martes, 14 de mayo de 2024

Crítica: The Firm (La Tapadera)

SHAGGYFARACHE NOS HABLA SOBRE "THE FIRM", EL JUEGO DEL GATO Y EL RATÓN DE SYDNEY POLLACK


Para mediados de los años 80s irrumpió un autor hasta entonces desconocido llamado John Grisham que revolucionó todo el mercado literario gracias a sus novelas de suspenso ambientadas dentro del mundo de la abogacía, y era solo cuestión de tiempo para que las adaptaciones llegaran al cine, cosa que ocurrió por todo lo alto luego de que Paramount consiguiera los derechos de The Firm, uno de los mayores éxitos de Grisham, y que interesó a dos de los pesos pesados de la industria en ese momento: Sydney Pollack y Tom Cruise


“Pollack no escatimó recursos en filmar casi toda la película en escenarios reales e icónicos, lo que ayudó a crear una atmósfera mucho más natural” 


El reto era mayúsculo, no solo porque Mitch McDeere, el protagonista de la novela, es un abogado temerario y ambicioso, pero también arrogante y poco empático, lo que lo convertía en alguien complejo de interpretar, sino porque la trama del libro, oscura e interesante por momentos, tenía una enorme cantidad de subtramas que la hacían más basta y complicada, cosa que lograron solventar al hacerse de los servicios del gran Robert Towne en la reescritura del guion, quien simplificó al máximo el carril de la película de manera más que eficiente. Y el resultado no pudo ser más satisfactorio al transformarse en uno de los mejores thrillers de los años 90s, donde un joven e inexperto abogado, pero con una temeridad y ambición a toda prueba, a punta de creatividad e ingenio logra salir bien librado de una situación imposible, haciendo frente a la mafia por un lado y al FBI por el otro. 

Un casting poderoso al servicio de un director de altos kilates 

Para conseguir una dinámica interpretativa brillante, Pollack se apoyó en un estupendo casting en donde destacaban experimentados actores de la talla de Gene Hackman, Hal Holbrook, Wilford Brimley y Steven Hill, además de Ed Harris, Holly Hunter, Tobin Bell, David Strathairn, Jeanne Tripplehorn, Terry Kinney y excelentes cameos de Gary Busey, Paul Sorvino y el siempre intimidante Joe Viterelli, quienes ayudaron a crear una auténtica pesadilla demencial en donde el joven matrimonio McDeere pareciera estar al borde del abismo en todo momento. 


“A pesar de que la trama, desarrollo y resolución de la novela es complicada, Pollack logró construir toda una gran estructura narrativa eficiente y soberbia” 


Cabe destacar que Pollack no escatimó recursos en filmar casi toda la película en escenarios reales e icónicos, lo que ayudó a crear una atmósfera mucho más natural, apoyado en la correcta fotografía del siempre competente John Seale y en una edición a cuatro manos de los hermanos William y Frederick Steinkamp, quienes supieron dotar a la cinta de mucho suspenso, brillo y un ritmo fenomenal en donde los 155 minutos de la cinta pasan literalmente volando (o nadando, según se desee). 

Un thriller profundamente “cajun” 

Al desarrollarse en Memphis, la trama está profundamente ligada al sur de Estados Unidos y en todo momento se siente la cultura “cajun” propia del sur, cosa que Pollack incrementó al máximo gracias a una soberbia banda sonora al mando de Dave Grusin, quien se apoyó casi exclusivamente en melodías sencillas de piano que resaltaban la tensión, el suspenso y también la inmensa carga de comicidad en los inesperados momentos llenos de un inusual humor muy negro. 

Un entretenido juego del gato y el ratón 

A pesar de que la trama, desarrollo y resolución de la novela es complicada, Pollack logró construir toda una gran estructura narrativa eficiente y soberbia ideando un entretenido juego del gato y el ratón donde el personaje de Cruise se ve obligado a buscar una solución para salir bien librado de la mafia y de las autoridades y salvar su maltrecho matrimonio ideando un plan, no exento de errores y riesgos, increíblemente sencillo pero magistralmente diseñado, lo que por momentos nos hace pensar quién es realmente el gato y quién es realmente el ratón en toda esta situación. 


“una película trepidante y emocionante, y que si bien no es un clásico al nivel de Hitchcock o Kubrick, ha sabido envejecer como el buen vino” 


Como ya es costumbre, Tom Cruise brilló con luz propia demostrando un profesionalismo total al arropar por completo el personaje de McDeere y dotarlo de mucha más sensibilidad y empatía, además de llevar a cabo todas las escenas de riesgo sin dobles, cosa que luego llevaría al paroxismo años después en la saga de “Misión Imposible”. Pero sin duda alguna quien se lleva todos los honores es una sensacional Holly Hunter en el papel de una picaresca, extrovertida, sexy y disparatada asistente que se convierte en la aliada imprescindible en el ingenioso plan de McDeere, y no debemos olvidar a un sorprendente Tobin Bell, quien funge como el gran villano de la función en uno de los papeles más intimidantes de su carrera (lo cual ya es decir mucho). 

30 años de un auténtico clásico del género
 

“The Firm” (1993) no solo fue un auténtico éxito en taquilla, sino que también encumbró a Grisham como un autor muy popular de novelas de suspenso sobre abogados, juicios y litigios, por lo que muchas de sus obras fueron posteriormente adaptadas al cine, con mayor o menor éxito. Además del éxito económico, la película recibió merecidos elogios de la crítica, en especial por la labor de Grusin y Hunter, quienes recibieron sendas y merecidas nominaciones al Oscar de 1994. Cabe destacar que el personaje de Holly Hunter aparece en muchas escenas, pero todas ellas de muy pocos segundos de duración, convirtiéndose en la actuación más corta en ser nominada a un premio de la academia. Luego de 30 años, “The Firm” es una película trepidante y emocionante, y que si bien no es un clásico al nivel de Hitchcock o Kubrick, ha sabido envejecer como el buen vino. Todo cinéfilo debe de ver al menos una vez en la vida para disfrutar de dos horas y media de buen entretenimiento.


3 comentarios:

Ted dijo...

Esta película tiene mucho poder visual. Su dire, 12 hombres sin piedad, es un maestro del suspense ( antes que el diablo sepa que has muerto) Parece simple pero un clásico notable. Yo hubiera puesto morbo, sexo con elegancia, para hacer de esta propuesta una historia que te hiela.

Tracy Kong dijo...

Entonces serìa como EYES WIDE SHUT! lo cual No es mal giro tampoco, ni mucho menos.
Saludos!

Anónimo dijo...

Ese director que dices es Sidney Lumet, este es Pollack. Yo también confundo a Stanley donen con Richard donner

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