Crítica: Watcher

MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE EL DEBUT DE LARGO DE CHLOE OKUNO, PROTAGONIZADO POR MAIKA MONROE

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Una de las pequeñas grandes sorpresas que me llevé el año pasado fue "V/H/S/94" (2021). Servidor, que ni es un gran amante de las películas de episodios y al que el formato cortometraje siempre le ha dado una cierta pereza, disfrutó de un film que ofrecía una serie de trabajos muy disfrutables y digeribles entre los que destacaban dos de ellos: "The subject" del inefable Timo Tjahjanto y "Storm Drain" de la cuasi debutante Chloe Okuno. Mientras el primero es un despiporre divertidísimo y lleno de gore, en el segundo se adopta el formato found footage para narrar las vicisitudes de una periodista que pretende descubrir el misterio que esconde una extraña leyenda urbana. 

Unos meses después del estreno de "V/H/S/94" (2021), Okuno presentaba en el Festival de Sundance su ópera prima "Watcher" (2022). A estas alturas me van a permitir un inciso. Sundance es un Festival harto peculiar. Y esto se debe no sólo a que es probablemente uno de los más importantes del mundo dentro del cine independiente, sino a que su verdadera razón de ser es la de facilitar la distribución de determinados títulos que de otra manera difícilmente podrían acceder al gran público -aunque eso pasa en la mayoría de festivales, aquí está mucho más acentuado por la propia distribución de las secciones y el número reducido de títulos preseleccionados- Para directores y productores, más allá de los premios, el Festival es un gran mercado en el que pueden dar a conocer sus obras y venderlas. Ahí se proyectó "Watcher", con bastante buena recepción, logrando que la adquirieran IFC Midnight para su distribución en cines y Shudder para lanzarla en su plataforma. En el caso de Europa la veremos gracias a Universal Pictures y su filial Focus Features. 

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“Si alguien busca sorpresas, giros, ideas retorcidas de guion, falsos culpables o cualquier otra contingencia característica del género, aquí no va a encontrar nada de eso” 

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Este último dato demuestra que, al menos a priori, la película ha despertado el interés de unas compañías relevantes dentro del mundo de la distribución cinematográfica. Ello implica que la película llegará a los cines y tendrá facilidad para acceder a festivales especializados de un cierto prestigio. Sin ir más lejos, los que este año acudan al Festival de Sitges podrán ver la película en pantalla grande dentro de la sección Orbita. Recordemos que dentro de esta sección se aglutinan aquellos films que, sin ser directamente fantásticos o de terror, guardan incuestionables sinergias con el género. Vamos, que es el lugar indicado para los amantes del cine de artes marciales, acción, suspense o los thrillers más o menos al uso. Es precisamente dentro de este subgénero, el del thriller, donde se engloba claramente la película. 

¿Qué nos explica "Watcher"? La historia de Julia, una joven actriz que, a causa de un ascenso de su marido, se traslada a vivir a Bucarest. Los días para Julia transcurren entre el aburrimiento y la soledad en el contexto de una ciudad completamente desconocida en la que el idioma no deja de ser un hándicap más. Muy pronto empezará a tener sospechas de que un vecino le observa desde el edificio de enfrente. Mientras en la ciudad un asesino en serie está causando estragos entre mujeres jóvenes. Dice la sabiduría popular que si un ave parpadea como un pato, vuela como un pato y se parece físicamente a un pato, seguramente es un pato. Con esta película pasa exactamente lo mismo: lo que vemos es exactamente lo que es. Si alguien busca sorpresas, giros, ideas retorcidas de guion, falsos culpables o cualquier otra contingencia característica del género, aquí no va a encontrar nada de eso. En "Watcher" todo es muy sencillo (por no decir simple) y en este sentido el producto es de una claridad meridiana. Da la impresión de que a la directora/guionista le ha importado un soberano pimiento manufacturar una historia de suspense con la que epatar a los espectadores. Honestamente creo que sus inquietudes autorales van por otros derroteros. 

