Crítica: Lo Imposible

El segundo largometraje de J.A. Bayona se ha presentado en sociedad en el Festival de Cine de Sitges con un gusto por el detalle indescriptible. Quien nos emocionó y asustó a partes iguales con “El Orfanato” ahora propone una historia basada en el relato real de una familia española (María Belón y Enrique Álvarez, junto a sus tres hijos) que sobrevivió al tsunami tailandés de 2004. Este melodrama, titulado “Lo imposible”, no se aleja demasiado de su anterior película porque ambas hablan de las relaciones familiares y el sentido de pérdida.

La primera parte del film es una recreación de la llegada de la ola y su inmediato impacto físico y emocional sobre los personajes en la que casi no hay diálogo. El rechazo radical de los excesos digitales dan verosimilitud a la historia. De hecho, el punto fuerte del film son sus paisajes después de la catástrofe ligado a la odisea humana y familiar escrita por Sergio G. Sánchez con verdadero acierto. La búsqueda del ser querido está expuesta en la segunda parte de la historia. La incertidumbre de no saber dónde uno ésta, de no tener conocimiento si aquellos a los que uno ama sigue con vida, esa sensación de cierto vacío después del desastre… Son muchas las angustias planteadas en el film.

 

Volviendo a los paisajes, el diseño de producción de Eugenio Caballero “El laberinto del fauno”) transmite fidedignamente la sensación de desorden que imperó tras el tsunami y los efectos especiales logran la mejor secuencia de desastre jamás proyectada en una película española. Tal vez el único lastre de “Lo Imposible” sea la utilización, en ocasiones, machacona de la música subrayando las escenas más emotivas y junto a ello se podría afirmar lo calculado que está la historia para conseguir emocionar. Personalmente creo que hay cierta manipulación en este aspecto. Lo digo por si otro espectador ha notado cierta falta de honestidad en las escenas más dramáticas.

De “Lo imposible” se sabe cada día más y más, y ya desde su rodaje iban apareciendo información en prensa y webs. Su carrera comercial, por tanto, es in crecendo como una ola, como el tsunami de la cinta que lo arrastra todo y a todos. Los espectadores saben de su existencia, la industria también. El éxito de crítica cosechado en el Festival de Toronto ha confirmado y elevado sus expectativas especulándose incluso con su presencia en los Oscar. Bayona ha puesto en las salas de cine una las mayores apuestas cinematográficas españolas desde “Ágora” de Alejandro Amenábar, y de eso hace ya tres años. Al parecer se esta poniendo de moda producciones españolas con reparto internacional, porque tanto en “Ágora” como en “Lo imposible” los protagonistas son extranjeros. Esto no es negativo, si no todo lo contrario. Si puedes contratar a Naomi Watts y a Ewan McGregor, pues adelante. No entiendo porque un director debe verse supeditado a la plantilla nacional cuando lo que interesa es que su film sea lo más internacional posible.

Juan Antonio Bayona junto a Tom Holland durante la presentación de la película

Por el momento lo único que podría perjudicar a “Lo imposible” es la subida del IVA –por el precio de las entradas de cine- y la abstención de parte del público más decantado a cintas como “El Orfanato” que a dramas como este film de desastres naturales y humanos. Pero visto el éxito de crítica cosechado y que en Sitges se ha dejado notar, por el momento lo imposible seria que no triunfe.

SINOPSIS

María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos comienzan sus vacaciones de invierno en Tailandia en busca de unos días en un paraiso tropical. Pero en la mañana del 26 de diciembre, mientras disfrutan de sus relajantes vacaciones en la piscina tras la celebración de la Navidad y Nochebuena, un terrible rugido emerge del centro de la tierra. Mientras María se paraliza de miedo, un inmenso muro de agua oscura corre por los jardines del hotel hacia ella.

LO MEJOR: Las escenas entre Maria y su hijo Lucas. MrGregor ofrece una de sus mejores interpretaciones como el desesperado padre intentando actuar como héroe. Los paisajes desoladores están muy bien logrados.

 

LO MENOS BUENO: Esta plagada de ciertos artificios para emocionarnos. El problema no es que los tenga, sino que el espectador se dé cuenta de que los hay.