El mito de La Llorona es uno de los elementos culturales más destacados de México. Lo es por sus connotaciones históricas, relacionadas con leyendas prehispánicas que han perpetrado en el imaginario colectivo hasta nuestros días, así como por la cantidad de acepciones que ha tenido en el arte, desde obras pictóricas hasta productos fílmicos o canciones tan famosas como la versión de Chavela Vargas, una auténtica maravilla. Aunque esta no era la primera adaptación que se hacía de un relato tan funesto como dramático, lo cierto es que todo lo que toca James Wan se convierte en un auténtico fenómeno de masas, y esta vez no podía ser menos.
“la saga del multiverso Warren parece acercarse también más al público latinoamericano, versionando uno de los cuentos más icónicos de México”
El relato, la leyenda, tiene una estructura similar a otras coetáneas en otros espacios geográficos: según se dice, la Llorona es una mujer que se aparece en la noche, a veces en las encrucijadas de los caminos y/o carreteras, con cabello largo y vestida de blanco, llamando con fuertes llantos y aterradores lamentos a sus hijos. Una situación terrible se los arrebató, y no descansará hasta encontrarlos. A partir de aquí, los adornos son abundantes, pero todo conlleva a recrear una situación realmente escalofriante: cualquier viandante o conductor tiene la posibilidad de encontrársela en cualquier lugar…y sufrir las terribles consecuencias de los actos del espíritu.
La adaptación de esta película (es cierto que no la dirige Wan, pero sí la produce) me recuerda bastante a un fenómeno que ya vivimos con la saga “Paranormal Activity”. Ambas comparten muchas cuestiones de fondo, aunque los elementos que las separen sean importantes. Aunque la obra de Oren Peli tenía un presupuesto escasísimo y bebió del éxito inesperado (y en eso se diferencia de “Insidious”, pero no tanto de “Saw”, ambas obras de James Wan), se creó una corriente de secuelas dispuestas a comerse segmentos de mercado a base de una reiteración casi dogmática acompañada de una recaudación sin precedentes. Todo hasta que la gallina de los huevos de oro dijese basta. En esa diatriba de secuelas y secuelas, la saga impulsada por el director israelí tuvo una entrega llamada “Paranormal Activity: The Marked Ones” (2013), alejada de la tónica central de todo el argumentario de las anteriores y vinculada al mundo latinoamericano. La acción iba asociada a otro público, y la pretensión era clara: abrir mercados a un público concreto. Más allá de que su calidad fuese más o menos cuestionable (a mí me gustó más que la cuarta entrega numerada), lo cierto es que recaudó bastante y generó un nicho importante.
Con este movimiento, la saga del multiverso Warren parece acercarse también más al público latinoamericano, versionando uno de los cuentos más icónicos de México, pero también de otros países colindantes que reproducen la leyenda con argumentos bastante parejos. Conociendo los elementos principales de todas estas películas, ya sabemos por dónde irán los tiros en torno a su concepción como producto interesante e, incluso, necesario. Sabemos que su vinculación a otras películas es prácticamente inexistente, por lo que solo nos queda concebirla como una más en lo formal y en lo narrativo. Solo queda preguntarse cómo quedará respecto a “The Nun”, a la que, por cierto, ya han anunciado secuela.
“El trabajo que hay detrás a nivel de dirección y de fotografía es interesante porque se mueve entre los mejores de todo el multiverso Warren”
La película comienza contándonos el mito y, posteriormente, se abre al verdadero inicio de los protagonistas con un plano secuencia muy bien logrado que ya avanza lo que veremos durante todo el metraje. Los encuadres, travellings o los astutos planos subjetivos se usan con inteligencia y técnica, siendo este además su principal valedor a mencionar entre los argumentos positivos para visionarla. El trabajo que hay detrás a nivel de dirección y de fotografía es interesante porque se mueve entre los mejores de todo el multiverso Warren (si se permite esa acepción), llenando de calidad la pantalla y de un discurso de imagen bien conseguido desde el principio hasta el final, sin que caiga en ningún momento. A mí me sorprendió gratamente.
Otra cuestión a tener en cuenta es el guion en sí. Sin que sirva de precedente (“The Nun” fue un fiasco gordo), la película narra una historia simple sin aspavientos. Lo hace manejando los tiempos a ratos, con espacios que se hacen lentos y otros que ganan ritmo. No hay alardes pseudofantásticos o tintes demasiado épicos que presagien finales sin sentido; es previsible, encaja todas sus piezas y lo hace con facilidad, sin complicarse. Esto, como solemos reiterar, tiene sus aspectos buenos y malos; en los primeros, es una película entretenida y se deja ver; en los segundos, puede llegar a aburrir en algún momento y nunca va a sorprenderte. No es uno de esos productos que crean escuela, sino que beben de esta para montar algo que satisface en lo mínimo. Como símil, podríamos decir que “The curse of La Llorona” estudió lo justo para sacar un cinco raspado y así fue, sintiéndose satisfecha consigo misma. Porque la película es consciente de hasta dónde puede llegar y se queda en eso, sin excesos absurdos.
