domingo, 27 de enero de 2019

Críticas: Bienvenidos a Zombieland

Reglas para hacer una comedia zombi: Regla número uno: Elige bien a tus zombis. Obviamente van a ser los personajes principales de la película. Elige bien si quieres un zombi clasicista de lentos andares, uno veloz, si los quieres inteligentes, si quieres animales zombis, incluso los niños zombis le dan un toque especial. Tienes mil posibilidades. Regla número dos: Protagonistas carismáticos. Estás haciendo una comedia, necesitas personajes graciosos, con chispa, y si quieres, recurre a los clásicos. El amigo listo, el personaje cabal que siempre da buenos consejos y al que no hace caso ni el apuntador. Los que se pasan de listos. El graciosillo que nos pone de los nervios. Tranquilos, suele morir rápido. La tía buena, su ropa estará impecable y sus reservas ilimitadas de sombra de ojos parecen cosa de brujas. El duro, un poco gilí, salva el culo de sus compañeros en más de una ocasión y se le acaba cogiendo cariño.


“el brutal For whom the bells tolls de MetallicA (Regla nº4: Una banda sonora elegante), nos introduce en los créditos iniciales”


Regla número tres: Sangre, mucha sangre. No creo que haga falta explicar la importancia del cumplimiento de esta regla, sangre y vísceras jugositas, por favor. Regla número cuatro: Una banda sonora elegante. El que estés haciendo una comedia no significa que no hiles fino en los detalles. Pon atención a la banda sonora, puede ser lo que marque la diferencia.

Regla número cinco: Armas originales. Estás haciendo una película zombi del género comedia, deja volar tu imaginación no te cortes. Para causar un buen destripamiento o chapuscón de sangre todo vale: hachas, escopetas, bates, cortacésped, palos de golf, enanos de jardín… Todo nos sirve para que tus protagonistas se protejan, o para que mueran con estilo. Regla número seis: Un buen guion. Vas a necesitar buenos picos de humor, de sarcasmo, y un hilo conductor. Regla número siete: Escenas surrealistas y/o épicas. Recuerda incluir un momento de gran epicidad sensorial, de gran intensidad. Una escena que haga decir al espectador “Sí, ¡joder!”. Regla número ocho: Cuidar las localizaciones y escenarios. El mundo es tu escenario, elige sabiamente el lugar de tu acción. Desde una casa en mitad de la nada, a un bosque, un centro comercial, las calles de una gran ciudad, una granja de avestruces, o un asilo repleto de ancianos sindicalistas. Regla número nueve: Algún giro inesperado, momento “¿Pero qué cojones?” Introduce algo que no se espere, algo que se salga un poco de la historia pero que la haga aún más grande. Regla número diez: Un final a la altura. Obviamente, cuida que el final sea acorde al resto de la cinta. No nos decepciones en el último momento.


“El problema de los zombis en esta película tal vez sea que quedan eclipsados, o relegados a un segundo plano”


Grata sorpresa nos deparaba el año 2009 con “Bienvenidos a Zombieland”. Ruben Fleischer, dedicado hasta ese momento al mundo de la publicidad, se vino arriba sobremanera con una ópera prima que cumple casi todas las reglas que debe tener una comedia zombi para sorprender y divertir.

Una bandera de los gloriosos EE.UU. vuelta del revés nos indica dónde transcurre la acción (Regla nº8: Cuidar las localizaciones y escenarios), tenemos suerte de que, por obra y gracia del destino, el 99% de los pacientes cero se encuentre siempre en el país de las oportunidades. Y así de entrada, uno de sus protagonistas, Columbus, nos relata su lista de reglas para sobrevivir en un mundo plagado de zombis. Cardio, mata y remata, cinturón de seguridad… Icónica lista de supervivencia que se nos ha quedado grabada a fuego a quienes soñamos con que llegue ese día. Y tras la lista, el brutal “For whom the bells tolls” de MetallicA (Regla nº4: Una banda sonora elegante), nos introduce en los créditos iniciales, los cuales, son un claro ejemplo de cómo Fleischer aprovechó su experiencia en publicidad. Todo esto nos hace salivar para lo que promete ser una gran película de zombis.

