Crítica: Órbita 9

Durante la pasada Navidad pudimos disfrutar, por decirlo de alguna manera, de ‘Passangers’ cinta dirigida por Morten Tyldum (‘Headhunters’, ‘The imitation game’) que mezclaba elementos propios de la ciencia ficción y el romance, tanto que esta parecía una versión espacial de ‘Titanic’ con lo que desaprovechaba su mas que interesante punto de partida: La forma y manera en la que el aislamiento puede afectar a las personas. ‘Passengers’ no dejaba de ser al final una cinta hecha por y para la taquilla y eso se notaba demasiado en el resultado final de la misma. Harem Khraiche, autor del guión de ‘Retornados’ debuta como director de largometrajes en la pantalla grande con esta ‘Órbita 9’ interesante película que vuelve a mezclar ideas propias de la ciencia ficción, el cine romántico y el aislamiento pero que falla a la hora de crear tensión, de conseguir que el ritmo de la cinta seduzca al espectador y donde por momentos la dicción de alguno de los actores no ayuda precisamente a entrar en la película.

Tras un fallo en la nave en la que Helena viaja que hará que escasee el oxigeno, esta conocerá a Álex un ingeniero que acudirá a arreglar el problema. El aislamiento al que se ve sometida (Empezó el viaje siendo un bebé y le quedan como mínimo veinte años mas de solitaria travesía) hará que esta invite a cenar al chico para así poder disfrutar de algo de compañía. Como no podía ser de otra manera, entre los dos saltarán las chispas y el mundo en el que ambos viven se desmoronará como un castillo de naipes.

‘Órbita 9’ y ‘Passangers’ poseen un punto de partida bastante similar: Una larga travesía espacial donde uno de los pasajeros (En el caso de Helena, el único) se verá sometido a un largo aislamiento (Esta sensación es extensible también a Álex). En ambos casos un accidente en la nave será crucial para que tanto Jim Preston como Helena entren en contacto con otra persona (Es cierto, Preston se despierta gracias al accidente y Helena no, pero el planteamiento subyacente de ambas ideas parece ser prácticamente el mismo). Tanto Khraiche como Tyldum sustentan sus películas en dos interesantes puntos de partida (Un poco mas el de ‘Passangers’ que el de ‘Órbita 9’ ya que esta arranca de una manera un tanto anodina y por momentos carente de fuerza) pero ambos se muestran incapaces de llevarlas a buen puerto. Ambas películas parecen haber sido afectadas por los mismos problemas que las naves en las que viajan los protagonistas.

Helena y Álex, Maria Gonzales y William Geld. Dos distopías. Dos hombres que por diversos motivos irrumpirán en la vida de dos mujeres. Dos historias de amor contadas con desigual interés y ritmo (Soy fan de la cinta de Wintebottom y de la manera en la que este se aproxima tanto a Gonzales como a Geld. No puedo decir lo mismo de la cinta de Khraiche) pero que ambas poseen también cierta esencia común. Khraiche parece haberse puesto el disfraz de Alex Garland para escribir el guión de su primera película tomando ciertos elementos de otras películas. Es inevitable por ejemplo no pensar en Damian Alekan y su forma de mirar a Maria Gonzales y William Geld como resulta imposible no pensar en ‘Blade Runner’ una de las grandes películas de ciencia ficción tanto por la ambientación de algunas escenas como por momentos incluso en apartamento de J.F Sebastian o algún personaje similar.

Este año en este mismo blog reseñamos la última película de Mateo Gil ‘Proyecto Lázaro’ una fallida película que teniendo un mas que interesante punto de partida se perdía en una estética marca new age, en un ritmo excesivamente lento y en una historia que parece que no era capaz de sacar provecho a todo lo que inicialmente se había planteado. Sinceramente creo que se podría hacer una sesión doble, empezar por la cinta de Gil y acabar con la de Khraiche. ‘Órbita 9’ desprende el mismo tufillo new age que ‘Proyecto Lázaro’, ambas cintas tienen el mismo ritmo pausado que puede cansar e incluso aburrir a los espectadores mas impacientes y sobre todo ambas películas parecen ser incapaces de hacer que las buenas ideas que tienen acaben dando su fruto.

Ni Gil ni Khraiche en su faceta de guionistas consiguen que sus guiones no dejen de ser historias bien intencionadas pero fallidas. Una verdadera lastima. Puede que ‘Proyecto Lázaro’ resulte un poco más redonda que ‘Órbita 9’, pero lo que queda claro es que hay algo en la cinta de Khraiche que no acaba de funcionar y que hace que el espectador se distancie de ella, lo que sumando a dos actores protagonistas que personalmente no me acaban de convencer en sus respectivos papeles hacen de la cinta de Khraiche un claro quiero y no puedo.