Crítica: The Wild Goose Lake

THE AMAZING AMY NOS HABLA SOBRE LA INTIMISTA NUEVA OBRA DE NEÓN DEL REPUTADO DIRECTOR CHINO YI´NAN DIAO

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“The Wild Goose Lake” (2019) Esta es una historia de amor, de amor y de equivocaciones. De expectativas y de realidad. De distracciones y de descubrimientos. Y es que una no sabe de las conexiones que podemos hacer sin buscarlas. Puede que seas una prostituta, el líder de una banda criminal, una romántica con sed de sangre o una espectadora distraída que raya en lo patético, las cosas siempre pasan por algo o, como nos muestra “The Wild Goose Lake”, el destino no se puede evitar. Acompáñenme a leer esta triste historia…

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“The Wild Goose Lake puede llegar a ser un nuevo estilo más intimista de cine noir”

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“The Wild Goose Lake” escrita y dirigida por el premiado Diao Yinan, quien ganó el año 2014 el Oso de Oro a mejor Film en el Festival Internacional de Cine de Berlín con la película “Black Coal”, vuelve después de cinco años a dirigir y a escribir su nueva película, la bien hecha aunque un poco tibia (para mis expectativas) “The Wild Goose Lake”. Diao Yanin repite su racha festivalera con esta película que compitió el 2019 por la Palma de Oro en el Festival de Cannes, que obviamente perdió contra la más premiada aún y joya del cine contemporáneo “Parásitos” (2019). ¡Vaya con estos premiados!

Sin conocer de nada a Diao Yinan y confundiéndolo con el director de “Drive” (2011) Nicolas Winding Refn, me aventuré a ver “The Wild Goose Lake” en busca de esa escena que queda en la mente del espectador por años y años (que no puede ser sino una genialidad y hasta un milagro si nos gusta ponernos religiosos) como es el beso en el ascensor, anterior a una masacre que da gusto. Y es que sí, soy una romántica que gusta además de las películas sangrientas. Los primeros minutos de “The Wild Goose Lake” iban bien, relación chico/chica que están en problemas (me llamó la atención que el director de “Drive” trabajara con un elenco en su totalidad asiático y que la locación fuera en china, “bueno, la innovación”, pensé), al estar presente el neón y una fotografía muy cuidada pensé “¡qué bien! Aún le gusta el neón, ticket” pero de pronto la película toma otro rumbo que me deja mal, en el mal sentido.

Después de terminada y con un gran símbolo de interrogación por cabeza me cuestioné “Esto no es "Drive", ¡qué le pasó al director!”. Voy, busco más información de la película y vaya mi sorpresa cuando me doy cuenta que el director no era Nicolas Winding Refn, sino Diao Yinan. Ustedes se preguntarán “Qué tiene que ver toda esta tonta historia con la crítica de “The Wild Goose Lake”? ¡Y es que lo tiene todo que ver! Al terminar de ver el film de Yinan quedé en el vacío. Tenía claridad de que la película era un buen producto, de calidad, pero no me había gustado. No había en el film esa violencia gráfica o las vueltas de tuerca que te hacen estallar la cabeza y de las cuales el cine asiático nos tiene acostumbrados. Era… era acaso… “The Wild Goose Lake”… ¿una historia de amor? Estaba en blanco, ¿era este el estilo del director? ¿Qué acababa de ver? Y sí, todo el dramatismo que faltó en el film lo viví yo tratando de darle sentido a lo que quería mostrar la película.

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“El film no bucea el morbo de dar cabida a la violencia más explícita porque el contexto social de por sí es violento”

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Tal era mi grado de desesperación que quise ver otras películas de Diao Yanin, buscar información adicional, leer la biografía del director, estudiar la cultura china, leer análisis de la sociedad china actual. Hasta pensé en desertar de enviar críticas a este blog, porque si no entendía lo que acababa de ver, ya no era digna de escribir sobre películas. Pero sin buscarlo “Drive” y “The Wild Goose Lake” tenían algo en común, y el universo es sabio hasta en las equivocaciones, ya que en ambas películas se relatan historias de amor, en un contexto donde el amor nos debería nacer. Y mi reacción de extravío no fue otra más que la normal al enfrentarse quizá, a un nuevo estilo de película noir.

