajo la sombra de una familia venida a menos, necesita huir y escapar de las paredes que la mantienen atrapada”
La frialdad que recorre las paredes de Hundreds Fall y casi todos los fotogramas de esta película solo es roto en muy determinadas situaciones, casi todas ellas tienen a Will Poulter o a Liv Hill en pantalla, los únicos que consiguen transmitir algún tipo de sentimiento. Domhnall Gleeson, ese doctor que por culpa de la sociedad en la que vive y de su clase social ha de contener sus emociones de cara al mundo puede resultar correcto inicialmente, pero acaba resfriándose con el viento helado que recorre la mansión de los Ayres y ninguna de sus emociones, que las tiene, acaba por llegar al espectador.
Ruth Wilson no consigue transmitir esa idea de dar vida a una mujer que bajo la sombra de una familia venida a menos, necesita huir y escapar de las paredes que la mantienen atrapada. Y el personaje de Charlotte Rampling parece tener algo de su Matron de ‘Gorrión Rojo’ (“Red Sparrow”, 2018), la gran señora de una gran mansión donde las mujeres llegan siendo una cosa y salen completamente diferentes. Obviamente las criadas de ‘The Little Stranger’ no se convierten en gorriones rojos, pero su señora Ayres hace un comentario que parece remitirnos directamente a la cinta de Lawrence.
“The Little Stranger se muestra tan contenida que es incapaz de mostrar desde lo sutil, la profundidad de los sentimientos de sus protagonistas”
Cierto cartel de la cinta de Abrahamson también puede traer a la memoria del espectador la notable serie ‘Heridas Abiertas’ (Tres personajes Gleeson, Wilson y Rampling en un caso, Amy Adams, Patricia Clarkson y Eliza Scanlen en el otro) así como también el hecho de encontrarnos con una gran mansión, con la traumatizada familia que vive en ella, la influencia de Mirian Crellin en los miembros de esta especialmente en su hermana o la gran fiesta que se hace en dicho lugar como ocurre en el episodio 5 ‘Closer’ de la serie dirigida por Jean-Marc Vallé.
Pero ahí quedan los posibles paralelismos entre ambas ya que mientras ‘Heridas Abiertas’ (“Sharp Objects”, 2018) explora de manera sobresaliente los traumas desde la más absoluta visceralidad, ‘The Little Stranger’ se muestra tan contenida que es incapaz de mostrar desde lo sutil, la profundidad de los sentimientos de sus protagonistas como ocurría por ejemplo en el caso de la ya citada anteriormente ‘The Handmaiden’ (Park Chan-wook, 2016) . De Abrahamson y de Waters esperábamos mucho mas y no una cinta tan plana y rutinaria como esta. Una lástima.
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