martes, 29 de mayo de 2012

Crítica: The Aggression Scale

Para digerir con un mínimo de garantías la crítica de la película que nos ocupa, que no es otra que "The Aggression Scale" del amiguete Steven C. Miller, cineasta desconcertante donde los haya, después de elevar al máximo exponente aquello de una de cal y una de arena o lo que es lo mismo, dirigir algo tan sumamente interesante como “Automaton Transfussion” y luego algo tan potencialmente penable, como “Scream of the Banshee” es necesario que tengamos claros los dos conceptos que a continuación expongo: El primero, el de la denominada escala de agresión, que no es otra cosa que el test utilizado en psiquiatría para medir la agresividad de un individuo, en respuesta al perjuicio, ya sea físico o psicológico, causado por otros. El segundo, uno que de seguro os suena más y que en un momento u otro de vuestra etapa estudiantil, os preguntasteis si podríais dar utilidad prática en algún momento de vuestras miserables vidas, este no es otro que la denominada regla de tres. Y profundizaré definiendo el término como la forma de resolver problemas de proporcionalidad entre tres o más valores conocidos y una incógnita. En ella, se establece una relación de linealidad entre los valores involucrados. Para entender esto último y pensando siempre, SIEMPRE, en los más cortitos de la clase, me he permitido la licencia de poneros un pequeño ejemplo gráfico para resolver un problema cualquiera, que se yo... por ejemplo: si un estudiante normal de secundaria, ha tenido acercamiento físico durante los cuatro años que dura dicho periodo por media, con 1,7 estudiantes del sexo contrario, ¿cuantas estudiantes de ese mismo sexo han confraternizado en distancias cortas con el Rector en esa misma franja de tiempo? La fórmula será la siguiente:

Y para hallar la respuesta tendremos que, o bien preguntarle al Rector (quien no contestará pues es extremadamente modesto), o bien aplicar dicha fómula, es decir, multiplicar al atractivo Rector por las ardientes jovencitas y dividir el resultado por el estudiante bobalicón.

Bien, con estos dos conceptos básicos claros, podemos proseguir con la película del señor Miller. Pero antes, es necesario un nuevo ejercicio mental, una pequeña inmersión en nuestra memoria, en nuestros recuerdos, en lo más profundo de nuestro subconsciente, cuando aun éramos, niños. Si amigos, los niños, ese repulsivo estadio del ser humano por el que todos y todas hemos pasado mas no nos guste reconocerlo. ¿Que hacíamos para divertirnos allá por los 90? Pues yo que se y que se yo, ver los dibujos animados de la tele, jugar con el Scalextric, proyectar pornografía barata en el super cinexin con una mano mientras con la otra..., leer tebeos, comernos los mocos, comernos los mocos de los demás, no se, todo ese tipo de cosas... de acuerdo. ¿Que hacen ahora los niños de esa misma edad para divertirse? Pegar a sus profesores, ridiculizarlos, drogarse en los parques, robar en los supermercados, robar en casa, embarazar a las compañeras de clase, asesinar a un tercio de la población mundial online con la Xbox360 mientras actualizan a cada segundo el diccionario de tacos y palabras malsonantes de la real academia de la lengua española, maldecir a todos los muertos de los seguidores del equipo de fútbol contrario, ver Gran Hermano, salir en Hermano Mayor, fumar, beber, matar, violar, molestar al prójimo, reírse de los demás, hacer la iniciación para entrar en bandas latinas, etc... correcto. Es ahora cuando tenemos que echar mano de la jodida regla de tres y utilizar la siguiente fómula: Si en el año 1990, de la combinación entre los elementos casa+niño+delincuentes, se parió “Solo en Casa” en el año 2012 con idéntica combinación, se obtendrá... fácil, se obtendrá “The Aggression Scale”.

