Romasanta como siempre, sigue ofreciendo un menú especial de cine español para paladares un tanto especiales; por eso, en esta ocasión y debido a la magnífica crítica de Honeymoon de nuestro admirable Rector, recordaremos una película española que parte de una idea similar dirigida por Gonzalo Súarez, les presentamos MORBO.
En esta ocasión, la película que les presento se encuentra a caballo del drama, la road movie y el survival, aunque cabe destacar que estamos delante de una película tremendamente extraña y que pone a prueba la paciencia del espectador en todo momento. Gonzalo Suárez se sumó a la cabeza junto a su amigo Vicente Aranda para renovar el panorama del cine español, con la llamada Escola de Barcelona, propiciando cine con ciertas influencias al cine noir y con intenciones de darle “modernidad” a un cine español impasivo ante lo que ocurría más allá de los Pirineos -ya había arrancado los llamados “nuevos cines” en toda Europa-.
Por otro lado, el año de estreno del film es un año de gran producción para el cine español de terror ya que contó con 32 estrenos ese año con filmes tan recordados como: La noche del terror ciego, Pánico en el Transiberiano, La novia ensangrentada, El jorobado de la Morgue, El gran amor del conde Drácula, La semana del asesino o La corrupción de Chris Miller. Con tales películas quien se podía imaginar que Gonzalo Suárez se dejaría llevar por la moda de género y hacer un film un tanto diferente a lo que se estaba estilando en el panorama cinematográfico español. Mientras que su colega Vicente Aranda, se limitaba a ofrecer una lasciva y muy especial versión de “Carmilla” de Sheridan Le Fanu; Súarez en cambio, perfila una reflexión sobre la unión del matrimonio y la degradación de la joven pareja protagonista en el desarrollo del film, aderezado con unas gotas de suspense, surrealismo y de cierto regusto al survival con ecos a la flamante “La matanza de Texas” (The Texas Chainsaw Massacre, 1974; T.Hooper).
Observando tales características, los lectores de nuestro blog mostrarán cierto interés o al menos curiosidad por un film que desconocían y que dadas las pistas parece ser un film que vale la pena revisar y visionar; debo decir que anden con cuidado, de la misma manera que el Sr.Rector advertía de los 45 minutos primeros de “Honeymoon” cabe decir lo mismo, cuando uno se acerca a “Morbo” debe ser paciente y muy paciente, ya que Gonzalo Súarez estructura una película que empieza como una pequeña road movie o también a la correcta película de Wes Craven “Las colinas tienen ojos” (The hills have eyes, 1977), ya que en este caso la pareja que acaba de contraer matrimonio, se marcha a la aventura con su seat y su caravana a un lugar ignoto -cuyo camino advierto “paso prohíbido”- conectando con un tipo de cine de terror al que ya estamos más que acostumbrados. Aún me falta visionar “Honeymoon”, pero visto lo visto creo que las similitudes van a surgir en cada momento; ya que el director español, muestra la aventura de una pareja recién casada que vive la felicidad de ese momento -que prepárense queridos lectores-, protagonizados por la conocida pareja Ana Belén y Víctor Manuel. Sin duda alguna, ver en el cartel del film a estos dos “actores” implica cierto desprecio hacia el film, pero cabe destacar que la construcción de la pareja que ellos realizan es bastante notable, sobre todo por una sobresaliente y jovencísima Ana Belén que aparte de lucir palmito en biquini de ganchillo, es capaz de demostrar que en su juventud era una buena actriz.