Si grande es la película, grandes son sus protagonistas. Columbus, interpretado por un jovencísimo Jesse Eisenberg, en el papel de un tardo adolescente que nos cuenta la situación en la que se encuentra el planeta. Columbus, la encarnación perfecta del joven pajillero con chispa (Regla nº2: Protagonistas carismáticos), se viene arriba cuando se une en el holocausto zombi a Tallahassee. Un brutal Woody Harrelson acude en el papel de vaquero héroe americano de vuelta de todo y a quien todo importa una mierda, salvo el poder comerse un puñetero bollito Twinkie. Sin duda, el mejor personaje de la película, su brillantez y elegancia a la hora de matar infectados, hace que quiera “darle” en todos los idiomas y poner su foto en mi carpeta, (Regla nº3: Sangre, mucha sangre), (Regla nº5: Armas originales). Y en el papel de tardo adolescente femenina, tenemos a Ema Stone dando vida a Wichita. Personaje que sobrevive limpita y mona que te cagas a un holocausto zombi y que llega para poner toques de sarcasmo un poco forzados y tintes románticos que nos hacen querer vomitar más que el ver a los infectados masticando entrañas. Wichita es acompañada por su hermana pequeña, Little Rock, encarnada por la niña que cuando sonríe hace aparecer arcoíris y unicornios, Abigail Breslin.


“llegando al final de la película es donde tenemos que dar un tirón de orejas a Paul Wernick y Rhett Reese, los guionistas de la cinta”


La regla nº9, algún giro inesperado, momento “¿Pero qué cojones?” es fácil de solventar con un cameo de proporciones épicas que no venga para nada a cuento. Te ríes, te relajas un poco de la trama central y ya tienes otro momento a recordar. Y por supuesto, los zombis. Para “Zombieland”, Fleicher ha optado por el tipo de zombi clásico, en estado de putrefacción avanzado, con gran cantidad de sangre y heridas y con la maravillosa capacidad de correr (Regla nº1: Elige bien a tus zombis). El problema de los zombis en esta película tal vez sea que quedan eclipsados, o relegados a un segundo plano. Sus momentos de gloria quedan condensados en momentos cumbre como el de una carnicería épica con el “Vienna Blood Waltz, Op.354” de Johann Strauss de fondo (Regla nº4: Una banda sonora elegante, (Regla nº7: Escenas surrealistas y/o épicas).

Y llegando al final de la película es donde tenemos que dar un tirón de orejas a Paul Wernick y Rhett Reese, los guionistas de la cinta. Si bien nos habían puesto el listón muy alto durante todo el metraje (Regla nº6: Un buen guion), pinchan y se deshinchan al llegar al final de la cinta. Nos ofrecen un final de lo más edulcorado y tremendamente previsible, adiós a la regla nº 10: Un final a la altura. Pero a pesar de que los últimos minutos sean un poco sin sustancia, “Bienvenidos a Zombieland”, es de obligado visionado para los amantes del género zombi, para los amantes de la buena comedia y para todos aquellos que esperamos el día en que podamos armarnos para reventar cráneos putrefactos. Yo, Riatha, escribiendo desde algún lugar remoto, os dejo por ahora para ir a disfrutar de un blandito y jugoso Twinkie en mi merienda.


9 comentarios:

Victor dijo...

Pues a mi este film no me gustó mucho, tampoco soy un amante de los zombies, me gustan ciertas pelis. Pero a esta no le encontré el punto.
Un saludo

Donnie dijo...

