Crítica: Monstrum

ASTINUS NOS HABLA SOBRE ESTA MONSTER MOVIE CON FUERTE REGUSTILLO A LA GENIAL SERIE DE NETFLIX KINGDOM

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Las monster-movie siempre han sido un subgénero dentro del fantástico proclive al entretenimiento y disfrute del espectador. Incluso en su condición de producto de segunda fila, pueden llegar a producir risas por lo mal tratado de algunas cuestiones dentro de los mismos; en otras palabras, estas películas tienen la facilidad de quedarse en el imaginario del espectador incluso desde lo malo. Y eso, en ocasiones, es una bendición. En su condición de parodia, “Sharknado” (2013) es un buen ejemplo, creando una saga que ha propiciado el curioso fenómeno de convertirse en un éxito de masas siendo un producto de serie B. Lo contrario sucede con “Cloverfield” (2008). La peculiar trilogía de películas iniciada por Matt Reeves nos narra la invasión de un ser sobre un espacio determinado desde el thriller serio, algo que se reitera en numerosas ocasiones dentro del subgénero pero que, en este caso, pervive en un excelente uso del encuadre y la gestión de los tiempos, algo muy importante cuando se trata de mantener la tensión y, por qué no, el disfrute.

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“Kingdom (2019) es prácticamente calcada en ambientación y hasta recursos estilísticos a Monstrum, incluso en esa combinación de seres sobrenaturales y ardides políticas”

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Ejemplos parecidos hay muchísimos, desde los clásicos más idolatrados hasta los telefilmes más cutres. Desde las bestias uniformes que nunca veremos hasta las animaladas gargantuescas que nos permiten identificar el ser que estamos viendo. En muchas de estas hay dos componentes muy importantes que “Monstrum” (2018) comparte: mucha acción y una dosis de comedia bien hilada. El hecho de mezclar ambas pervive en el deseo del equipo técnico de ofrecer espacios en los que el espectador pueda distenderse y otros en los que la tensión sea palpable. Y hay que adelantar que la película coreana cumple con lo prometido.

Inevitablemente, desde el minuto uno aparece una de las mejores series de terror que ha dado el mundo oriental en los últimos años: "Kingdom" (2019) es prácticamente calcada en ambientación y hasta recursos estilísticos a Monstrum, incluso en esa combinación de seres sobrenaturales y ardides políticas. Tan solo un año después del estreno de la película, Netflix hacía lo mismo con una serie que se sitúa, literalmente, en el mismo arco cronológico, y es fácil habituarse al vestuario e incluso los paisajes que esta ofrece. En este sentido, la serie perpetua su esquema en torno a dos líneas paralelas: una invasión zombie y una serie de personas conspirando para alzarse con el trono. Y hasta aquí decimos. "Monstrum" tiene un bagaje parecido: existe el misterio del monstruo gigantesco que caza humanos, y a la vez discurre el intento de un ministro real de hacerse con el poder. En ocasiones son tan parecidos ambos productos que me lancé, una vez acabado, a repasar el elenco técnico para encontrar similitudes. Aunque no las hallé más allá de la aparición de Choi Woo-sik (conocido por “Train to Busan”, “Ojka” o la más reciente “Parasite”), lo cierto es que podría pasar por un mismo arco al más puro estilo “Cloverfield”.

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“El guion se muestra hábil a la hora de manejar los tiempos y el misterio que rodea la situación, aunque en su primera mitad se hace algo lento”

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En todo caso, conviene pararse a explicar exactamente de qué va “Monstrum”. La historia, recreada a partir de una serie de documentos históricos que narran acontecimientos parecidos, nos sitúa en la Corea del siglo XVI, donde una misteriosa criatura es avistada en un monte devorando a las personas. El Emperador, preocupado por la situación, manda a su hombre de confianza a que investigue todo lo relacionado con la misma.

A partir de esta premisa, es interesante ver como se van reuniendo todos los condicionantes del cine más aventurero: grupo de personas que acompañan al protagonista, peligros y situaciones desenfadadas mezcladas y, en este caso, aderezados con una criatura bastante feota y muy lograda a nivel técnico que se erige como uno de sus principales reclamos. El guion se muestra hábil a la hora de manejar los tiempos y el misterio que rodea la situación, aunque en su primera mitad se hace algo lento y puede llegar a ser tediosa; además, su falta de pretensiones puede ser un problema para el espectador más exigente, así que prevenidos vais. Cuando vas bastante mentalizado de lo que vas a encontrarte, la película gana una nueva dimensión y consigue lo que pretende, especialmente en su tramo final, espectacular en lo técnico y muy sorprendente. Es un gusto cuando las secuencias finales de una película vinculada a la acción llenan tanto.

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“Defiende con dignidad su esencia, es divertida, intensa y tiene un tramo final muy potente”

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En el plano técnico encontramos muchas de las características que definen al cine coreano más virtuoso: travellings breves que profundizan en el dinamismo de unos planos rápidos y ágiles que persiguen constantemente mantener un ritmo elevado, especialmente cuando hay combates. La iluminación está trabajada y ahonda en los paisajes, en ocasiones, como un actor más. Las coreografías son marca de la casa y están muy bien conseguidas, tanto como la sobreactuación de los protagonistas, algo igualmente propio. En lo personal, tanta exageración puede resultar contraproducente, pero eso será siempre a gusto de quien la consuma. Más allá de ello, el elenco cumple sobradamente.

Hay películas de monstruos que saben qué quieren y cómo hacerse querer. “Monstrum” cumple ambos requisitos. No será un gran éxito perdurable, tampoco saldrá en las listas que busquéis por Google. No le hace falta ni una cosa ni la otra. Defiende con dignidad su esencia, es divertida, intensa y tiene un tramo final muy potente. Además, hila trama política con el propio monstruo (hasta aquí decimos), y aunque tiene momentos algo más pesados en su primera mitad, merece la pena continuar. No decepciona.