Crítica: Sisters

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE LA PRIMERA GRAN APORTACIÓN DE UN CLÁSICO COMO BRIAN DE PALMA AL GÉNERO DE TERROR

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La película que hoy nos ocupa es una obra relativamente pequeña de un director cuya filmografía posterior ocuparía un lugar privilegiado en la historia del cine. Brian De Palma filmó “Sisters” (1973) sin el convencimiento total de sus anteriores productores, que veían en la idea algo demasiado atrevido. Para De Palma, que previamente había llevado a cabo varias películas independientes de recorrido modesto y que esperaba que “El fantasma del paraíso” (ya escrita pero no rodada) fuese su primer éxito comercial, “Sisters” fue un triunfo inesperado que se ganó el beneplácito de la audiencia y la crítica, estableciendo a De Palma como un director reconocido y perfeccionando algunos de marcas cinematográficas que luego ayudarían a forjar su carácter autoral. 

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“De Palma se niega rotundamente a cualquier comparación entre su obra y la de Hitchcock, a quien admira profundamente” 

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Basada en una historia real que De Palma leyó en un periódico de la época, la película se centra en la historia de dos hermanas siamesas que son separadas al llegar a la adolescencia, cuando cada una empieza a desarrollar una personalidad diferenciada. De Palma, fascinado por los posibles problemas psicológicos que pudiesen arrastrar las hermanas y su potencial cinematográfico, decide filmar un thriller de terror sobre el desequilibrio de las chicas. 

El proceso de creación de “Sisters” explica en gran medida la elección de las actrices, que resultan ser uno de los mayores aciertos del film. Margot Kidder, que interpreta a las dos siamesas, era una actriz en alza que hasta ahora sólo había interpretado papeles prototípicos de interés amoroso, mientras que Jennifer Salt ya había trabajado con De Palma en “Hi, Mom!” (1970). El destino quiso que ambas actrices viviesen juntas en ese momento, y adoptaron a De Palma mientras escribía la película, lo cual tuvo una gran importancia en cómo De Palma concibió a sus personajes. Ambas interpretaciones resultan ser lo mejor de la película, a destacar el esfuerzo de Margot Kidder por interpretar el desequilibrio de Dominique (como curiosidad, Margot Kidder llegó a estar muy afectada por la oscuridad del guion y se sentía insegura en el papel, lo que todavía le concede más mérito por el resultado final). 

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“Sisters cultiva varias de las marcas autorales de De Palma, como la pantalla partida que el director utilizaba para exponer dos perspectivas y aumentar el suspense” 

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Las referencias a Hitchcock son palpables. Desde la música (un homenaje claro a “Psicosis”, que es, de hecho, del mismo compositor: Bernard Herrmann) hasta las escenas del descubrimiento del personaje de Salt (referencia a “La ventana Indiscreta”) pasando por la construcción de los personajes (en especial el personaje de Salt, muy arquetípico del cine de Hitchcock) y algunos giros de guion. Sobre esto hay que destacar que, a pesar de todo lo escrito sobre los parecidos entre los dos directores, De Palma se niega rotundamente a cualquier comparación entre su obra y la de Hitchcock, a quien admira profundamente. En lo personal, también veo en “Sisters” algo de “Repulsión” (Polanski, 1965) particularmente en el personaje de Dominique. 

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“experimenta con varios recursos cinematográficos para reflejar la psique de los personajes y su historia previa, como las imágenes oníricas y surrealistas en blanco y negro” 

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Por otro lado, “Sisters” cultiva varias de las marcas autorales de De Palma, como la pantalla partida que el director utilizaba para exponer dos perspectivas y aumentar el suspense (una de las escenas en este formato de "Sisters" dura alrededor de ocho minutos). De Palma considera que la conciencia del espectador sobre la forma de la película es igual de importante que la película misma e intencionadamente utilizaba la pantalla partida para romper con la ilusión cinematográfica clásica. Así mismo, “Sisters” experimenta con varios recursos cinematográficos para reflejar la psique de los personajes y su historia previa, como las imágenes oníricas y surrealistas en blanco y negro que muestran el deterioro mental del personaje de Salt y que recuerdan profundamente a “El carnaval de las almas” (Harvey, 1962), y formas de metacine documental para mostrar la vida previa de las siamesas.

Como contrapunto, en “Sisters” hay quizás demasiadas ideas y giros. No es confusa en el desarrollo, pero algunos de los planteamientos se quedan en el camino por una cuestión de duración y pueden echarse de menos en el desenlace, que por otro lado encuentro profundamente negro y divertido. Sin ser el mejor trabajo de De Palma (porque luego vendrían clásicos indiscutibles como “Carrie”, 1976; “Dressed to Kill”, 1980; o “Scarface”, 1983) “Sisters” es una película entretenida y desenfadada, que recoge muchas de las referencias (conscientes o no) del director y que resulta divertida de revisionar.