Crítica: The Education of Fredrick Fitzell

DONNIE NOS HABLA SOBRE UNA DE ESAS PELÍCULAS INCLASIFICABLES Y POSEEDORAS DE UN ALGO ENIGMÁTICO QUE LAS HACE ADICTIVAS

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Hace unos años se proyectó en el festival de cine fantástico de Sitges la película de André Turpin titulada 'Endorphine' (2015), una cinta árida que narraba la vida de tres mujeres que compartían nombre y se relacionaban entre ellas de una manera un tanto digamos, que extraña. La cinta levantó tantos bostezos que se transformaron en críticas negativas o realmente tibias. Creo que no fuimos muchos a los que la cinta de Turpin nos sedujo y puede que esta pierda parte o gran parte de su fuerza en diferentes visionados, pero es una película como mínimo interesante aunque demasiado hermética y fría como para llegar a gran parte del público. 

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“Por muchas referencias que se puedan citar, por muy obvias que puedan resultar sus influencias, MacBride las hace suyas” 

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Podríamos decir que 'La educación de Fredrick Fitzell' (2020) es la 'Endorphine' de este año, pero una 'Endorphine' que ha perdido la aspereza por el camino, que se ha transformado en algo mucho más accesible aunque no exento de cierta complejidad. No logrará 'La educación de Frederick Frizell' el nivel de bostezos que se alcanzó con la cinta de Turpin, puede que otras películas proyectadas este año sean mucho mejores que esta y la acaben eclipsando, que la sombra de Jaco Van Dormael sea demasiado grande, que... da igual cuantos "qués" podamos seguir añadiendo, lo más importante es que con todos su aciertos y su fallos, con la manera en la que 'La educación de Frederick Fritzell' intenta alejarse de la previsibilidad que puede tener el desarrollo de la historia llegado cierto punto, la cinta escrita y dirigida por Christopher MacBride es una película realmente interesante, que se ve muy bien, que se disfruta de principio a fin y que deja en el espectador las suficientes preguntas para seguir pensando en ella y no tener la sensación de que MacBride le ha tomado a este por poco menos que tonto. 

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“no sabía que me podía esperar de ella y puedo decir que me atrapó y me sedujo. También me desconcertó, por la manera en la que abordaba ciertos temas” 

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Una persona absolutamente normal. Un trabajo aburrido que ha supuesto el fin de todos los sueños de juventud. La manera en la que este se obsesiona con una antigua compañera de instituto a la que no ve desde hace unos quince años. Una droga que causa furor entre aquellos que la prueban... Resulta difícil explicar con precisión de que trata esta película, tampoco creo que sea necesario saber más que unas pocas líneas para que el espectador se adentre en ella sabiendo lo mínimo de la trama. No son necesarias más que unas pinceladas. Por muchas referencias que se puedan citar, por muy obvias que puedan resultar sus influencias, MacBride las hace suyas, las pasa por su filtro y aunque por momentos podamos tener la sensación de que 'La educación de Fredrick Fitzell' no es tan original como se cree, esta se ve tan bien y se disfruta tanto que no nos importa. 

MacBride parece que se pone el traje de Shane Carruth, pero de un Carruth comercial, asequible y puede que esto sea utilizado en contra de esta película. A veces hacer algo que pueda ser más digerible que otras propuestas puede ser considerado peyorativo. Aquí nadie dirá eso de 'The sun hurts my eyes' pero es una frase que no nos cuesta poner en boca de alguno de los personajes en cierto momento. Tenemos a nuestro propio Nemo. Sus dibujos, sus obsesiones. Aquí nadie levita por encima de un banco, nadie observa como una chica salta desde un trampolín. Aquí tenemos a nuestra propia Anna. La mirada de una compañera de instituto durante una clase es capaz de hacer que se te pare el corazón. Aquí tenemos nuestras propias cicatrices. Las físicas, en la cara, como parece que últimamente no puede ser de otra manera. Las otras, en la forma en la que nuestra vida ha tomado un camino que no era el que esperábamos o queríamos. Hastío, confusión, obsesión, recuerdos, exploración...   

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“posee una gran calidad técnica, una muy cuidada puesta en escena y una historia que sin llegar a ese punto de no retorno en lo que a su compresión nos refiere, nos deja las suficientes preguntas” 

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Empecé a ver 'La educación de Fredrick Fitzell' sin saber absolutamente nada de ella. A veces es lo mejor que nos puede pasar. No tenemos ideas preconcebidas, por mucho que queramos, cuando sabemos algo de una cinta ya nos empezamos a construir nuestra propia idea de ella en nuestra cabeza, no sabía que me podía esperar de ella y puedo decir que me atrapó y me sedujo. También me desconcertó, por la manera en la que abordaba ciertos temas, por la sensación de que McBride no quiere forzar más la complejidad de la historia, que le daba miedo que a su película solo se le pudiera definir con eso de WTF? y que a mi personalmente me habría encantado, que esta película hubiera hecho que mi cerebro hubiera implosionado, pero McBride no la lleva hasta ese punto. Una lástima a pesar de que el resultado final es aun así para mi realmente satisfactorio. 

Dylan O'Brien consigue escapar del recuerdo del laberinto y con papeles como este en películas como esta es capaz de demostrar el gran potencial que tiene como actor. Maika Monroe se disfraza de Sarah en 'Under the silver lake' (2018) y solo esperamos que a Hannah Gross vista en la primera temporada de 'Mindhunters' le den papeles con mayor entidad. 'La educación de Fredrick Fitzell' posee una gran calidad técnica, una muy cuidada puesta en escena y una historia que sin llegar a ese punto de no retorno en lo que a su compresión nos refiere, nos deja las suficientes preguntas en la cabeza como para seguir pensando en ella o querer volver a verla. La única duda que tengo ahora: ¿Es esta la 'Daniel isn't real' (2019) de este año..?