A mi Victor, la verdad es que tampoco.. Si que soy amante de los zombies y el inicio de esta película me gusta mucho y nada mas.. Cuando se proyectó en Sitges, la sensación que teniamos mi grupo de amigos y yo era que tenía el premio del público ganado de antemano (Vamos, como la mayoria de veces) por la brutal campaña de publicidad que se estaba haciendo y no nos equivocamos. Con respecto a zombieland, me defino como uno de sus haters..

Un Saludo!

Donnie

El Rector dijo...

Para mi esta "Zombieland" lleva aquello de "película simpática" al extremo. Muy lejos de las grandes comedias de zombies salidas en los últimos años y sobrevalorada como pocas, vaya usted a saber la razón. Tiene sus cosillas, como la ocurrente, espectacular e increíblemente bien musicada intro, con ese himno de "Metallica" que pone la gallina de piel, el ya mítico personaje de Murray o algún momento puntual del tramo final donde se pone algo más seria, pero en general, bastante insípida, repleta de gags sin gancho y con unos personajes que al menos a mi, nunca me llegaron.

No se donde quedó la serie de televisión, si finalmente se canceló o sigue adelante el proyecto y bueno ,la inminente secuela que de seguro viene con otra gran campaña de marketing bajo el brazo, pero por mi parte, muy poquito interés el que me despierta esta franquicia.

Saludos.

J dijo...

No me puedo creer que no tuvierais esta crítica. Conocí a Emma Stone, el prota y la otra en Sitges 2009. Segunda parte para cuando?

Divertida y buena banda sonora

Art0rius dijo...

De esta película tengo un recuerdo espantoso, en parte por causas completamente ajenas al filme: La zombie walk de ese año se retrasó casi una hora porque los protagonistas de Zombieland se retrasaron por algun motivo. Yo estaba disfrazado de honrado muerto viviente con mi señora y la organización no tuvo otra idea que PONER A UN NIÑATO EN EL BALCÓN DE LA SEDE DEL FESTIVAL INSULTANDO DURANTE UNA HORA A TODOS LOS ASISTENTES A LA ZOMBIE WALK.
Después de casi cincuenta minutos aguantando lo inaguantable, el público en el que yo me incluía empezó a gritarle que se callará, asi que el sujeto encima se enfadó y se despidió con un "iros a la mierda hijosdeputa" ante el pasmo de todo el mundo.

Zombieland me parece divertida y tontorrona sin más, pero las circunstancias me han hecho odiarla involuntaria e injustamente.

Art0rius dijo...

El festival era Sitges, obviamente, y el cretino en cuestión iba acreditado como voluntario y usaba la megafonía del evento. Epico...

Dante Yurei dijo...

Estoy sorprendido de ver tantos comentarios negativos sobre Zombieland. Entiendo que no es una obra maestra, pero a mí en particular me pareció muy entretenida y tenía la idea de que el sentido colectivo era parecido, aunque ahora lo pongo en duda. Es una de esas propuestas que no se toma tan en serio todo esto del apocalipsis zombie como la gran mayoría de las películas de este género, como lo hizo en su momento Shaun of the Dead.

Unknown dijo...

Buenas! Victor, Donnie, obvio que no estamos ante la obra de zombis definitiva, pero yo personalmente me parto con ella, sentido del humor simple. Respecto a la serie, Rector, ando igual. Ni idea de ella. En lo de la secuela estamos de acuerdo, pese a que la película me encanta, no creo que dé para una saga, miedo me da, aunque Jesús Haro la espere con ganas.😉
En cuanto a tu experiencia, ArtOrius, medre mia, eso sí que da para una critica.
Dante, tampoco son negativas, entiendo que el sentido del humor es algo muy personal, sin mas.
Gracias a todos por comentar.

J dijo...

Su segunda parte, 10 años más tarde, es digna sucesora. Menos gamberra y con una banda sonora más pausada. Es nostalgia. Recuerdas la primera y ahora todo el reparto reunido, con la Oscar izada Emma Stone. Falta Murray pero se le recuerda. Divertida, gracias a la pija de Vampire Academy o como se diga. En el blog olvidada. Lástima.

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