Crítica: Creepshow 3

REPULSIÓN. “Creepshow 3” es sinónimo de repulsión, ese sentimiento de asco o rechazo ante una situación o momento vivido… si amiguitos, no hablamos de la infancia, ni de la tierna adolescencia,  por que “Creepshow 3” la hemos visto ya de mayorcitos, con canas en las patillas, problemas de erección, menos cabello del que nos gustaría, alguna que otra arruguita y los dientes picados de tanto desayunar cereales de chocolate, dependiendo del individuo. Pero comencemos por el principio… o por el final más bien.

En el episodio anterior:

Creepy y Missterror, sensiblemente excitados por el visionado de las dos gloriosas entregas de “Creepshow”, abandonan la sala y se adentran en las intimidades del dormitorio para llevar a cabo toda clase de perversiones sexuales, festín necrofílico que se alargaría hasta altas horas de la madrugada.

Ahora:

Cuatro y cuarto de la madrugada. Reinaba el silencio en todo el apartamento, los gritos de placer rato hacía que habían quedado mudos y entre las sábanas, la parejita, el cadáver putrefacto y el cuerpo desnudo de la chica, cubierto de toda clase de substancias, descansaba tras largas e intensas fechorías sexuales. La única prueba de ello, el inmundo aroma, mezcla de muerte y sexo, que había quedado impregnado en todos los rincones de la casa. Alguien introduce una llave, la puerta se abre, entran dos figuras, una alta y esbelta, la otra, pequeña y rechoncha. Son el Rector y su inseparable compañero de fatigas, Halfy, el peluche. Ambos se adentran en el pasillo dirección al dormitorio, el Rector lleva en una mano, un pack de seis coronitas, con la otra, cubre boca y nariz con un pañuelo, recordad, el olor es insoportable. Halfy, el muñeco, no se separa de él, es pequeño, tiene miedo, pero esnifa, y lo hace profundo, pues le gusta ese olor. Una vez en la puerta de la escena del crimen, los dos se miran, ninguno quiere dar el paso, pues la verdad es, que rivalizan en timidez. El muñeco tiembla y el esbelto caballero de largas barbas, se apiada de su alma. “No te pongas así, ya entro yo”, le susurra. Así hace. Con su esbelta pierna, separa la puerta de la habitación con toda la precaución del mundo, no queremos que la chica se despierte, no queremos. Al hacerlo, hombre y muñeco descubren que Creepy está despierto, con los ojos como platos. Les mira.

“¿Qué coño estáis haciendo aquí?”. Les pregunta en voz muy baja, pues conocedor es del mal despertar de la muchacha, quien afortunadamente, extasiada por largas horas de placer, sigue dormida profundamente tras un bonito antifaz rosa, lo único que la viste. “Ven Creepy, hemos traído cervezas y una peli”, le dice el Rector mientras Halfy se agarra a su pierna con fuerza sin quitarle ojo a la chica. “¿Una película’?, ya he tenido suficientes películas por esta noche”, contesta la criatura. El Rector mira hacia el suelo y pone cara de circunstancias. “No esta viejo amigo, no esta”, le dice justo antes de que el muñeco muestre el dvd que trae bajo el brazo. “¿¿¿¿Creepshow 3?????” exclama el amante muerto, ¿¿¿WTF??? ¿pero de donde ha salido eso?¿Quién es el responsable de semejante blasfemia?¿quién me ha robado los putos derechos de la obra??? Tras esto, a Creepy no le queda otra que sucumbir a la siniestra propuesta de los dos personajes y acompañarles hasta el salón para descubrir que se esconde tras esta a todas luces inesperada, continuación de la saga. El muñeco mete el dvd en el reproductor, reparte una coronita por barba y los tres se sientan delante del televisor.

Esta tercera entrega directa a dvd de la mítica antología de terror de los ochenta, dirigida por el tándem formado por la portorriqueña Ana Clavell y James Glenn Dudelson, se abre con una secuencia animada tal y como ya habíamos visto antes, aunque en este caso, muy lejos de la calidad de antaño y muy en la honda a nivel artístico de la serie “South Park”, aunque sin la gracia de esta, por supuesto. Mala espina. Muy mala espina. A continuación, primera patada directa a las pelotas, su título, “Alice”.

