domingo, 15 de octubre de 2023

Crítica: There´s Something in the Barn

EL RECTOR NOS HABLA SOBRE LA PELÍCULA DE TERROR DE ESTAS NAVIDADES, CON DOS MESES DE ANTELACIÓN. GNOMOS, RISAS Y CERTIFICADO FESTIVALERO


En esa fiebre casi enfermiza de regresar a la esencia del cine de los ochenta en la que se ha visto sometido el género estos últimos años, se ha puesto especial énfasis en lo estético, en recrear con mayor o menor mimo todo aquello relacionado con lo sensorial, ya sea el apartado visual o el sonoro. Me atrevería a decir incluso que, por encima de la imagen o la ambientación, este último, fuertemente identificado como rasgo característico de la época, se ha convertido en el epicentro de muchas de estas producciones, inundando el panorama fantástico de sonoridades electrónicas y sintetizadores por doquier. Y todo esto está muy bien y no negaremos que el cine retro nos ha regalado grandes títulos, pero también es cierto que en otras ocasiones, ha pecado de artificial y prefabricado, olvidando lo más importante, la esencia misma de aquel cine: el corazón


“Magnus Martens se pone las caretas de Joe Dante y John Landis, para firmar una comedia de terror navideño inteligente, divertida y que muestra sincera admiración por sus referentes” 


El Noruego Magnus Martens, tras una dilatada relación con el fantástico (siempre en la televisión) y tras su ópera prima, la cinta de acción “SAS: El Ascenso del Cisne Negro” (2021), debuta de largo en el género con “There´s Something in the Barn” (2023), nuevo ejercicio de retrocompatibilidad con aquellos maravillosos años y que identifica de manera inteligente ese mal endémico del cine retro ochentero, apostándolo todo al fondo y no a la forma. El resultado, una comedia de terror que sin necesidad de artificios ni trucos de salón, se siente como una fidedigna experiencia de los ochenta. 

En las formas estamos ante un título de lo más actual, con una puesta en escena que podría atesorar cualquier producción de hoy en día y que en ningún momento pretende que compremos un boleto para viajar en la máquina del tiempo en base a artimañas de diseño o a impostados arrebatos de nostalgia. No,  son los personajes y la forma de contar la historia, lo que de manera natural nos retrotrae a la forma de hacer cine de los ochenta, al recuerdo de títulos y autores que nos marcaron por entonces. Magnus Martens se pone las caretas de Joe Dante y John Landis, para firmar una comedia de terror navideño inteligente, divertida y que muestra sincera admiración por sus referentes. Y pese a que lo de Dante y sus “Gremlins” (1984) parece una obviedad, yo incluso veo aquí más de Landis, pues la película siempre supedita el terror a la comedia y a ese punto tan genuinamente naif que tenía su cine. Martin Starr protagoniza la película, pero bien podría haberlo hecho Chevy Chase


“una cinta muy divertida y que en algunos pasajes, resulta sorprendentemente ácida, haciendo gala incluso de una mordaz sátira sobre la sociedad estadounidense y sus miserias” 


Buscando similitudes con el cine de hoy, títulos como “Krampus: Maldita Navidad” (Michael Dougherty, 2015) o “Rare Exports: A Christmas Tale” (Jalmari Helander, 2010), pueden ayudarte, estimado lector, a entender por donde van los tiros, aunque Martens aboga como digo, por una experiencia menos “oscura” y más orientada hacia todos los públicos que las mencionadas, aunque sin perder nunca de vista ese punto canalla e irreverente tan característico de la serie B. Y teniendo tanto peso el reverso cómico de la obra, era absolutamente necesario tener entre manos un libreto a la altura, un material con el que diferenciar lo “simpático”, de lo hilarante y lo cierto es que “There´s Something in the Barn” lo tiene. Estamos ante una cinta muy divertida y que en algunos pasajes, resulta sorprendentemente ácida, haciendo gala incluso de una mordaz sátira sobre la sociedad estadounidense y sus miserias. Los guionistas Aleksander Kirkwood Brown y Josh Epstein redundan sin perder nunca la chispa sobre el terraplanismo Yankie, la familia o la cultura de las armas. 