Por consiguiente, los dos son el hilo conductor de la película, que comienza con fiesta entre besos, regalos de boda, comida en la intemperie y risas, mientras que poco a poco Alicia (Ana Belén) comienza a sentirse amenazada por algo, cree que algo o alguien les observa, mientras que un impasivo Diego (Víctor Manuel) se muestra distante e incrédulo ante las palabras de su joven mujer. La virtud más interesante del relato, recae en el guión y en la interpretación de Ana Belén, que sabe crear un personaje joven pero en ningún momento estúpido, rompiendo clichés y propiciando una interpretación muy acorde con lo que se acontece en todo momento. Por otro lado, Víctor Manuel se muestra más hierático y creando un personaje que cabalga entre los vestigios del “macho ibérico” con una versión más limada y edulcorada, pero que aún muestra una parte de ese hombre que interpreta a la mujer como débil, mimada, malcriada y un poco tontita, por lo que aviso que el personaje de Diego, se hará cansino en más de una ocasión. Pero a pesar de eso, y de que el film se dilata mucho más que “Honeymoon”, aquí la acción brilla por su ausencia y saca muy buen partido de la degradación de la pareja como tal en un lugar inhóspito y hostil; durante 60 minutos “Morbo” se aposenta en los pilares de la reflexión de la validez del matrimonio, de la fragilidad de la confianza entre la pareja, de la predisposición a cambiar o no, de los cambios que se acontecen al haber contraído matrimonio, todo ello en una hora que no se hace digerible para todo el mundo; aunque debo destacar que Gonzalo Suárez da una pátina de extrañeza al film que se agradece en todo momento, junto a la más que acertada música de Jacques Denjean -a pesar de ciertos usos pop y de sintetizadores, que en ocasiones producen mucha confusión y chirrían en su contexto-, por lo que la película consigue salvarse de un uso calmado y dilatado de la acción.
Cierto es, que el mayor logro es la gran evolución que hace el personaje de Alicia, cuyo lugar no le gusta y sospecha de su tranquilidad, de la misma manera que su comportamiento es completamente adulto -a pesar de su juventud-, capaz de reflexionar sobre los cambios de su marido una vez se ha casado con ella y las mentiras que cree que él le dice; en este caso, hay momentos de cierto surrealismo, sobre todo a las que se une la sublimidad del bosque enrarecido por el fuerte viento junto a la mirada ida de Alicia -junto a una música totalmente psicodélica- que deja perplejo por su extrañeza y lo mismo ocurre, cuando una de los hámsters que tienen en la caravana se ha comido al otro devorándole la cabeza, es una escena tan ridícula que parece increíble como se las ingenia el director español para ofrecer un desosiego envidiable, junto a una Ana Bélen en estado de gracia que domina la escena como ninguna.
Pero lo mejor llega en su tramo final, cuando Alicia descubre una casa abandonada -de la que su marido negaba su existencia- pero que realmente está habitada. En esta ocasión cabe recordar “Una vela para el diablo” de Eugenio Martín, ya que la casa es un viejo caserón pintado en tonos blancos, con un granero y un pequeño molino para moler el trigo, dándole un toque más nacional al film -que valga decirlo, tiene más semejanzas al cine americano- y recordándonos que en nuestra querida España, aún quedan extraños parajes que albergan seres con muy malas intenciones. Alicia decide adentrarse en el caserón, y descubre la existencia de dos personas un hombre y una mujer en silla de ruedas -los cuales juegan con el vestido de novia de ella-, consternada por lo que ha visto y que todas sus sospechas eran reales, Alicia decide escaparse de la casa, por la que deberá cruzar un extenso bosque hasta llegar a su destino -maravilloso travelling de Alicia corriendo desesperada por el bosque, muy al gusto de los survival-. Todo se complica, al esconderse en su caravana es atacada por el hombre de la casa, mientras otro tipo de personaje simplemente pedirían clemencia, Alicia se enfrenta a su violador de forma contundente, atestando un fuerte golpe en la cabeza con la punta de una plancha -de ropa-, cuyo agresor comienza a sangrar lentamente mientras que va cayendo en extraños y pausados planos hasta el suelo. Viendo que la caravana no es segura, se vuelve al bosque y así encontrar a su marido que la busca, y juntos marcharán al caserón para acabar con aquellos que los amenazan.
