Crítica: Benny Loves You

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE EL DESVERGONZADO HOMENAJE DE KARL HOLT AL CINE DE MUÑECOS ASESINOS

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Si existe un fetiche en el cine de terror por encima de cualquier otro (y son unos cuantos), es es el de los muñecos asesinos. La historia del género está repleta de ellos y daría para montar un Toys'R'Us muy particular, uno al que llevar a los críos a que se perdieran entre los estantes y dejaran de dar por culo un rato a sus sufridos progenitores (pero esa es otra película... de terror, por supuesto). El debutante Karl Holt, que no se si tendrá, críos digo, se presenta en este Sitges y su Midnight X-treme con “Benny Loves You” (2019), un homenaje/parodia del cine de muñecos asesinos el cual escribe, dirige y protagoniza. 

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“comedia de terror que redefine aquello tan recurrente y aceptado de “película festivalera” y lo eleva a la enésima potencia” 

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Tom Holland metió en nuestras vidas a Chucky en 1988 con su “Muñeco Diabólico” y desde entonces, cientos de miles de secuelas, refritos, clones, reimaginaciones, primos lejanos del puñetero muñeco... Que si los Warren se sacaron a Annabelle del potorro y ¡Bingo!, ya tenemos nueva saga para volver a comenzar el interminable ciclo de la vida y el exploit. Muy nuestro todo. No fue el pionero, Holland digo, la cosa ya venía de atrás. El desaparecido Stuart Gordon ya había abierto la veda con “Dolls” (1988) y luego llegaría David Schmoeller para dar inicio a una saga que rivalizaría con la de Chucky en longevidad y la superaría en estupidez. 

De todo esto se ríe abiertamente aunque siempre desde el cariño, Karl Holt. El debutante cineasta recopila todos los tópicos del subgénero y los adapta para dar forma a esta descabellada “Benny Loves You”, comedia de terror que redefine aquello tan recurrente y aceptado de “película festivalera” y lo eleva a la enésima potencia. Está claro, que si hay una película que deba verse en un festival como Sitges, en una sección como Midnight X-Treme y si puede ser, con alguna que otra cerveza en los riñones, es esta. En cualquier otro supuesto, y sin una infancia/adolescencia repleta de excesos y dedicada cuasi de manera íntegra a la causa, no seré yo quien me atreva a recomendar una película como esta al profano de turno. A todos aquellos que siempre nos han dicho que desperdiciamos buena parte de nuestra juventud viendo cine basura para enfermos... bueno, yo les digo que se jodan, ahora podemos disfrutar de algo como “Benny Loves You” mientras ellos habrán perdido su tiempo, cordura y dinero.

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“un título ajeno a cualquier norma preestablecida en el maravilloso arte del cine. No hay nada que deba tomarse excesivamente en serio, ni personajes, ni situaciones” 

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Lo de Holt puede parecer en muchos momentos una tomadura de pelo. Supongo que forma parte del encanto de la propuesta y queda a gusto del consumidor delimitar donde termina la gracia y donde comienza el troleo. Incluso en lo segundo, hay terreno virgen para plantar el chiringuito y pasar un buen rato. Vivimos, el cine vive, un tiempo en el que todo se mira con lupa, todo se pone en entredicho, todo se cuestiona por más descabellado que pueda ser el argumento. Las redes sociales han hecho proliferar a ese crítico de cine (diccionario de sinónimos en mano) que todos llevamos dentro, a todos esos elegidos que en pocos caracteres son capaces de iluminarnos con su grandilocuencia para borregos que no significa absolutamente nada y que ni ellos mismos comprenden. Predicadores de saldo y vendedores de humo exprés. En un escenario tan cargado (y cargante) como este, se agradece una pausa para la intrascendencia. 

“Benny Loves You” es por tanto, un título ajeno a cualquier norma preestablecida en el maravilloso arte del cine. No hay nada que deba tomarse excesivamente en serio, ni personajes, ni situaciones. Si en la comedia de terror vale casi todo, aquí el “casi” está de más. Lo se, no está bien visto pegarle a un niño, meterse con esa adorable mascota o convertirse de la noche a la mañana en cómplice necesario de un despiadado asesino y que al espectador le sigas cayendo bien... por más entrañable y achuchable que dicho carnicero sea. Pero en “Benny Loves You” todo esto está aceptado. Si los miembros de la real academia de la lengua no se ahogan en sus propios fluidos corporales cada vez que escuchan al versado pueblo vomitando “ir”, en lugar de “id”, o “MadriZ”, en lugar de “Madrid”, tampoco va a pasar nada por que Holt y su amigo de felpa de la infancia le pasen el rabo por la cara a todo el que se les ponga por delante. Pues nunca olvidéis, por encima de cualquier otra consideración, que Benny os ama de forma desesperada. 

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“ojo con el empacho de muñeco y de tonterías varias, que cuando se alarga en exceso el chiste, termina perdiendo la gracia” 

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En el apartado visual, “Benny Loves You” tampoco va sobrada de vergüenza. Benny, que parece un primo bastardo de Elmo, luce su figura digital sin tapujo alguno, en algunos momentos, me atrevería a decir que incluso levita sobre las superficies, como ya hiciera Cristo (el de la secta, no el de los leones) cuando anduvo sobre las aguas. No sería esta una película que destaque por sus efectos especiales (ojito a cierta cabeza decapitada que corre por ahí). Pero en este caso, no es algo que sea realmente penable, de hecho, hablamos de una visual muy acorde con el tono general del filme. 

¿Hay humor inteligente en “Benny Loves You”? Seguramente no. La carcajada suele llegar por abrasión, y en muchas ocasiones, desde lo más despreciable de nuestra propia naturaleza. La muerte puede resultar divertida, sobre todo si la perpetra alguien tan adorable como Benny. Pero ojo con el empacho de muñeco y de tonterías varias, que cuando se alarga en exceso el chiste, termina perdiendo la gracia y lo de Holt va a la deriva en varias ocasiones, aunque sin llegar a desconectarnos del todo en ningún momento. Se mueve por el alambre, pero (casi)siempre hay una mueca oportuna que aparece al rescate. En este Sitges vamos a poder disfrutar de comedias de terror mucho mejor hechas y seguramente, más divertidas e inteligentes que esta. Pero que coño, hemos pasado un buen rato con el muñeco de marras y compañía. Si algunos se lo pueden pasar bien (incluso aplaudir) con poco más que una mosca gigante y algo de acento francés (me da la nariz que en el fondo, Dupieux y Holt manejan registros similares), lo de Benny no debería sonar tan imposible. 

Lo mejor: Benny, el certero retrato que hace Holt de su propio personaje y LA HOSTIA... que gustazo de hostia. 

Lo peor: Es graciosa ( y sí, muy simpática), pero termina acusando el abuso.