Crítica: La Casa del Exorcismo

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE "LA CASA DEL EXORCISTA". CUANDO EL NEGOCIO PRIMA POR ENCIMA DEL ARTE

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Durante el periodo que abarca mediados de la década de 1950 hasta la década de 1980, la producción de lo que más tarde se denominaría Eurohorror se caracterizaba por un estado de permanente ebullición. No todas las películas han pasado el filtro de los tiempos modernos: los cambios en los gustos y la democratización de las técnicas cinematográficas han hecho que haya envejecido, a menudo, como una tradición cinematográfica mirada con desdén, a pesar de albergar un fandom de culto creciente cultivado a base de fanzine, y más tarde de internet. 

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“una amalgama de narratividad confusa que, en una extraña mezcla entre el homenaje y el plagio, se rehace a sí misma para referenciar explícitamente a la película de Friedkin” 

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La producción y distribución del Eurohorror se caracterizó por dinámicas impensables hoy en día: desde diferentes montajes que eludían la censura, rodajes que se solapaban en el mismo plató, imitaciones abiertas de productos de más dinero etc. En este contexto, Mario Bava y Alfredo Leone verían la oportunidad de realizar un remontaje de “Lisa e il diavolo” (Mario Bava, 1974) y reestrenarla en Estados Unidos bajo el nombre de “House of Exorcism”, en una clara referencia al éxito mundial de “El Exorcista” (1978). El resultado es una película made in Europa de serie b, irregular y desconcertante, que funciona como mera curiosidad de la época. 

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“un exploit destinado a aprovechar el éxito de El Exorcista cuya única baza es la libertad erótica que se permitía el cine independiente de la época” 

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La película cuenta la historia de Lisa (Elke Sommer) una joven estadounidense que se encuentra de vacaciones en Toledo. Tras abandonar un comercio de antigüedades, sufre un shock y es ingresada en un hospital. La falta de explicaciones médicas hará que el padre Michael (Robert Alda) entre en escena para intentar ayudarla, descubriendo que se trata de una posesión demoníaca que conecta con una antigua historia. 

Incluyendo escenas relativas a la posesión de Lisa (dirigidas y montadas por Alfredo Leone) combinadas con el metraje original de “Lisa e il diavolo”, el resultado es una amalgama de narratividad confusa que, en una extraña mezcla entre el homenaje y el plagio, se rehace a sí misma para referenciar explícitamente a la película de Friedkin. Por supuesto, eso incluye sus escenas de vómito verduzco y su conveniente revisión del spiderwalk. 

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“acaba quedándose en una simple curiosidad para los interesados en el eurohorror de la época, mediocre y olvidable” 

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El principal problema de La casa del exorcismo es que maneja dos películas de una calidad opuesta. Si bien “Lisa e il diavolo” era un cuento gótico al más puro estilo Mario Bava, con bella mise-en-scène y una mezcla entre lo onírico y el surrealismo; los segmentos añadidos (dirigidos por Alfredo Leone) se plantean como lo que son, un exploit destinado a aprovechar el éxito de “El Exorcista” cuya única baza es la libertad erótica que se permitía el cine independiente de la época. 

Ni tan bien rodada, ni con personajes tan carismáticos, carece no solo del encanto y la originalidad de la primera, sino también de la poética y el cuidado estético que caracteriza a la película de Bava. Si a esto le añadimos que el hilo que une una “Lisa e il diavolo” con la nueva parte del metraje se basa casi enteramente en las revelaciones de la Lisa poseída, a través del diálogo, el resultado es a ratos caótico y desconcertante. El paso de la liricidad de “Lisa e il diavolo” a los exabruptos hoscos y llenos de referencias sexuales de los nuevos segmentos resultan en lo único que debía haberse evitado: que pareciese precisamente lo que es, un remontaje. “La casa del exorcismo” acaba quedándose en una simple curiosidad para los interesados en el eurohorror de la época, mediocre y olvidable.