“nunca se recrea en el noble arte de la violencia gratuita y que cuando enseña, lo hace con mesura y sin olvidar nunca a que tipo de público va dirigida” 


Volviendo a Martin Starr, pues decir que aglomera en su persona y en su personaje, ese espíritu Landis que impregna toda la película. Como decía, aquel Chevy Chase icónico de “National Lampoon´s Cavation” (Harold Ramis, 1983) quien aquí como cabeza de familia tendrá que sostener y salvaguardar todos esos valores familiares de panfleto de la Norteamérica más macabra y de los cuales el filme se ríe hasta la saciedad. En este sentido, decir que el monopolio de la burla no es exclusivo del sueño americano y que los tópicos nórdicos también se llevan lo suyo. 

Starr se sale y su personaje regala algunos de los momentos más hilarantes de la película. Lo más destacado del reparto junto a Amrita Acharia (Irri en “Juego de Tronos”) la madrastra, Kiran Shah (quien se metiera en las carnes de Frodo Bolsón en muchas secuencias de la trilogía de “El Señor de los Anillos”), el Gnomo o Calle Hellevang Larsen a modo de secundario como el otro gran baluarte cómico de un filme al que algunos pueden considerar que peca de inofensivo si lo comparamos con otras comedias de terror vistas este mismo año como pueda ser “Unwelcome” (Jon Wright, 2022) y es cierto, en clave de violencia, estamos ante una película bastante light, que nunca se recrea en el noble arte de la ídem gratuita y que cuando enseña, lo hace con mesura y sin olvidar nunca a que tipo de público va dirigida. Y valga la redundancia, estamos ante una película que gustará a un amplio espectro de público, tanto los que busquen un corte de terror ligero, una comedia con aires aventureros para toda la familia e incluso aquellos que gusten de la sátira y humor más afilado. En “There´s Something in the Barn” todo resulta asquerosamente entrañable, incluso los villanos y el resultante es una experiencia muy divertida y disfrutable desde la nostalgia más orgánica. 

Lo mejor: Carne de festival. Comedia y terror de calidad para todos los públicos. 

Lo peor: … para todos los públicos.


4 comentarios:

Krueger dijo...

Si sale Martin Starr, siempre en mi equipo!

El Rector dijo...

Krueger, yo no lo tenía fichado, pero aquí se sale.

Saludos.

Missterror dijo...

Divertidísima película que, como dices, recuerda mucho los grandes momentos de Dante y Landis. "There's something in the barn" podría infiltrarse en 1987 y solo sorprenderían los gags tecnológicos o sobre redes. Ni hacen falta sintetizadores, ni pelos cardados, solo una simple y gamberra historia centrada en la navidad con gnomos enfadados y personajes gamberros con el necesario punto ingenuo.
Lo cierto es que en todo momento esperaba que se pusiera más salvaje, pero creo que el objetivo era algo más familiar.
Salí de la proyección con una gran sonrisa y con muchas ganas de que llegara la época navideña para ver si alguno de los gnomos que yo tengo en casa dan algo de juego si les dejo un platito de galletitas de jengibre por la noche.

Ojalá una sesión doble de "Gremlins" y "There's something in the barn" unos días antes de nochebuena.

Un abrazo.

El Rector dijo...

Missterror, entendiendo que hubiera sido otra película, ese punto extra de violencia y algo de gore, la hubiera convertido en una de esas comedias de terror capacitadas para colarse entre la élite de un subgénero tan complicado de llevar a buen puerto como ese. Es que la propia "Gremlins", me parece una cinta más oscura en muchos aspectos. No obstante, ya digo, siendo lo que es y tengo claro que es lo que pretende ser, estamos ante una película muy divertida y una apuesta segura para cualquier amante del terror ligero en su vertiente más festiva(lera).

Saludos.

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