El found footage, como todos los subgéneros que se ponen de moda, fue explotado hasta la náusea. La tendencia imperante se unía a la ventaja de ser productos realizados con cuatro perras: excusa perfecta para que cualquier realizador se tirará a la piscina de las cámaras tambaleantes y los montajes oligofrénicos. Sea como sea, considero que el subgénero ha aportado obras muy interesantes, cuando no seminales, al género del terror.
“Christopher Landon, ahora en la pomada con sus éxitos de Feliz día de tu muerte y secuela, se encarga del guion en una entrega que perfectamente podría haberse llamado de cualquier otra forma”
Resulta innegable el impacto que tuvo “El Proyecto de la Bruja de Blair” (Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999) y todavía recuerdo el miedo, puro y duro, que pasé viendo “Rec” (Jaume Balagueró, Paco Plaza, 2007) en el cine: probablemente la experiencia más catártica que he vivido en pantalla grande. Por otro lado, al found footage pertenecen dos de las películas más perturbadoras que he visto en toda mi vida: “The Poughkeepsie Tapes” (John Erick Dowdle, 2007) y “Megan is Missing” (Michael Goi, 2011). Con esto quiero decir que servidor es más fan que detractor de este tipo de cintas.
Un papel clave jugó en la popularización del estilo la sencilla (además de efectiva y ciertamente espeluznante) “Paranormal Activity” (Oren Peli, 2007), tremendo éxito de taquilla, que dio lugar a una saga de decreciente interés y calidad, que considero alcanzó su cima en la muy divertida tercera entrega, dirigida por Henry Joost y Ariel Schulman en 2010, que expandía la mitología de la saga y cuyo final era un auténtico tren de la bruja. Tras un interesante spin off, “Paranormal Activity: Los Señalados” (Cristopher Landon, 2014), que incluso jugueteaba con el cine de superhéroes, la saga terminaría naufragando en la mediocridad, con las entregas cuarta y quinta: auténticas odas a la vagueza fílmica y a la escasez de ideas. El reciente reboot, “Paranormal Activity: allegados” (William Eubank, 2021), devuelve cierta dignidad a la saga, aunque esto tiene de “Actividad Paranormal” lo que yo de hijo de Hitler. Bueno, usan la misma tipografía para los rótulos con fechas, si eso cuenta.
“la entrega que más elaborada se encuentra desde el punto de vista de la puesta en escena, de hecho, en un par de ocasiones se olvida del formato y adopta una narración tradicional”
Christopher Landon, ahora en la pomada con sus éxitos de “Feliz día de tu muerte” (Christopher Landon, 2017) y secuela, se encarga del guion en una entrega que perfectamente podría haberse llamado de cualquier otra forma. Al igual que en la reciente “Wrong Turn” (Mike P. Nelson, 2021), las conexiones con la saga original son ínfimas, más allá de algún que otro apunte muy muy anecdótico. Vamos a ver traicionados, lo que no supondría ningún problema, ya que los síntomas de agotamiento eran claros, muchas de las señas de estilo de las obras originales: los entornos urbanos y cerrados (casi siempre limitados a una casa) son sustituidos por exteriores y parajes amplios, permitiendo que la historia respire y tenga más bazas que jugar. Una casa es una puta casa, una comunidad amish da más juego.
También estamos frente a la entrega que más elaborada se encuentra desde el punto de vista de la puesta en escena, de hecho, en un par de ocasiones se olvida del formato y adopta una narración tradicional, sin cámaras en mano de por medio. No se puede dejar más claro que a los responsables se la suda lo de “cómo es posible que los personajes sigan grabando mientras son acosados por un fantasma”. En ese aspecto es una película más cuidada y refinada que sus predecesoras. ¿Traiciona el concepto de metraje encontrado? Totalmente, pero ¿a quién diantres le importa?
“ha ido directa a plataformas, pero no deja de ser un found footage entretenido que no engaña a nadie y que me ha resultado mil veces más entretenido que la hypeada The Medium”
Landon, a la hora de escribir el guion, se pegó una sobredosis de “Midsommar” (Ari Aster, 2019), ya que la influencia resulta tan evidente que hasta escuece: incluso los títulos de crédito recuerdan a la obra maestra de Aster. Por mi parte, ningún problema, pero es cierto que se están mezclando churros con merinas cosa bárbara. La película gana enteros con esa ambientación rural, sacada de otra época, pero resulta muy complicado pensar que no es un simple recurso aleatorio y que el contexto podía haber sido cualquier otro.
He comentado la traición a ciertos aspectos clave, pero existen otros que se respetan paso por paso: el movimiento de cámara rápido izquierda derecha, repetido varias veces hasta que ¡Tachán!, las secuencias de carreras y las de cámara nocturna, además de un fin de fiesta que, para que engañaros, ha provocado que terminará subiendo la puntuación de la crítica. Es que me pones cosas feas, acompañadas de caos por doquier, y me termino ablandando. No creo que “Paranormal Activity: Allegados” relance la franquicia, de hecho en nuestro país, por ejemplo, ha ido directa a plataformas, pero no deja de ser un found footage entretenido que no engaña a nadie y que me ha resultado mil veces más entretenido que la hypeada “The Medium” (Banjong Pisanthanakun, 2021).
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