miércoles, 26 de septiembre de 2018

Crítica: Matar a Dios

A todos aquellos que hemos recibido desde pequeños una educación claramente religiosa nos han surgido cientos de dudas. Algunas de ellas obtuvieron respuesta, mas o menos justificada pero respuesta, otras no. Todos aquellos que hemos tenido que asistir a clases de religión nos hemos planteado por ejemplo porqué Dios en el nuevo testamento sacrifica a su hijo por los hombres mientras que se muestra tan duro, cruel e incluso vengativo en el viejo testamento. Al menos yo siempre me he planteado como es posible que una misma persona muestre dos comportamientos tan diferentes y extremos. Igual que ocurría con el ‘Fist of Jesus’ de Adrián Cardona y David Muñoz, Caye Casas y Albert Pintó juegan con elementos religiosos sin buscar la ofensa, simplemente cogen ideas y personas que forman parte de la cultura religiosa para construir dos historias con intenciones distintas pero claramente surgidas de todas aquellas filias y fobias con las que crecimos y fuimos educados. Mientras ‘Fist of Jesus’ busca entretener y sorprender al espectador creando para ello un gran y divertido espectáculo gore, ‘Matar a Dios’ busca a través del uso de un humor negro no, negrísimo, mostrar la avaricia de la raza humana, representada en cuatro esperpénticos personajes llenos de miserias y pocas virtudes aunque alguno de ellos con gran corazón. ¿Y acaso no somos todos un poco así, como ellos?

Caye Casas y Albert Pintó dan el salto al largometraje tras una serie de cortometrajes que han arrasado allá por donde se han proyectado. ‘Nada S.A y ‘R.I.P’ que fue estrenado en la anterior edición del festival del cine fantástico de Sitges junto con esta película acumulan cientos de premios, haciendo de ‘Matar a Dios’ una de las cintas españolas mas esperadas del año (y que afortunadamente podemos disfrutar en pantalla grande, algo que por desgracia no podemos decir de otras cintas igual de estimulantes y que han ganado premios en festivales especializados). La película de Caye Casas y Albert Pintó muestra a un Dios que parece extraído directamente del viejo testamento, que hastiado y cansado de su creación hace de una masía y las personas que se encuentran dentro de ella disfrutando de la nochevieja su nueva arca de Noé, solo que ahora no hay que construir un gran barco donde meter dos especies de cada animal sino decidir que dos personas sobrevivirán a este nuevo fin del mundo.


“La presencia de Dios no es más que una excusa para explorar la condición humana en base a los engaños, la intolerancia, el machismo y toda una gama de sentimientos y formas de actuar bastante reconocibles”


Los directores y guionistas llevan al extremo las tan temidas cenas familiares que muchos nos vemos obligados a sufrir en Navidad. No parece que la elección de tan especial fecha se haya producido al azar (aunque se aleje del tono elegido por Caye Casas y Albert Pintó, recomiendo el visionado del cortometraje ‘Teratoma’ de Óscar Diáz que también sitúa su acción en una gran casa de campo durante una Navidad, una obra absolutamente notable). La miseria que muchas veces se puede apreciar en tan ‘esperados’ momentos es utilizada por Caye Casas y Albert Pintó para llevar al límite a sus personajes extrayendo de ellos lo peor de todos nosotros.

La presencia de Dios no es más que una excusa para explorar la condición humana en base a los engaños, la intolerancia, el machismo y toda una gama de sentimientos y formas de actuar bastante reconocibles. Puede que el espectador no se identifique (o no quiera identificarse) con ninguno de los protagonistas ya que todo parece llevado al exceso, a la caricatura, pero es posible que si vea ciertas actitudes propias reflejadas en ellos, algo que para mas de uno puede no resultar del todo agradable.


“el gran acierto de Caye Casas y Albert Pintó es el de darse cuenta de cuándo la formula se está empezando a agotar consiguiendo hacerla evolucionar introduciendo personajes en la historia”


‘Matar a Dios’ parece estructurada en tres claras partes, en tres capítulos, lo que hace que aunque la acción sucede casi en un espacio único (salvo la escena con la que se abre la película, toda la historia sucede en esa masía alquilada para disfrutar de la nochevieja con la familia) con cinco personajes (a Dios hay que sumar la pareja protagonista, Carlos y Ana, además del padre y el hermano de él) se noten esas transiciones entre las diferentes partes que componen la historia global. Pero a pesar de ello, el gran acierto de Caye Casas y Albert Pintó es el de darse cuenta de cuándo la formula se está empezando a agotar consiguiendo hacerla evolucionar introduciendo personajes en la historia (la presencia de Dios no es tan inmediata como muchos espectadores pueden llegar a pensar tras leer la sinopsis de esta película y eso puede decepcionar al espectador mas impaciente) o creando nuevos conflictos entre ellos.