ALICE

Alice es una caprichosa y malcarada chica adolescente que detesta el barrio donde vive, una de esas “horribles” urbanizaciones de clase alta de Estados Unidos. No soporta a sus vecinos y sobretodo, no soporta a su familia. Bien, papi ha comprado un nuevo mando a distancia, uno muy especial, uno que al pulsar los botones, tiene inesperados efectos sobre la gruñona hija de la familia, quien se verá expuesta a todo tipo de grotescas situaciones.

Termina la primera historia, los tres amigos permanecen inmóviles frente a la pantalla, no median palabra. No pueden. Al unísono, como orquestados por una batuta invisible, le pegan un trago a sus respectivas coronitas. Comienza la segunda historia.

THE RADIO

Jerry es un pobre desgraciado, solitario y acomplejado tipo que trabaja como vigilante de seguridad y que vive en un apartamento de un cachambroso edifico en una zona poco amable de la ciudad. El camino que separa el portal del edificio de la puerta de su apartamento, se convierte para él en su particular infierno diario, pues tiene que vérselas con un macarra proxeneta que maneja a todas las prostitutas que trabajan en el edificio. Una noche, dando una vuelta por la ciudad, le compra una vieja radio a un vagabundo y al llegar a casa, descubre que esta no funciona. Aparentemente, pues no tarda en descubrir que el aparato esconde una conciencia, una voz de mujer que se convertirá desde ese momento en su inseparable compañera, aconsejándole para que tome la decisión correcta en cada situación.

Llega a su fin el segundo relato. Los tres amigos se miran entre ellos, el silencio por bandera, la vergüenza ajena por estandarte. Tragan saliva. La película no da tregua, comienza la tercera historieta. Las coronitas ya han pasado a mejor vida y los tres personajes intentan aferrarse con fuerza al sofá, pues la caída libre es importante.

CALL GIRL

Victor es un jovenzuelo con ganas de marcha, así que en ausencia de sus padres, decide llamar por teléfono (In nómine patri…) para solicitar los servicios de Rachel, una chica de compañía que ha descubierto navegando por Internet. La chica, atiende su llamada mientras degolla a una indigente en un callejón, por que no solo es prostituta, también asesina en serie. Esa misma noche, llega a casa de Victor, quien curiosamente, vive en la misma urbanización que la familia de Alice (si es que estas Alicias están en todas partes, parece que se reproducen con el agua cual Gremlins). El caso es que elencuentro se desarrolla con total normalidad, el le paga, ella lo ata a la cama, saca su cuchillo del bolso, se lo pasa por los pezones…!!! uuuuuummmmhhhhhh!!!

La cosa comienza a ponerse fea. Creepy no lo lleva muy bien, han comenzado a darle convulsiones y emana espuma por la boca. El Rector y Halfy se miran, no saben que hacer, la culpa los agarra por los cojones (metafóricamente, pues el muñeco no tiene) y aprieta, joder si aprieta. Mientras el bueno de Rec intenta sujetar al esqueleto agonizante, a Halfy se le escapa un grito de teenager. El Rector le mira, pálido. Más que de costumbre. ¿La respuesta del peluche? Taparse la boca con ambas manos. Los dos rezan para sus adentros, el primero a Satán, el segundo, a Espinete. Todo esperando que la chica no se haya despertado con el estruendo. A esto, Creepy intenta decir algo, pero tiene la cara paralizada, apenas puede emitir sonido alguno y lo único que sale de su boca, es una asquerosa substancia rosada, mezcla de sangre y bilis. El Rector lo suelta y se separa ligeramente de su lado, apretujándose con el muñeco que termina por sentarse entre sus piernas. Comienza la cuarta historia.

THE PROFESSOR´S WIFE

Después de muchos años de perder el contacto, el profesor Dayton, se pone en contacto con dos ex alumnos suyos de la universidad, pues este quiere hablarles sobre un importante proyecto científico que está llevando a cabo para el cual, requiere de su colaboración, Al llegar a la casa, Charles y John, descubren que el profesor vive con una hermosa y joven mujer con la cual, tiene previsto casarse en unos pocos días. Pero, por las palabras de este, todo apunta a que esta, tiene mucho que ver con ese importante proyecto secreto que les ha reunido. Cuando el profesor abandona la casa para realizar unos recados, los dos jóvenes científicos, comprobarán de primera mano el extraño comportamiento de la mujer. ¿Qué oscuro secreto se esconde dentro de ella?

