miércoles, 28 de junio de 2023

Crítica: Santa Claus

SHAGGYFARACHE NOS HABLA SOBRE "SANTA CLAUS". EL GRAN CLÁSICO NAVIDEÑO


A finales del año 1978 David Niven tenía un proyecto como productor que era, literalmente, mágico y con un gran potencial: una historia sobre Santa Claus, sus orígenes y sobre la magia navideña, todo esto a cargo de Gene Kelly quien iba a dirigirla, protagonizarla y preparar toda una coreografía de bailes. Cualquiera pensaría que un proyecto de este calibre debió recibir de inmediato la ansiada luz verde del estudio para arrancar, pero por esas extrañas situaciones que a veces ocurren en Hollywood, la película cayó en lo que se conoce como un “hell development” durante los siguientes 3 años. 


“una película inspiradora, llena de encanto, magia y de mucha emoción navideña con un guion ideado para resaltar la eterna historia del bien contra el mal” 


En poco tiempo Niven y Kelly se desentendieron del proyecto que, afortunadamente, cayó en el regazo de Ilya Salkind, un joven y audaz productor que venía de hacer realidad “Superman” (1978) y que tenía a la Meca del cine comiendo de su mano. Ahora solo necesitaba alguien que hiciera realidad el estupendo libreto escrito por el matrimonio Newman, y su primera opción fue nada más y nada menos que John Carpenter

Una maravillosa historia navideña con un elenco soñado
 

La combinación de Salkind y Carpenter era algo que prometía el cielo y las estrellas, pero no prosperó. Carpenter estaba encantado, y como es habitual en sus proyectos, el maestro quería involucrarse en el final cut de la película y componer la partitura musical, pero Salkind no estaba dispuesto a soltar las riendas creativas de la película y ya había contratado a Henry Mancini (quien sustituía a Freddy Mercury cuya participación en “Los Inmortales” (1986) hizo imposible concretar la banda sonora). Debido a esto, Carpenter, que ya tenía cerrado el trato con Brian Dennehy en el papel de Santa, abandonó el barco cediendo su lugar a Jeannot Szwarc, un cineasta de origen francés con mucha experiencia en la televisión y en el cine fantástico. 


“unos efectos especiales y visuales que para la época eran los mejores, no por nada se trataba del mismo equipo técnico de efectos especiales que Salkind había utilizado en Superman” 


Ya con un director al mando del proyecto y con la distribución internacional de TriStar asegurada, Salkind y Szwarc comenzaron a idear a los intérpretes que incorporarían al elenco y los resultados fueron espectaculares. Para el papel de Santa Claus contaron con la participación del veterano David Huddleston, John Lithgow dio vida al divertidamente malvado B.Z, y la gran sorpresa fue el que sería el verdadero protagonista, y con mucho el mejor pagado de todo el elenco, el siempre genial Duddley Moore, en el papel de Patch, el ingenuo y querido ayudante de Santa Claus. 

Se trataba de una súper producción que contó con maravillosos cameos como el de Burgess Meredith en el papel del Anciano Elfo, en sustitución de James Cagney, y de Judy Cornwell como la señora Claus, además de unos correctos Christian Fitzpatrick y Carrie KeiHeim, quienes darían vida a la pareja de niños protagonistas. En la parte técnica se destacaron Arthur Ibbetson en la fotografía y muy especialmente el diseño de producción de Anthony Pratt que tuvo que lidiar con un sinfín de situaciones y complejidades técnicas que iban desde reproducir todo el Polo Norte en los grandes platós en Pinewood Studios y en los exteriores en Noruega, hasta conseguir un grupo de renos entrenados que supieran “actuar” de manera coordinada con sus pares animatrónicos. 


“la película serviría para catapultar a sus protagonistas a mejores papeles, en especial Huddlestone y Lithgow, quienes ofrecieron actuaciones realmente inolvidables” 


El resultado fue una película inspiradora, llena de encanto, magia y de mucha emoción navideña con un guion ideado para resaltar la eterna historia del bien contra el mal, de la esperanza contra el pesimismo y de los buenos deseos y del amor y la amistad verdadera contra la ambición y la codicia desmedida. Si bien no era una dirección digna de un premio de la academia, Szwarc supo mantener un tempo cinematográfico entusiasta y con mucho ritmo apoyado en la efectiva labor de Peter Hollywood en la edición y con unos efectos especiales y visuales que para la época eran los mejores, no por nada se trataba del mismo equipo técnico de efectos especiales que Salkind había utilizado en “Superman”

Un injusto fracaso comercial 

A pesar de que la película se filmó en un lapso récord de 3 meses y su período para la compleja postproducción fue más que suficiente, el abultado presupuesto de 50 millones de dólares, algo colosal para la época, atentó severamente con las aspiraciones de convertirse en un éxito comparable a “E.T.” (1982) y terminó convertida en un auténtico fracaso comercial, todo esto a pesar de su estreno mundial en navidad y con una espléndida campaña publicitaria durante todo el año 1985. Otra de las razones pudo haber sido la falta de química que se sintió durante su promoción, en especial de Lithgow, quien consideró la película como una obra bien hecha, pero menor, y especialmente la respuesta de la crítica especializada, que consideró la película como decepcionante y con poca magia. Sin embargo, la película serviría para catapultar a sus protagonistas a mejores papeles, en especial Huddlestone y Lithgow, quienes ofrecieron actuaciones realmente inolvidables y luego serían secundarios recurrentes en grandes películas durante los siguientes 25 años. Casi 40 años después, “Santa Claus” (1985) está considerada una película hermosa, mágica y de culto para toda la familia y que debemos ver al menos una vez en nuestras vidas.


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