Crítica: Shame

VERGUENZA: Sensación humana de conocimiento consciente de deshonor, desgracia o condenación.

Hablar de la vergüenza es uno de los actos mas íntimos  que nadie te puede regalar, expresar vergüenza es uno de los actos mas valientes que el ser humano se puede permitir, refugiarse en la vergüenza es uno de los actos mas dramáticos en los que puedo pensar, mostrar y hacer entender la vergüenza es algo tremendamente difícil y eso es lo que hace precisamente Steve McQueen con maestría. ¿Se puede decir algo mas grande? ¿Se puede conseguir mayor conexión con el espectador? ¿se puede desnudar mas a un actor? Sí, se puede. McQueen lo hace, y consigue algo grande, conecta con el espectador y, desde luego, desnuda a su actor Michael Fassbender, tanto física como psicológicamente, porque mr. Fassbender esta soberbio (y aquí la connotación de la palabra es positiva...), está INMENSO, ESPECTACULAR (en todos los sentidos...), una gozada verle en la piel de Brandon.

Partimos de la base de que "Shame" no es una película fácil, "Shame" es una transición, es un viaje lento y doloroso por la vida de Brandon (el protagonista), quien expresa, en su desnudez, el vacío. Vergüenza y vacío.

Brandon es un atractivo treintañero al que las cosas le van bien. Aparentemente, así es nuestro chico. Tiene un trabajo en el que se le reconoce el talento, tiene un bonito apartamento de soltero en el que vive de la manera en la que a él le gusta vivir, y no le faltan las mujeres, porque Brandon es un seductor nato, y este es un elemento fundamental en su vida, pues él es un adicto al sexo y solo puede expresarse a través del sexo (que en su caso , no siempre va asociado al placer), de hecho "Shame" nos invita a ser compañeros durante cien minutos de alguien que vive por y para el sexo. Vergüenza y obsesión.

Avanzan los minutos, Brandon empieza a atraerme, empiezo a pensar que él es lo que se pude llamar un triunfador, me cae bien, me gusta... de repente aparece Sissy (gran Carey Mulligan) en acción con intención de pasar una temporada con él, y con Sissy llega el caos. Lo curioso es que no es ella quien lo trae, lo curioso es que Brandon es ese caos, ese chico que tanto me ha gustado, está tan sumamente perdido y vacío que no camina por la vida, solo intenta desesperadamente no perder el equilibrio, y para él es tan fácil caer, que lo que hace es tirarnos también a los espectadores. Vergüenza y soledad.

Pero, ¿quién es Cassy? (no se si considerar esto SPOILER, porque creo que el hecho de saberlo de antemano no arruina el visionado, pero el hecho de que se esté mas de un cuarto de hora para descubrirlo, me hace dudar...) Cassy es la hermana destructiva de Brandon, la hermana que no sabe cuidarse, la hermana que aparece y desaparece cuando le viene en gana, la hermana que es ángel y demonio, la hermana que termina por arrastrar al abismo a Brandon, y cuando hablo de abismo, no hablo de algo trágico debido a una sucesión de situaciones dramáticas, sino a la tragedia psicológica que supone el no ser capaz de sentir nada, ni tristeza, ni alegría, ni emoción, ni rabia, ni empatía, ni amor, ni odio, solo una profunda apatía que empaña su vida de una manera desconsolada.

Cassy es el elemento en la narración que nos permite conocer mejor a Brandon, intentar asimilar que su desmedida pulsión sexual no es mas que un intento desesperado de rellenar el vacío que le acompaña minuto a minuto.

Cassy es una criatura deliciosa que te envuelve desde el primer momento, que sufre una profunda falta de atención que rellena como puede con decisiones equivocadas. Una mujer rota que también se desnuda para nosotros, y como su hermano, también lo hace en todos los sentidos, y amigos, os aseguro que podemos ver el dolor que siente a través de su rostro en primer plano, en una escena que debería pasar a formar parte de esas imágenes que guardamos para el recuerdo, y Carey Muligan, interpretando "New York, New York" se hace tan vulnerable que es imposible no emocionarse, incluso consigue que su hermano Brandon lo haga, en un momento en que el espectador también se hermana con ambos y en ese hermanamiento, incluso es capaz de palpar la tensión sexual entre ellos. Vergüenza y conexión.

"Shame" avanza lenta, nos hace paladearlo todo muy bien, masticar hasta destrozar todo lo que vemos, puede pecar incluso de excesivamente contemplativa, pero definitivamente creo que una propuesta que pretende explorar la parte mas autodestructiva de un personaje, tiene que ser así. Pues como digo, continúa lenta pero segura , McQueen marca el paso, Fassbender-Brandon es quien camina, y llegando al final se pierde, se desquicia, entiende que si algo bueno le pasa no sabe afrontarlo y cruza el límite de su propio límite y se derrumba, nosotros caemos con él y nos mojamos también bajo esa lluvia de derrota. Vergüenza y destrucción.

Llegamos al final con una sensación extraña, Brandon no es una persona que te deje empatizar con él fácilmente, pero lo hace, no lo puedes evitar, y me alegro de haberme sentado con él en el vagón del metro en el que empieza y en el que acaba todo, y cuando las puertas se abren, yo sólo me pregunto ¿algo ha cambiado en este viaje? Observad detenidamente su mirada final, y juzgad por vosotros mismos. Vergüenza y vergüenza.

Una historia en la que los silencios dicen más que las palabras, una historia compleja de seres cruzados y vulnerables que no debería dejar indiferente a nadie. Para mí, un título imprescindible.

La escena: Cuando Brandon cruza la calle que lleva del club que suele frecuentar a otro de muy diferentes características.