lunes, 2 de enero de 2023

Crítica: Monstrous

MISTER MOLOKO NOS HABLA SOBRE ESTA SORPRENDENTE TITULO DE TERROR PROTAGONIZADO POR CHRISTINA RICCI


Hay determinadas películas de las que no esperas absolutamente nada y que nos acaban sorprendiendo gratamente. Y no, no me estoy refiriendo a esos placeres culpables que todos tenemos (en mi caso los podría contar por centenares), sino a aquellos films sobre los cuales albergamos unas expectativas mínimas y que, tras su visionado y en muchas ocasiones a causa de circunstancias mera e intransferiblemente personales, nos acaban dejando con un agradable sabor de boca. 

Hace un porrón de meses accedí a una película llamada "Monstrous" (2022) que, a priori, parecía la típica historia de monstruo nocturno. Mi interés por la película, además de la mera curiosidad, radicaba principalmente en comprobar la evolución interpretativa de Christina Ricci, una actriz por la que siempre he sentido una cierta debilidad y que, a pesar de prometer mucho, nunca ha acabado de despegar del todo. Honestamente el film se quedó en barbecho dentro de mi disco duro (entre la última mamarrachada de David DeCoteau y la enésima película asiática de fantasmas), en ese limbo virtual en el que acaban tantas y tantas películas que, con total seguridad, nunca llegaré a ver. Algún tiempo después leí ciertos detalles sobre la trama de la película que, lejos de animarme, me evocaron un montón de tópicos e ideas mil veces vistas que todavía me alejaron más del film. No fue hasta saber que la habían programado en el último Festival de Sitges como uno de los films sorpresa de última hora cuando mi interés aumentó exponencialmente. Ante esta nueva circunstancia, mi TOC hizo el resto y me enfrenté a su visionado, tal como he dicho, sin esperar grandes cosas. Básicamente mi motivación fue puramente completista. 


“todo se cuece a un fuego excesivamente lento, pero ello no es óbice para reconocerle sus méritos y valorar en su justa medida la originalidad de una historia que sabe alejarse del camino más fácil” 


¿Qué nos explica "Monstrous" ? Estamos en el año 1955. Laura huye de un marido que la maltrata hacia un tranquilo pueblo de Kansas en compañía de su hijo pequeño Cody. Tras recorrer más de doscientos kilómetros, ambos se aloja en una casita que se encuentra a las afueras de la ciudad junto a un lago. Lo que ellos no saben es que un extraño ser sale cada noche del agua con la intención de arrastrar a Cody hasta las profundidades. Todo parece estar relacionado con el pasado de la joven. 

Los que lean este argumento y contemplen la primera media hora de película van a constatar que todo discurre entre los cánones habituales de este tipo de películas sobre monstruos y presencias extrañas. Sinceramente, todo es tan absolutamente prototípico que uno no sabe si está ante una explotación de manual o ante el enésimo ejemplo de la falta de imaginación de determinados guionistas. Todos los tropos, tópicos y recursos manidos están presentes en este primer tercio de la narración. El realizador Chris Sivertson, un hombre curtido en telefilmes y cuya película más conocida dentro del género es la insustancial "Todas las cheerleaders muertas" (2013), ofrece una realización francamente plana (que ayuda también a la que se potencie la sensación de déjà vu) entre la que únicamente destaca una fotografía bastante cuidada que trabaja tonalidades cromáticas muy contrastadas y una buena interpretación por parte de una Christina Ricci que hace creíble su rol de madre abnegada y sufridora. Nada en la película hace albergar esperanzas de que la cosa va a cambiar y en todo momento tenemos la impresión de que nos encontramos ante un "The Babadook" (2014) de Hacendado. Sorprendentemente, es a partir de ese momento cuando se empiezan a introducir en la historia ciertos elementos y sorpresas que despiertan automáticamente nuestro interés y van convirtiendo una trama que hasta entonces había resultado muy previsible en una historia intrigante y sugestiva. 


“esta película es un claro ejemplo de como un buen texto no acaba de alcanzar todo su potencial por culpa de una puesta en escena absolutamente funcional y sin ningún tipo de personalidad” 


No voy a entrar en muchos más detalles (por aquello de respetar los Spoilers), pero si les diré que la película nos presenta un giro que, aunque lo medio llegue a intuir, debo reconocer que está muy bien planteado. Pero es que luego la historia tiene otro giro que no me esperaba para nada y que, esta vez sí, me dejó, como se dice ahora, "con el culo torcido" . Vista en su conjunto, si por algo destaca esta película es por su capacidad para transitar desde los caminos más manidos y predecibles hasta un final en el que, gracias a su capacidad para aunar con inteligencia varias temáticas aparentemente dispersas, hay espacio para la sorpresa y la emoción (aunque ya sabemos que todo eso es muy personal). A lo mejor todo se cuece a un fuego excesivamente lento, pero ello no es óbice para reconocerle sus méritos y valorar en su justa medida la originalidad de una historia que sabe alejarse del camino más fácil

Tras el visionado busque información sobre los responsables del guion. Su autora es una mujer llamada Carol Chrest que prácticamente debutaba en la escritura con "Monstrous". Anteriormente sólo había escrito el librero de una película titulada "La sombra del asesino" fechada en el año 2000 y protagonizada por Dennis Hopper. Tengo la vaga sensación de haberla visto, pero francamente no recuerdo absolutamente nada de ella. Cito a la guionista con toda la intención el mundo, ya que esta película es un claro ejemplo de como un buen texto no acaba de alcanzar todo su potencial por culpa de una puesta en escena absolutamente funcional y sin ningún tipo de personalidad. Y es una lástima ya que el guion parte con buenos mimbres: una correcta definición psicológica del personaje principal, una historia que evoluciona de forma coherente, la capacidad de sorprendernos en determinados momentos, un final que resulta tan lógico como epatante. Le podemos achacar que hay determinadas decisiones tramposas, que algunos aspectos están resueltos algo chapuceramente y que en otros hay que hacer ciertos actos de fe, pero el tono general es positivo y a mí ha logrado engancharme. Si en lugar de estar en las manos de un artesano como Chris Sivertson la historia la hubiera abordado alguien con más personalidad, estoy seguro que de aquí podría haber salido una película notable. 


“No estamos ante una gran película, probablemente ni siquiera ante una buena película... pero sí hablamos de un producto muy digno” 


Aunque aparentemente nos encontremos con un film que tiene una puesta en escena muy funcional y poco creativa, unos efectos especiales muy mejorables y una regular utilización de un espacio escénico que ofrecía muchas más posibilidades, ello no es óbice para reconocer que estamos ante una película interesante. Simplemente por el tratamiento que hace sobre nuestras dificultades a la hora de gestionar ciertas cargas emocionales, creo que ya merece la pena. No estamos ante una gran película, probablemente ni siquiera ante una buena película... pero sí hablamos de un producto muy digno que, al menos por lo que a mí respecta, ha sido capaz de proporcionarme una experiencia gratificante durante hora y media. Que es mucho más de lo que puedo decir sobre otras películas.

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