Sin duda alguna, esta es una cinta de una gran calidad técnica y artística. La excelente banda sonora de la película es utilizada, salvo alguna pequeña excepción, con notable acierto por parte de los directores y que junto con la ambientación y el gran trabajo de Eduardo Antuña (perfecto en su absoluta intolerancia), Itziar Castro (me quito el sombrero ante esta mujer, de verdad) y Boris Ruiz son sin duda lo mejor de la película.


“el humor presente en la historia resulta un tanto desigual y junto con momentos realmente brillantes hay otros a los que se les podría haber sacado mucho más jugo”


Es cierto que hay elementos que no acaban por funcionar como nos gustaría. Como no puede ser de otra manera, el humor presente en la historia resulta un tanto desigual y junto con momentos realmente brillantes hay otros a los que se les podría haber sacado mucho más jugo. Por desgracia, David Pareja no acaba por resultar del todo convincente y Emilio Gavira está por momentos un poco sobreactuado lo que puede saturar a más de uno. Caye Casas y Albert Pintó dejan en su película algunos guiños que harán las delicias de todos aquellos que siguen la carrera de los directores desde sus comienzos y aunque en algún momento alguno de ellos se explote demasiado (no hace falta recrearse en el cuadro) resultan bastante simpáticos.

‘Matar a Dios’ es sin duda una gran película que supone el debut en pantalla grande de dos directores que tienen mucho que decir. ‘Todavía no somos nadie para ellos, ahora mismo no tenemos ningún proyecto futuro cerrado, no sabemos si volveremos a rodar (si es que lo hacemos)’ estas palabras publicadas por Caye Casas nos debe hacer reflexionar sobre el trabajo y esfuerzo que hay detrás de películas como esta. Hemos de ser críticos y alabar sus virtudes y decir lo que consideramos que puede ser un fallo o aquello que creemos que no acaba por funcionar, pero desde luego tenemos que apoyar el cine, en especial este tipo de películas que han luchado tanto por hacerse un hueco en una cartelera tan saturada de producciones de dudosa calidad. Y si encima pasamos hora y media realmente entretenida, ¿Qué podemos pedir más?


4 comentarios:

Victor dijo...

Pasé este lunes a verla. Y mi visión es casi idéntica a la tuya, salvo que el guión es tan escueto, que pese a durar solo hora y media, se estira un poco, perdiendo algo de frescura. Pues con 10 minutos menos quedaría mejor. Por lo demás, una grata sorpresa.
Un saludo

Donnie dijo...

Victor, para mi son esos momentos donde la historia empieza a flojear los que podrían sobrar, los finales de las partes uno y dos a las que hago referencia en la crítica. Pero como digo creo que es un gran acierto de los directores y guionistas darse cuenta de ello y conseguir que su película vuelva a coger fuerza. Y si, la verdad es que esta es una muy grata sorpresa, una cinta realmente interesante que merece la pena ser vista..

Un Saludo!

Donnie

El Rector dijo...

Yo me lo he pasado pipa. Acostumbrado como está uno a la mediocridad del cine "fantástico" español, toparse con una película como esta es una experiencia casi divina, jeje. Los cinco actores protagonistas están excelsos, todos ellos y el libreto es fresco y muy divertido. A mi me ha faltado algo más de metraje con más protagonismo para el todo poderoso, que creo que daba para unos cuantos gags más, aparte de su afable carácter.

Ojalá el cine español se dejara de tanto intento de gafapastada de saldo, de intentar copiar historias de fuera y se centrara en hacer películas como esta que nada tienen que ver ni con la habitual pretenciosidad ni con lo que la industria de este país entiende por "cine fantástico". Muy grande esta "Matar a Dios".

Saludos.

Donnie dijo...

Rector, me alegro que te haya gustado y hayas disfrutado tanto de esta película. La verdad es que si, para lo que estamos acostumbrados a ver en producciones patrias en lo que al género fantástico se refiere, esta película es un soplo de aire fresco. A mi no me parece que todos los actores estén brillantes y algún chiste puede que me sobre pero disfruté mucho de esta película. No se si al final Casas y Pintó volverán a ponerse detrás de las cámaras para dirigir pero si no lo hicieran, el cine español estaría perdiendo dos grandes directores..

Un Saludo!

donnie

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