¿Y qué es lo que nos quiere explica Cloe Okuno en su película? Pues una historia de soledades e incomunicación contextualizada dentro de un discurso feminista intencionadamente sutil y, todo sea dicho, nada maniqueo. Y todo ello explicado a través de una puesta en escena muy meditada en la que la directora, como mínimo, muestra un notable pulso narrativo. La historia del cine está plagada de óperas primas en la que sus responsables intentan ofrecer conscientes (y muchas veces impostados) "tours de force" a través de los cuales llamar la atención sobre su capacidad como creadores de imágenes. Okuno opta por la discreción y por ofrecer una dirección muy elegante, a la vez que personal, que le otorga a la película una interesante identidad propia. Vamos, que esta misma historia en manos de otro director hubiera podido ser perfectamente uno de esos telefilms de sábado al mediodía con los que Antena 3 fomenta entre sus telespectadores el noble arte de la siesta. 

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“Okuno opta por la discreción y por ofrecer una dirección muy elegante, a la vez que personal, que le otorga a la película una interesante identidad propia” 

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La película funciona tanto gracias al trabajo tras las cámaras de Okuno como al que realiza delante de ellas la extraordinaria Maika Monroe. Si esta actriz ya sorprendió a propios y extraños con su interpretación en la excelente "It Follows" (2014), aquí directamente lo borda. Y es que sólo con miradas y pequeños gestos es capaz de transmitir la tristeza, soledad y miedo que definen al personaje. La actriz logra hacer perfectamente creíble a una mujer que vive atrapada entre sus propias dudas existenciales y el miedo ante un voyeur que la acosa de forma indisimulada. Sin duda esta chica merece mucha mejor suerte. 

Decisiones creativas tan acertadas como la de no subtitular los diálogos en rumano (ayudando a que como espectadores nos sintamos tan desconcertados como la protagonista), la de ofrecernos en todo momento su punto de vista (todas las acciones en las que Maika Monroe no participa están narradas en off) o la de explicar, con pequeños detalles de puesta en escena, la incertidumbre que alguien siente al moverse por un entorno geográfico desconocido (quien no ha sentido miedo al coger el metro por la noche en una ciudad ajena), son aciertos que hay que colocar en el haber de la directora y que le otorgan empaque a la historia. Okuno demuestra tener un pulso firme y las ideas claras respecto a como contar la historia. 

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“Como ejercicio de suspense no funciona, pero como un retrato emocional sobre la soledad y el desamparo narrado desde una mirada femenina resulta muy interesante” 

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Respecto a toda la parte en la que se establece el discurso feminista (en el fondo la película nos narra la historia de alguien que es acosada sin que los demás se lo crean) es tan sutil que, precisamente por eso, acaba funcionando. Ese axioma tan freudianamente machista de definir determinados miedos femeninos como un simple producto de la histeria/aburrimiento propias del género, lo vemos muy bien reflejado a lo largo de la película. Es obvio que a la protagonista no le creen; de la misma forma también resulta evidente que lo que estamos viendo no es producto de las fantasías de una paranoica. Todo ello nos provoca un efecto muy curioso en los espectadores: más que sentirnos identificados con ella por el miedo que siente ante un acosador anónimo, que también, fundamentalmente nos solidarizamos porque entendemos que en un personaje sólo, perdido e incomprendido. 

"Watcher" no es una película brillante; y no lo es porque su guion cojea y tiene muchísimas costuras. Apostaría algo a que la directora quería contar algo muy intimista y que, probablemente por pura facilidad a la hora de lograr la financiación, ha tenido que optar por enmarcar sus inquietudes dentro de un trhiller de una simpleza cuasi naif. Como ejercicio de suspense no funciona, pero como un retrato emocional sobre la soledad y el desamparo narrado desde una mirada femenina resulta muy interesante. Además, no voy a negarlo, desde el punto de vista puramente formal se vislumbra la figura de una directora que puede dar mucho que hablar en el futuro. Lo que ya no tengo tan claro es si lo hará dentro o fuera de nuestro amado género.