sábado, 8 de marzo de 2025

Crítica: Autopista al Infierno

MUSTIO NOS HABLA SOBRE EL MITO DE PERSÉFONE SEGÚN ATE DE JONG EN ESTA DESCEREBRADA ROAD MOVIE SOBRENATURAL


Inauguramos el menú con una hamburguesa triple con muchos ingredientes, de esas que rezuman grasaza de la buena, advertidos están. Aunque data de 1991, “Autopista Al Infierno” levanta el estandarte ochentero de serie B con orgullo kamikaze en una época en la que todo estaba empezando a cambiar en el cine palomitero, tanto a nivel técnico (los albores de la revolución masiva del CGI) como comercial (el asentamiento del blockbuster carísimo e hipertrofiado). 


“levanta el estandarte ochentero de serie B con orgullo kamikaze en una época en la que todo estaba empezando a cambiar en el cine palomitero” 


Hablemos del guion, hablemos de Brian Helgeland. ¿Qué tipo de sustancias llevó al escritor de las recordadas y respetadas “L.A. Confidential” (Curtis Hanson, 1997) o “Mystic River” (Clint Eastwood, 2003) a escribir esto en su juventud? ¿Un empacho de costillas barbacoa, cine zeta y mitología grecorromana durante un fin de semana? Nunca lo sabremos, pero sí sabemos que el mito de Perséfone es la excusa perfecta para este extraño viaje, ya saben, la hija de Zeus que fue raptada por Hades y llevada al Inframundo. “Autopista Al Infierno” es una road movie que sigue este periplo y ya arranca en movimiento, como nos gusta. Aunque sus primeros cinco minutos no auguran nada bueno (incluyendo esos créditos iniciales horrorosos), paciencia, sólo hay que esperar un poco para que la película se dispare y ya no baje las revoluciones hasta el final. Y creedme que, con todas sus limitaciones, lo consigue. 


“Este infierno es un tórrido viaje a Las Vegas atravesando el desierto, una visión bizarra de la Norteamérica rural y cazurra” 


Con un reparto netamente noventero, liderado por Chad Lowe, el hermano cutre de Rob Lowe (que ya es decir) y por la televisiva Kristy Swanson, reina de comedias románticas de tercera cuyo mayor mérito es haber sido la Buffy Cazavampiros original, que nadie se alarme porque la película esconde algunas agradables sorpresas en sus tripas: aunque la mayor estrella de la función pretende ser Patrick Bergin, otro que iba para estrella pero se quedó por el camino, hay que destacar el entrañable trabajo de Richard Farnsworth, que algo después tocó el cielo a las órdenes del muy añorado David Lynch en “Una Historia Verdadera” (A Straight Story, 1999) y un tierno Ben Stiller por duplicado en uno de sus primeros papeles, interpretando a un cocinero redneck y a… ¡Atila, Rey de los Hunos! Ya os vais haciendo una idea de por dónde van los tiros con esta peliculita. 

A los mandos del cotarro se puso Ate de Jong, mercenario holandés afincado en los EEUU (como un Paul Verhoeven mal) cuyo mayor logro, creedme, es esta película. Contra todo pronóstico el bueno de Ate se las ingenia para que la cosa resulte ágil, ingeniosa y moderadamente divertida, con algunas soluciones visuales interesantes que, a ratos, consiguen disfrazar su evidente pobreza presupuestaria. Este infierno es un tórrido viaje a Las Vegas atravesando el desierto, una visión bizarra de la Norteamérica rural y cazurra, plagada de bares de carretera polvorientos, policías marcapaquete con gafas de espejo, casinos desvencijados, prostitutas metaleras, hordas de moteros renegados y gasolineras mugrientas. El infierno no es un caldero hirviente azuzado por demonios: el infierno es una camarera que te habla y te habla y te habla y nunca te sirve el café. Sí, también hay zombis, escopetas mágicas, un súcubo con barriga cervecera, clones de Andy Warhol convertidos en el proletariado infernal (¡?), el mismísimo Cerbero y, por supuesto, el poli del Infierno (Hell Cop, para qué complicarse la vida), un trasunto de psicópata slasher tan propio de la época y que fue protagonista de la mayoría de los posters publicitarios


“Un poco más de gore, sexo y violencia en general le hubiera sentado muy bien, un poco más de trabajo con los chistes también. Sin embargo, la peli funciona” 


Lástima que la película no acaba de encontrar su tono óptimo: es demasiado extraña para un público masivo (esto no es “Los Goonies”) y demasiado blanca para los fans más hardcore del látex ochentero (tampoco es “Re-Animator”). Un poco más de gore, sexo y violencia en general le hubiera sentado muy bien, un poco más de trabajo con los chistes también. Sin embargo, la peli funciona, hay un par de diálogos brillantes y os aseguro que hay planos, momentos e ideas que seguro que sacarían una sonrisa al mismísimo Terry Gilliam. Y eso ya es mucho decir. 

PD: en su reciente edición en blu-ray tuvieron la desfachatez de plantar en la carátula la siguiente frase promocional “De la retorcida mente de CLIVE BARKER – Basada en su serie de novelas “Los libros de sangre”. Falso de toda falsedad. La única conexión con el fabuloso escritor y cineasta inglés es que Steve Johnson, responsable de los FX de maquillaje, se inspiró en uno de los relatos de Barker para el diseño de las prótesis de Hell Cop, confesado por él mismo. 

Lo mejor: Su propia extravagancia y potaje de conceptos. 

Lo peor: Cuidado, la nostalgia no es buena consejera.

3 comentarios:

El Rector dijo...

Una bizarrada divertidísima. Corría por Filmin hasta hace un tiempo y resultó una grata sorpresa. Es la típica carátula clásica de videoclub. De hecho, en mi tierna infancia siempre fue de mis favoritas (y más aterradoras) junto a la de "Shock Waves" de Ken Wiederhorn (parecidos razonables), si bien la de De Jong me parece bastante más disfrutable, con perdón de Peter Cushing.

Una pena que Ate De Jong no rodase nada más en el fantástico, pues demostró buena mano y podría haber dado bastante juego dentro de la serie B de saldo.

Madre mía lo de Kristy Swanson... llevo toda la vida intentando olvidar que existió su Buffy. Gracias por hacer aflorar tan bonito recuerdo :)

Bienvenido al Nido, Mustio, es un placer tenerte por aquí.

Saludos.

Victor dijo...

Misma puntaución le tengo yo puesta. Es muy divertida,,,,con conceptos que deberían gustar a los que disfrutamos de la serie b en general.
Bienvenido al club
Un saludo

Jason Myers dijo...

No la he visto, pero es la típica peli o que adoro o que quiero que sus creadores sufran las peores de las muertes, tendré que verla para decidir. Eso sí, la reseña me ha encantado y eso de decir sobre el enorme Clive Barker ”el fabuloso escritor y cineasta inglés...” me ha llegado al alma, tenemos que reivindicar mas a ese genio. Menuda entrada en Nido, Mustio espero ansioso, con las palomitas preparadas, tu siguiente reseña!

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