Y no son palabra mías, dentro del proceso tortuoso que fue hacer esta crítica llegué a una entrevista realizada a Diao Yinan, donde comenta que efectivamente el foco de la película era la relación de estos dos personajes, el delincuente y la prostituta y si su historia puede o no ser de amor en un contexto social hostil, la búsqueda desesperada de mejores oportunidades y la violencia propia de la vida en un barrio suburbano de la china potencia económica. En la misma entrevista plantea el director que “The Wild Goose Lake” puede llegar a ser un nuevo estilo más intimista de cine noir. Ya con esta información todo cobró un poco más de sentido y hasta mi confusión con los directores tomó tintes místicos. Porque ambas películas tienen algo en común al fin y al cabo, el contraste entre amor y violencia.

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“Uno de los puntos altos del film (una vez aceptado el hecho de que de sangre y masacres no va) es que el director juega con la expectativa del espectador durante toda la película”

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Si he de ser honesta la película me generó muchos problemas. No solo por la confusión inicial y el recorrido por todos los círculos del infierno. Sabía que lo que estaba viendo era un film de calidad, que contaba con buen guion y estaba bien dirigida. Además muestra la realidad de los sectores marginales de la sociedad China, que se debaten entre la tradición y el desarrollo económico, que genera una tensión entre moral, dinero y poder, que para mi gusto personal siempre es un plus. Por otro lado la historia tiene tintes clásicos, de tragedia griega. El destino, aquella fuerza invencible a la que tanto temían en la antigua Grecia, en este film esa fuerza es nada más ni nada menos que el vil dinero.

El protagonista Zhou Zenong (el delincuente) sabe cuál es su destino y cede ante él, pero bajo sus términos. Y es en ese último deseo donde el otro personaje Liu Aiai (la prostituta) se ve arrastrada, también por el destino. Ya ambos insertos en la cacería de brujas, se va dando de manera muy sutil la relación entre ambos. La complicidad y un objetivo en común hacen que los dos desconocidos se vean envueltos en una relación poco convencional, que está marcada desde el inicio por este destino que no se puede evitar. Este viaje del héroe es a la vez violento pero sin violencia gráfica. El film no bucea el morbo de dar cabida a la violencia más explícita porque el contexto social de por sí es violento y los personajes no pueden hacer nada más que tratar de sobrevivir. Esto fue lo que generó confusión inicial, una no espera una película noir asiática tan intimista y sutil. No es para nada una “Old Boy” (2003) o una “Confessións” (2010). “The Wild Goose Lake” se aleja de ese tono y resulta más parecida a “Badlands” (1973) que a cualquiera de las películas antes mencionadas, otorgándonos de esta forma una extraña mezcla entre cine occidental y oriental.

Uno de los puntos altos del film (una vez aceptado el hecho de que de sangre y masacres no va) es que el director juega con la expectativa del espectador durante toda la película. Aviso de SPOILER El héroe trágico quizá pueda tener un final feliz, quizá logre escapar, quizá logre enamorarse y tener una vida feliz rescatando además de su destino oscuro a la doncella. Y eso para una adicta a las historias de amor (tanto como a las vísceras y la sangre) es tan esperanzador que, cuando eso no ocurre el corazoncito muere un poco. El film juega con la esperanza del “Y vivieron felices por siempre…” para después descubrir que nadie escapa de su destino. Pero de todas formas hay un triunfo, un extraño final feliz. Cierre de SPOILER.

En definitiva es una buena película, bien realizada y de calidad. Con un buen guion que te mantiene expectante durante toda la duración del film. Pero hay que decirlo, para el gusto de esta amante de las emociones fuertes, de la sangre y matanzas, es un poco tibia. ¡Pero vamos! Que el director está planteando algo, así que acepto su propuesta. No es que Diao Yanin haya inventado la pólvora con su “The Wild Goose Lake” pero llega a algo y de todas maneras el film es disfrutable hasta el final.