Sin duda alguna, el film se merece una oportunidad, ya no por su rareza en el panorama español, sino por la osadía que tuvo Gonzalo Suárez de hacer un acercamiento muy personal al género de terror. En este caso, el director sabe sacar lo mejor de los actores -algunos más que otros- pero llegar a tensionar al espectador en todo momento; ya sea por una hora de tranquilidad reflexiva que se acontece con total parsimonia o por dotar de extrañeza a todo un metraje que sin esa característica podría ser bastante infumable. Es difícil hablar de un film como éste, ya que hoy mismo revisionándolo me quedé desamparado, no sabía como enfocar el artículo ya que estaba delante de un material muy diferente a lo que estaba acostumbrado; es chocante ver a Ana Belén y Víctor Manuel, después el film se explaya en ofrecer una particular visión del matrimonio y su fácil descomposición y finalmente encontramos un elemento de terror y suspense que va irrumpiendo en todo el metraje hasta eclosionar en su rápida y corta parte final. Como es de entender, es un film que por sus características es de un buen visionado, pero siempre teniendo en cuenta las advertencias antes citadas.
Dudo que su director buscara algo de pleno género, a diferencia de Vicente Aranda que lo hizo que forma notable con “La novia ensangrentada”, sino que creo que estamos delante de una simple película que puede convertirse en pequeña joya por sus cualidades de “rara avis” y como prueba factible, de que muchos cineastas de nuestro país sabían de la existencia de lo que se acontecía en Europa y Estados Unidos, y este “Morbo” de Gonzalo Súarez demuestra que se había visionado un cine particularmente americano de la época, ya que su inicio da ciertas pistas a que era posible,aunque cabe decir que el cliché de gasolinera desamparada más tomar un desvío que no debían, lo veo muy avanzado para su época teniendo en cuenta que es una obra de 1972, mientras que películas como la mencionada “La matanza de Texas” se realizó en 1974, por una vez podremos decir que un film español se adelantó un poco a su tiempo? Espero creer que sí, pero para eso espero sus opiniones y posible visionados de un film a reivindicar; si pudieron ver a Esperanza Roy en “Una vela para el diablo”, ahora pasen y vean a la pareja Ana Belén y Víctor Manuel más allá de la puerta de Alcalá.
7 comentarios:
Como siempre Romasanta, nos ofreces una lección magistral del cine de género patrio. Boquiabierta!!
Reconozco que en mi vida había oído hablar de "Morbo" y jamás habría imaginado a Ana Belén y Victor Manuel en esta tesitura, pero aquí están!!!
Yo la verdad es que no me veo con la paciencia necesaria como para aguantar esa introducción tan densa de la que hablas, y aunque tengo algo de curiosidad, no es suficiente para meterme de lleno en la vida de Alicia y Diego. No tengo tanta paciencia.
Cine extraño con personajes extraños que no puedo disociar de la puerta de Alcalá, de la muralla o de Zampo y yo...
Saludos.
Sr.Santa, esto es de largo, lo más bizarro y al tiempo aterrador que usted haya comentado por estas tierras cuerviles... ¿Quién me iba a decir a mi, que existía una versión patria (o prima bastardas) de la fabulosa "Honeymoon"? Usted, por supuesto.
Permítame de todas formas, que me mantenga ajeno a este tándem, tan o más terrorífico en el cine, que en la música ;)
Como siempre en estos menesteres, gran análisis.
Saludos.
Me he quedado alucinada! No tenía ni idea de que existía esta película, la verdad. Y encima con Ana Belén y Víctor Manuel, qué fuerte todo...
Pues yo si le quiero dar una oportunidad por su bizarrismo, tu estupendo análisis y por la extraña atmósfera que dices que envuelve la película.
Qué gran trabajo!
Muchas gracias a los tres! La verdad que es sorprendente como en España se hicieron este tipo de películas, y que además cosecharon un gran éxito -en su momento "Morbo", fue vista por más de 800.000 espectadores-; nos encontramos delante de unos extraños experimentos cinéfilos que valen la pena darles una pequeña oportunidad.
Al sr.Rector y Missterror los comprendo perfectamente, y a May Dove la animo para que consiga verla y me diga qué opina, aunque aviso que el prólogo es tan largo y grande que pone a prueba al espectador.
Abrazos a todos!!!
Challenge accepted!
Enhorabuena amigo, por traernos nuevamente una peli apenas conocida, que sin ser ningún peliculón, bien merece otro visionado para entenderla dentro del contexto de la época!
Encomiable tu labor, como siempre, y estupenda la crítica!Felicidades!
muchas gracias Damien!!!
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