Y es que la película de Steven C. Miller es una actualización del clásico de la comedia dirigido en 1990 por Chris Columbus. Esta, es la mejor y más rápida manera de definir la cinta que nos ocupa. Variaciones, haberlas, hailas, claro está pues hablamos de actualización, influencia si queréis, no de remake. En la historia de Columbus, el niño era olvidado por sus padres (normal) cuando estos se iban de viaje. Luego aparecían los dos delincuentes de turno en la casa y bueno, resultaba ser que la susodicha criatura (Macaulay Culkin), tenía más peligro que Mcgyver en una ferretería y se las hacía pasar putas. Hoy, en “The Aggression Scale” la cosa va de un grupo de asesinos a sueldo que son contratados por un pez gordo de la mafia que acaba de salir de la cárcel bajo fianza, para que encuentren el dinero que alguien le robó cuando fue aprisionado por la ley y de paso, se carguen a todo bicho viviente que tuviera algún tipo de relación con el asunto. El rastro les llevará hasta la bonita y nueva casita de la típica familia feliz desestructurada de las pelis americanas, en ella, a parte del matrimonio, dos hermanastros adolescentes, impertinente ella, callado él.

Ahora, tan solo nos queda meter en la batidora todos los géneros cinéfilos que aborda la obra, con mayor o menor acierto, tales como son el survival, el thriller de acción, el “home invasion” el rape&revenge (aunque en realidad aquí no violan a nadie) y la comedia familiar (porque lo siento, pero quien me diga a mi, que esto no tiene algo de comedia, miente como un bellaco por no decir como un rufián), darle al botón del aparatejo, servirlo en una jarra y dejarlo enfriar en la nevera a gusto, para degustarlo a posteriori en una de esas calurosas tardes de verano en las que uno no tiene muchas ganas de comerse las pocas neuronas que le quedan y prefiere un bocadito ligero de pseudo explotation “violentoso” de guión plano y previsible que se limita a mala gente armada hasta los dientes persiguiendo a inocentes jovenzuelos por un puñado de dólares. Pues eso, “Solo en Casa” versión 2012.

Una historia simplona y tópica sirve como escusa de saldo para enfrentar al grupo de criminales con la pareja protagonista. Como he dicho, una chica y un chaval, hermanastros que no se llevan precisamente bien y que ahora deberán colaborar para salvar sus vidas. La chica no tiene mucha importancia en la historia, tan solo es el aliño. La lechuga la maneja el mocoso. Un angelote de pelo dorado y pocas palabras que por lo que se ve, tiene la escala de agresión de las narices por las nubes y que además, es un experto en toda clase de técnicas de supervivencia. Es cuando el nene entra en acción, cuando descubrimos que la cinta es en realidad una comedia burra disfrazada de thriller, porque vamos, a este niño lo sueltas desnudo en la jungla de “Depredador” y sale por su propio pie a las pocas horas con la cabeza del predator como llavero. Aunque, en defensa de la escasa credibilidad de la historia, decir que los matones no son precisamente un prodigio de inteligencia. Ya se sabe que dos no pelean si uno no quiere.

A esto, añadid: Persecuciones, acciones estúpidas de personajes aun más estúpidos, trampas imposibles (ríete tu de aquel aficionado de “The Collector”), lazos afectivos que se refuerzan por la tragedia, altas dosis de violencia, aceptable vertimiento de hemogoblina, algún que otro gag resultón y la omnipresencia de una terrorífica imagen en nuestra cabeza que cobra más y más fuerza a cada secuencia de la película, la del niño de “Solo en Casa” apalizado en una oscura esquina de nuestro barrio una noche lluviosa por un grupo de críos de 15 años para robarle el iphone y las bambas de marca. Luego lo violan repetidas veces y le prenden fuego. Como arde el hijo puta.... como arde. Y ese olor a carne quemada que se nos cuela por los orificios nasales casi sin quererlo, recordándonos a cada ráfaga de aroma, las miserias de una generación de niños, la actual, que nunca fueron tal cosa.