El pobre Creepy no lo ha soportado más, la quinta historia fue la gota que colmó el vaso. Señores, señoras, niños, niñas, Fraggels, Ligres…. Creepy ha muerto. El olor a sexo ha desaparecido, ahora solo huele a muerte y a miedo. Mucho miedo. Más miedo aun, cuando la acongojada parejita, escucha una sensual pero tenebrosa voz de mujer: “¿Qué está pasando ahí afuera?”, exclama esta. Tendríais que haber visto al pobre Rector y al pobre Halfy, paralizados por el pánico junto al cadáver de Creepy. Imaginad la furia de la chica al descubrir que aquellos dos granujas se habían cargado a su ídolo, a su amante…. Y llega el fatídico momento, Missterror hace acto de presencia, desnuda, por supuesto y agitando su bonito antifaz rosa con el dedo. Contempla la escena. Ellos la contemplan a ella, bueno, el Rector mira hacia otra parte, es un caballero, el muñeco, que no tiene tantos escrúpulos, le clava la mirada en los… ojos. Comienza la última historia. Salvados por la campana.

HAUNTED DOG

El Dr. Farwell ha sido sentenciado a realizar trabajos para la comunidad, para ser exactos, a dispensar visita en un centro médico gratuito para pacientes con pocos recursos. Farwell no es lo que se dice un buen tipo precisamente, todo lo contrario. Adicto a las drogas, vividor, déspota, maleducado, insensible y otras muchas “virtudes”, le convierten en un ser despreciable que se gana la enemistad de todo aquel que tiene la desgracia de cruzarse con él. En esta tesitura, un pobre vagabundo hambriento le suplica por algo de comida, pero Farwell, en lugar de socorrerlo, se mofa de él y se compra un perrito caliente en sus morros. La mala suerte, quiere que este se la caiga al suelo sobre un excremento de perro. Es entonces cuando le ofrece el alimento al indigente, quien no se ha percatado de la situación y lo devora. En el proceso, este muere atragantado. Desde ese momento, el fantasma del pobre desgraciado perseguirá a Farwell para cobrarse su venganza.

Créditos finales.

“Vaya, vaya… ¿Qué tenemos aquí?”, se pregunta Missterror en alto, mientras se acerca al sofá y contempla el cuerpo sin vida del pobre Creepy. Lejos de llorar su muerte y para sorpresa de los dos atónitos personajes, esta le pega una patada con su pie descalzo y se sienta entre los dos, cruzando las piernas mientras se enciende un cigarrillo, le acaricia la barbilla al peluche, se humedece los labios y pregunta mirando al tendido: “Decidme guapetones, ¿Cómo me vais a compensar todo este estropicio?” Tragan saliva.

¿Qué crueldades les deparó el destino a las dos inocentes criaturas? Para descubrirlo, tendremos que esperar a la cuarte entrega de “Creepshow”.

Como se ha podido apreciar, poco he comentado de las historias más allá de su sinopsis, y es que en este caso, a diferencia de lo que suele ocurrir habitualmente en estas antologías de terror, no se puede comentar nada a nivel individual, no se DEBE comentar nada a nivel individual, pues sería una perdida tanto de mi tiempo, como del vuestro. Un pequeño comentario global bastará para dejar claro lo que es esta tercera entrega de “Creepshow” que jamás debió existir. Vamos allá y por si a alguno aun no le ha quedado claro: “Creepshow 3” es una auténtica basura a todos los niveles, un insulto al buen nombre de tan mítica franquicia y de paso, un insulto a todo buen aficionado al género fantástico. Historias lamentables, TODAS. Pésimas interpretaciones, una sucesión de absurdos gags cómicos sin puñetera gracia, sin ritmo, sin terror, sin, sin, sin, sin… buf! ¿para que diablos seguir? BASURA. Así, en mayúsculas. Avisados quedáis.

Valió la pena gastarse la pasta en coronitas y jugarse el cuello para darle un disgusto a un amigo: Por no dejar el apartado en blanco, pues la idea, y SOLO la idea, de entrelazar las historias entre si, aunque el resultado sea tan lamentable como el resto del producto.

Mi estimado Halfy, de esta no salimos vivos: TODO lo demás. Pero dejadme mencionar la detestable e inapropiada banda sonora que acompaña a todos y cada uno de los eternos minutos de metraje.