Crítica: Oso Vicioso

KRUEGER NOS HABLA SOBRE EL INESPERADO DESEMBARCO EN SALAS COMERCIALES DE LA DESCABELLADA COMEDIA DE TERROR DIRIGIDA POR ELIZABETH BANKS

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Reconozco que afronté el visionado de “Oso Vicioso” (Elizabeth Banks, 2023) con la mejor de las actitudes posibles. La primera vez que leí el argumento no cabía en mí de gozo, pero inmediatamente se cernió sobre mi cabeza el aleteo de esa aberración conocida como The Asylum; pero había algo diferente en este caso... una buena distribución en cines, una directora con (presunta) tirada comercial y un reparto con nombres conocidos. El primer tráiler despejó todas mis dudas: era una película que me iba a gustar. No, no me equivoqué: “Oso Vicioso” me parece una película maravillosa y una macarrada comercial de toma pan y moja, que se queda solo un peldaño por debajo de mi adorado remake de “Piraña”, “Piraña 3D” (Alexandre Aja, 2010). 

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“Se agradece ver una película con una premisa tan disparatada, en la que el aspecto formal no se ha descuidado ni un ápice” 

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Fardos de cocaína perdidos en un bosque, siendo encontrados por un oso con más vicio que Albert Rivera. Un argumento así solo puede dar lugar a una broma gigantesca y "Oso Vicioso" es ese chiste del que no te cansas nunca (quizás pierda algo de fuelle en su parte final) y que te ves obligado a disfrutar con una sonrisa de oreja a oreja. Además, probablemente estemos frente a uno de esos rara avis en los que el cuelgue del traductor del título original funciona: “Oso Vicioso” es aún mejor que “Cocaine Bear”. La nueva película de Elizabeth Banks es su mejor obra hasta el momento. Se agradece ver una película con una premisa tan disparatada, en la que el aspecto formal no se ha descuidado ni un ápice. El film luce que da gusto, la fotografía saca partido a los escenarios de ese parque natural y el CGI no molesta en ningún momento, al contrario, hace un trabajo bastante meritorio con el osezno protagonista. Es que no quepo en mí de gozo; una película llamada "Oso Vicioso" que está bien dirigida, bien interpretada y bien escrita. 

Estamos frente a una obra divertidísima, que no se toma en serio a sí misma en ningún momento. Bien saben los que leen estas páginas, la natural urticaria que me produce la mezcla de comedia y terror (aún siento escalofríos al recordar el aluvión de comedias con zombies de hace unos años, ya fueran zombies con boy scouts, zombies con gansters, zombies con niños, zombies con berenjenas…), pero cuando la mezcla funciona amigos...¡ay cuando funciona! “Oso Vicioso” se beneficia de un reparto que sabe perfectamente el film en el que se encuentra y disfruta enormemente de ello. Brillan una recuperada Keri Rusell, un desaparecido Alden Ehrenreich (pobre hombre el nuevo -ya viejo- Han Solo…) y un desatado Ray Liotta. Pero es que los secundarios son oro puro; desde esos niños roba escenas hasta esa guardabosques de gatillo fácil, pasando por el inspector incapaz de llamar a los animales por su nombre. Aunque personalmente me quedo con esa banda (es un decir, son tres) de pandilleros de pintas imposibles, cuyo líder tiene momentos de auténtica carcajada. 

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“debo destacar la que, para mi, es una de las mejores secuencias de lo que llevamos de año. La secuencia de la ambulancia, y su prólogo, merece por sí sola el visionado de la película completa”

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Aunque “Oso Vicioso” sea una comedia, de ahí mi comparación con “Piraña 3D”, no escatima a la hora de mostrar sangre y entrañas, teniendo algunos momentos de auténtico impacto, más teniendo en cuenta el enfoque comercial de la propuesta. Hay bastantes miembros arrancados, abundante gore y sangre en cantidades más que recomendables. Aquí debo destacar la que, para mi, es una de las mejores secuencias de lo que llevamos de año. La secuencia de la ambulancia, y su prólogo, merece por sí sola el visionado de la película completa, pero existen otros claros ejemplos de grandes secuencias que hacen hincapié en el lado más cómico de la historia (el oso tumbado es simplemente hilarante…).

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“Conviene recordar que el cine de género tiene un componente festivo indudable y propuestas como Oso Vicioso nos lo recuerdan de forma gozosa” 

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El CGI está bastante conseguido, ya que el oso digital no da el cante en ningún momento y su uso se encuentra en perfecto equilibrio con un trabajo de FX clásicos de esos que tan burros nos ponen a los aficionados. No hay nada mejor que un buen muñón sanguinolento. O una muñeca rota, que también vale. 

Tenemos que aplaudir que la historia de un oso cocainómano asesino llegue a las pantallas de cine. Que lo haga con una distribución masiva y que nosotros estemos ahí para verlo. Conviene recordar que el cine de género tiene un componente festivo indudable y propuestas como “Oso Vicioso” nos lo recuerdan de forma gozosa. Y vuelvo a insistir, dentro de sus parámetros, es una película muy bestia. ¿Cuándo fue la última vez que visteis a unos chavales de 13 años consumir cocaína de forma naif? ¿Y si la escena de consumo estuviera rodada con aire Spielberg? Pues eso, una película maravillosa.