Dejando de lado la cuestionable seriedad del filme, es indudable su calidad técnica, con una fotografía generosamente colorista que realza todas las secuencias hasta el extremo de hacer que estas, parezcan traspasar los límites físicos de la pantalla, dotando al filme de un aspecto muy atractivo y de paso, de ese toque de personalidad del que por ejemplo, carece su desarrollo, y con una dirección detrás de las cámaras, fresca y plagada de pequeños detalles, muy superior a lo que se suele encontrar en este tipo de producciones de serie B. Las interpretaciones, por lo general, también acompañan, destacar sobretodo a la joven Fabianne Therese, actriz que da vida a Lauren, candidata desde ya, al premio de la Scream Queen adolescente del año. Su contrapunto masculino, Ryan Hartwig (a quien veremos también en la próxima “The Thompsons”) y quien pese a no mediar palabra en toda la película, también estimula de forma correcta nuestra zona empática a lo largo del metraje y los malos... bueno, los malos son bastante cutres, aquí no vamos a escatimar en verdades. Destacar entre ellos, al grandullón Derek Mears, quien por fin da la cara después de meterse en las carnes de gente como Jason Voorhes en el remake de “Viernes 13” o de uno de los depredadores de “Predators”. Sin pasar por alto, por supuesto, la presencia del siempre agradable de ver (a nivel interpretativo), Ray Wise.

La imagen: Dudo entre Fabianne Therese dándose una ducha o Ray Wise mirando por la ventana de su auto caravana en las postrimerías del filme. Dudo.

La estupidez: SPOILER el padre de familia encañonando por la nuca al tipo que acaba de asesinar a su esposa a sangre fría y diciéndole que tire el arma, que no quiere problemas FIN SPOILER

El personaje: El asesino minusválido (y lo digo por enano, no por calvo). Buen ejemplo de que lo del enchufe laboral, no solo se da en España.

La frase: Cualquiera de Ryan Hartwig.

Tenían razón nuestros profesores y valió la pena empollarse la regla de tres: Su acabado visual y la posibilidad de disfrutar de un clásico como “Solo en Casa” en clave de actualidad.

Nuestro peores augurios de adolescencia son una realidad, la puta regla no vale para nada: La nula originalidad tanto de planteamiento como de desarrollo y tener un hijo adolescente que posiblemente nos termine, robando, pegando y quien sabe, violando.

6 comentarios:

Darkotica dijo...

Joder Rector! con ese ejemplo gráfico no sólo me has aclarado las dudas respecto al problema (es que las matemáticas nunca han sido lo mío), sino que me has demostrado que eres un artista del dibujo jajaja! XD

The Aggression Scale es exactamente lo que has dicho de ella, "Sólo en Casa" versión 2012, ni más ni menos. Sencilla y entretenida, pero es cierto que los malos son bastante tontos y que los padres de las criaturas tampoco parece que tengan demasiadas luces SPOILER!!!: A parte de la gran frase del padre, esa que muy acertadamente has puesto en "La estupidez", lo que tampoco me explico es que no se fueran del país después de hacer lo que hicieron ¿?, esta claro que todas las neuronas se las llevó el angelote mudito FIN SPOILER!!!.

Desde ya, quiero que "ricitos de oro" protagonice más películas, quiero secuelas, quiero ver esa Predator: Agression scale, Alien:Agression Scale, Halloween: Agression Scale, etc...y estoy segura de que esta criatura se los come a todos, es "el profesional", ríete tú de Rambo, Dutch y Machete jaja!

En mi opinión el personaje de la chica, la hermanastra de mudito, esta bastante desaprovechado, pero menos mal que la chica domina el grito y sabe ponerse trágica en los momentos adecuados.

Hay otra imagen de la película que bien merece ser mencionada, el momento en el que Ray Wise ve ciertas polaroids jaja!

En fin, una película recomendable para pasar un rato entretenido, ligerita (no hay que pensar demasiado) y a ratos divertida...como Tom y Jerry, como Rasca y Pica.

Un día de estos tengo que hacer el test de mi "agression scale", a ver que sale ;)

Missterror dijo...

Bien Rector, veo que no solo dominas el arte de la retórica, sino que también tienes totalmente controlada la disciplina de la pintura. He de admitir que incluso es mejor que mis dibujos, y eso que presumo de ser una artista inmensa, con el lápiz y el papel (tendrías que ver los dibujos que hago de los ligres...)

