"Castlevania: Nocturne", freidoras de aire en oferta

ARTORIUS NOS HABLA SOBRE EL NUEVO ANIME VAMPÍRICO DE NETFLIX, AHORA, SIN LA FUNDAMENTAL FIGURA DE WARREN ELLIS

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¡Las freidoras de aire han revolucionado la cocina! ¡Disfrute usted de esta revolucionaria manera de entender las fritangas! Con un 99 menos por ciento de aceite, este magnifico producto mejorara su salud y la de toda su familia! Por no hablar del ahorro en aceite y las facilidades de limpieza del producto que... ¿Hola? ¿Sigues ahí, Lector? La pregunta sería ¿Por qué coño sigues ahí? No ves que estoy hablando de una puta freidora de aire? ¿Un horno camuflado e inflado de precio al fin y al cabo? ¿Por qué sigues leyendo?  

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“El despido de Warren Ellis por motivos que nada tienen que ver con el apartado artístico sabíamos que iba a conllevar un peaje” 

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Pues quizá por lo mismo que yo me he tragado este “Castlevania: Nocturne” (2023): Porque no te puedes creer que, entrando en un sitio en el que tienes confianza (El "Nido de Cuervos" en tu caso, querido lector. La franquicia de “Castlevania” de Netflix en el mío), te vayan a dar gato por liebre. El despido de Warren Ellis por motivos que nada tienen que ver con el apartado artístico sabíamos que iba a conllevar un peaje que, por desgracia, ha sido para mí imperdonable por mucho que me lo adornen con un apartado visual y sonoro potente. Pero hay cosas que, pese a todo su virtuosismo técnico, si tienes una edad como el que suscribe y te gustan las buenas historias, determinados momentos dan  vergüenza ajena. Permitidme desglosar primero los pecados capitales del 3/10 que le he encasquetado a este bodrio infame, y al final hablaré de los aspectos positivos. Ojo, que los hay, pero eso sería si tuviera entre 12 y 18 años y no, tengo 44 y es lo que hay. 

1. REVOLUCIÓN FRANCESA CONTADA POR Y PARA TRENDIES. Se supone que la serie está contada en la revolución francesa, y se llenan la boca con ello. Pero podría estar contada en Chueca o en el Born de Barcelona de hoy en día, y daría exactamente igual, porque se pasa el contexto histórico por el forro. Y sí, me diréis que es un mundo fantasy y que no es exactamente nuestro mundo, que había que versionar el videojuego “Castlevania: Rondo of Blood” etc... pero usas nombres y situaciones que te remiten a la revolución francesa, concretamente en el período del gran Terror, pero con vampiros, y ¿Qué tenemos? 

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“pese a todo su virtuosismo técnico, si tienes una edad como el que suscribe y te gustan las buenas historias, determinados momentos dan  vergüenza ajena” 

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Pues a la dulce María CON MEDIAS DE SEDA Y VESTUARIO DE NOBLE FRANCESA, y esto es histórico: el estilo de ropa que lleva lo llevaban los nobles franceses para ridiculizar al pueblo llano. Y ahí la tenemos a ella dando unas soflamas republicanas en medio de una multitud campesina que usa PAN para apedrearles en una determinada escena. Claro, en mitad del Terror, con toda Francia muriendo de hambre (de ahí la base de la rebelión contra la monarquía y la nobleza) y la gente usando pan del bueno para tirárselo a la cara a los protagonistas. ¡Y que raciones en la taberna oigan! ¡Unos estofados que no se los salta un galgo! Pero esta gente pasaba hambre, ¿En serio? No, si María Antonieta con lo de los pasteles tenía razón al final... Lo dicho, todo maravilloso, todo muy cuqui. Todo destinado a público que no tenga ni idea de historia y desperdiciando una ambientación con la hostia de posibilidades. 

2. GAYS BUENOS VS LESBIANAS MALVADAS.  Lo admito, soy Netflix fan. Me encanta el estilo inclusivo de muchas de sus producciones, disfruté como un enano con “Sex Education”, el remake de “She Ra” y por “Ru Paul Drag Race” muero. Pero claro, nadie es perfecto y muy de tanto en tanto de tanto escorarse un barco corre el riesgo de hundirse. Como es el caso. Desconozco la identidad de género o preferencia sexual del showrunner de esta serie, pero me permito aventurarla, dado que la  idealización del romance gay masculino de la serie contrasta con los pusilánimes secundarios heteros, por no hablar de esa encarnación del mal que son las pérfidas lesbianas de la serie. La lesbofobia del asunto llega a barrocos pináculos con unos diálogos villanescos por parte de la antagonista de la función y su secundaria que me dieron vergüenza ajena: son malas porque sí, porque no tienen otro motivo, y en cada uno de sus diálogos se reivindican en lo muy malas que son y en lo mucho que les gusta morder a chicas guapas. Uno no puede evitar recordar a Drácula o a Carmilla en las temporadas anteriores y se te cae el alma al suelo. Y no me vengan con que la Bathory es el epítome de la bollera malvada: Drácula originalmente era un depravado sexual y en “Castlevania” Ennis le dio profundidad y motivos para sus desmanes. ¿Aquí? “Lesbian Vampire Killers” (2009) porque sí. 