“Más allá de lo efectista de los planos, algún susto bien dado (mínimos) y un buen trabajo técnico, lo cierto es que esta Llorona ofrece poco más que no hayamos visto antes”
Las interpretaciones van de la mano. Linda Cardenelli (la conocemos sobre todo por su papel de reparto en la afamada “Green Book”, aunque los seriéfilos podrán recordarla de la fantástica “Mad Men”) hace un papel correcto, con algún momento algo sobreactuado, pero en la línea de la sobriedad que acompaña al resto del elenco, minoritario. Ninguno destaca por hacerlo mal o excesivamente bien, con la mesura como compañera.
Mención aparte reciben los jump scares. Repetitivos, predecibles y totalmente innecesarios en algunos momentos que podrían haberse rellenado con determinadas aristas del argumento que no se terminan de pulir, como la influencia de algunos personajes secundarios a los que se podría haber sacado más punta. También tenemos un momento que saca sonrisas de sorpresa por su vinculación directa con otra película del Multiverso Warren, lo que siempre da músculo a todo el mundillo que se ha montado en torno a James Wan (servidor lo agradece profundamente; soy fan de este tipo de espacios fílmicos o en cualquier otro soporte hilados).
Más allá de lo efectista de los planos, algún susto bien dado (mínimos) y un buen trabajo técnico, lo cierto es que esta Llorona ofrece poco más que no hayamos visto antes. Quizás para el aficionado menos exigente sea una vía de entretenimiento más, que cumple con lo mínimo y no busca más. Para los que somos más experienciales y buscamos otras cosas, se nos queda corta y aburrida. Pero como en todos lados hay un punto medio, yo creo que merece al menos pasar la criba. Y cuidado con verla con vuestros hijos o hijas: la fantasmagórica aparición está al acecho de cualquier desencantado. Si la echáis un vistazo, veréis que no es tan difícil que aparezca delante de la puerta de vuestro hogar, y para entonces, lo mejor es buscarse un buen santero.
4 comentarios:
Saludos. Como mencionas queda justo en el medio, no es ni buena ni mala, pero es algo que por lo menos yo esperaba desde la promoción. Mi principal motivación para verla era ver que tal lo hacia el director Chavez, que al parecer es el aprendiz y elegido de James Wan, y para mi lo hace muy bien. Presenta unos juegos de cámara al estilo The Evil Dead y escenas como la de la sombrilla que dejan ganas de ver que puede hacer con un mejor guion.
Muy buena crítica y estoy de acuerdo, es una película que pudo ser mucho más, pero seamos realistas, las películas de terror están en crisis, no hay lo que antes había, menos efectos especiales y más terror real, como en antaño.
Dante - ¡Hola! No sabía que Michael Chavez había sido seleccionado por el propio James Wan como su aprendiz. Ahora que lo comentas, es una película que podía haber firmado perfectamente el director malasio. Recuerdo que lo pensé en su momento.
Creo que aquí tenemos un problema de pulso narrativo y de un buen análisis del material. La Llorona daba para productos mucho más siniestros y que hubiesen tornado por otro recorrido. Por eso se queda a la mitad: porque ni da todo lo que quiere ofrecer, ni ofrece todo lo que podría haber dado =)
La Llorona - Excelente nombre para comentar esta película jajajajajaja Yo no pienso que las películas de terror estén en crisis: creo que la crisis la tienen los directores, los guionistas, las PRODUCTORAS especialmente y el mercado. Siempre el mercado. El género siempre está ahí, es una mácula inmanente que espera ser retorcida por parte de manos (y mentes) humanas que persiguen aterrorizar. No podemos culpar a las películas sino a las personas que hay detrás y especialmente a la industria...e incluso tampoco tenemos que posicionarnos en una visión tan catastrofista. Es verdad que tenemos un nicho de mercado grande, archiconocido, de triples A, que es capaz de lanzar productos mediocres como si fuesen grandes cintas que han venido a revolucionar el género (cuando es mentira: vienen a ganar dinero, mucho dinero), y es una situación en la que se han posicionado el Universo Warren (aunque me lluevan piedras por decir esto), y toda esa retahíla de subproductos que han aprovechado esa tendencia al "jump scare" con volumen x200. Vendía, y eso era lo importante. Pero, aunque no vaya a desarrollarlo, el cine de género siempre ha sido muy envidioso de su éxito y muy reproductor de sus tendencias, una de las grandes lacras del mismo en mi opinión =)
Como decía, tenemos ese gran maremagnum de productos archiconocidos, pero detrás hay una escuela de películas de menor presupuesto y unas ideas maravillosas que sacan productos super interesantes que rememoran ese terror real que comentas. Si nos avenimos a estos últimos años, el hilo existe: It Follows, The Babadook, The Eyes of my Mother, The Invitation, The Witch, Hereditary hasta Ghostland. Me faltan infinitas, pero creo que se intuye por dónde va el hilo =) Creo que la proliferación de nuevos medios y presupuestos ha sentado muy bien al cine de género...nuestro desafío ahora es saber seleccionar para que ese terror real, de antaño, siga presente en nuestras pantallas.
Ufff... yo soy de los que ponen muy, pero que muy mal a esta película. Piloto automatico on. sustos que ya hemos vistos, personajes y situaciones que ya conocemos.. No hay nada en esta película que pueda salvar de la quema.. me costó aguantar despierto hasta el final.. Creo que al 'Universo' Wan habría que dejarlo ya descansar de una vez por todas..
un Saludo!
donnie
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