Pues te voy a decir una cosa...tenía interés por este película, pero me temo que voy a pasar un poco (solo un poco) de ella, porque eso de "Solo en casa 2012" echa para atrás a cualquiera" (no puedo ser la única que odió esa película con todo su ser...)
Entre eso y que no he entendido la regla de tres de la que hablas (menos mal que me decidí por estudiar letras puras, puras, puras...), queda claro que la mejor opción para mi es el "delete".


Darko- la curiosidad a mi sí me hizo hacer el test "agression scale" y no quieras saber lo que salió...(en confianza te diré que eso no debe estar bien, porque no está bien, verdad??? verdad??? verdad???????)

El Rector dijo...

Darkotica, pues claro que soy un artista del dibujo, es solo que me defiendo mejor con papel y lápiz que con el ratón, ya sabes que soy muy clásico.

Cierto, esa imagen de Wise con las fotos, era la tercera candidata. Fantástica.

Ahora, ya te digo yo, que con Dutch no puede, con Dutch no puede NADIE.

... y no hay que fiarse de esos tests, los resultados son en la mayoría de casos... inconcluentes :)

Missterror, son varias las disciplinas que tengo dominadas, aunque tengo serias dudas de que mi retórica. aunque afinada, pueda funcionar contigo. En cualquier caso, espero qwue no lo haga esta vez y antes de tirar por el camino fácil del "delete", le des al manos una pequeña oportunidad, odiar Solo en Casa y disfrutar (aunque solo sea un poquito) con The Agression Scale no son dos cosas incompatibles.

Lo de la regla de tres no lo entiendes? en serio? tranquila, que yo aviso al estudiante bobalicón para que te de unas clases particulares... eso si, tendrás que entrar a formar parte de las estadísticas.

Saludos... sin agresividad alguna.

Darkotica dijo...

Claro, claro, si ya había oído algo de que habías expuesto tus pinturas en galerías de arte de todo el mundo y que se vendían como churros...Es que tienes un estilo muuuuy personal.

Te digo yo que el angelote mudín puede con Dutch, que a este no le engañas poniéndote un poco de barro por encima jaja!

Lo de "Sólo en Casa", bueno...tampoco hay que tomárselo al pie de la letra, en realidad es una comparación aplicable a cualquier película de "home invasion" que acabe con los invadidos, es decir "las victimas" dándole la vuelta a la tortilla y vengándose de sus asaltantes, lo que pasa es que al ser un niño y los agresores un poco cortitos pues te viene a la cabeza "Solo en casa". Por cierto, yo tampoco la soporté nunca, pero creo que era por el imbécil del Macaulay Culkin, que de sólo verlo en los carteles ya me daban ganas de abofetearlo...

Vale Missterror, ayer hice DOS test de escala de agresión, hice dos diferentes porque pensé que el primero estaba equivocado, digamos que a los resultados sólo les faltó poner que un coche patrulla se dirigía hacia mi casa, jaja!! ¿a ti te salió lo mismo, verdad? Dios mio, somos peor que Patrick Bateman...

Anónimo dijo...

Con esta crítica me han dado ganas de verla. Muy divertida. Y ese dibujo... ríete tu del arte contemporáneo! Y esa ecuación debería enseñarse en todas los cursos de cálculo, y te lo dice alguien que se codea más de números que de letras!

Como no pueden soportar "Home Alone"? Durante mi niñez era una de las películas que había que ver todas las navidades, junto con "American Lampoon's Christmas Vacations".

Saludos!

El Rector dijo...

Lestat, veo que no solo sabes apreciar el arte, sino también la ciencia.

Estoy seguro que a ti si te gustará The Aggression Scale, se que te van este tipo de películas.

Yo tampoco tengo nada en contra de Solo en Casa, todo lo contrario, me parece un clásicazo del cine familiar.

Darkotica, no creo que la comparación sea aplicable a todos los "home invasion", pues la clave de todo, es la figura del niño, y no hay muchos títulos similares. Me viene a la cabeza aquella Game Over y si me apuras, aunque en otra onda, Terrorvision.

Saludos.

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