3. PREVISIBLE NO, LO SIGUIENTE.  Te juro querido lector que, en el final del episodio 3, entre mi señora y yo nos hicimos la apuesta de decir exactamente lo que iba a pasar en la serie. Acertamos en todo, y no es que seamos especialmente agudos, es que el guion es lo más trillado y previsible que me he echado en cara. Narices, hasta cierta aparición estelar la predijimos. Sin comentarios señoría. 

4. LA MADRE CHULETA Y EL CURA IMBÉCIL. Pero vamos a ver... la motivación del “tu mataste a mi madre” ya no es que huela, es que me aburre, y mucho. Mira que lo solventaron bien el tropo en la primera temporada, pero es que ahí a la madre en cuestión en 10 minutos el guion hacía que nos importase lo que pasase. ¿Aquí? Ni en broma. Por no hablar que aquí tenemos el tropo x 2... Moraleja, si eres madre del héroe, la vas a diñar fuerte. Y si ya tienes talla de sujetador 90, en este universo fijo que acabas siendo de los malos. Porque el bien es adolescente y el poder de la juventud, lo dicen bien claro en la serie. Y hablando de malos, oootra vez con la iglesia hemos topado: ¿Villano recurrente? No, villano imbécil, porque es eclesiástico (claro que sí) y al ser cura en “Castlevania” parece que tiene que ser malvado. Aunque sus motivaciones presuntamente profundas se contradicen de una manera tan absurda que cada vez que abre la boca estás deseando que le arranquen la carótida desde el minuto uno.

5. VAMOS A RECICLAR DISEÑOS.  Es el problema de tener unos añitos y haber visto mucha tela: que cuando te aparece el diseño de la villana de la función y ves que es un calco del mismo personaje de “Vampire Hunter D: Bloodlust” (2000) hecho con todo el morro, pues que te entra la risa. Y si el personaje “actual” se comporta como una quinceañera repelente cuando se supone que es un ser milenario, pues... o dicho. 

6. LOS DIÁLOGOS. Me pregunto como esa multitud revolucionaria puede escuchar las soflamas revolucionarias de sexto de primaria dichas por una pija quinceañera con semejante atención. Ah, bueno, que solo van ocho personas. ¡Aún hay esperanza para el pueblo llano! 

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“Si te gusta el estilo de animación de Powerhouse te vas a dar un banquete: los ejercicios de estilo que hacen en determinadas escenas son visualmente fabulosos y atmosféricos” 

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Cada vez que abre un personaje la boca (a excepción de cierta pareja que parece que las guioniza alguien distinto al resto) da hasta apuro. Cualquier shonen tiene más originalidad y frescura que esto, y lo peor es que todos hablan igual. En “Castlevania” uno de sus méritos era que, sin importar quien pusiera la voz, distinguían perfectamente quien era quien solo por su forma de hablar. Es decir, los diálogos tienen PERSONALIDAD. Ver a los ejecutores de este artefacto intentar imitar el nivel de Warren Ellis es como una copia de marca blanca de la Mona Lisa. Y duele de oír, mucho. 

7. EL PUTO CANTANTE DE OPERA CADA VEZ QUE CANTA. No pido un Luciano Pavarotti, pero joder…..que haya tenido que bajar el volumen cada vez que cierto  personaje le da por cantar, tiene muchísima tela. Y no sigo, que se me acaba el abecedario. ¿Cosas a favor? Si te gusta el estilo de animación de Powerhouse te vas a dar un banquete: los ejercicios de estilo que hacen en determinadas escenas son visualmente fabulosos y atmosféricos, tanto en lo visual como en lo sonoro. Las numerosas batallas son sencillamente espectaculares, con unas coreografías tremendas, pero…. Quizá no sea el comentarista adecuado para este producto. Sí, soy un enamorado de “Castlevania”, desde el primer juego de 8 bits. Pero también soy alguien exigente en mi consumo cultural. Y una serie para mi tan mal escrita no se arregla con música bonita y fuegos artificiales. Así pues…¿Interés por las futuras aventuras de esta gente? Ninguno. Pero nunca subestimes a la fan que llevo dentro. 

Lo mejor: Los combates. El virtuosismo visual. Los diálogos de Orlox y su compi. 

Lo peor: Que Warren Ellis solo hay uno. Del 1 al 7.