"Hazbin Hotel", nunca el satanismo fue tan "cute" y LGTBQ+

ARTORIUS NOS HABLA SOBRE EL IRREVERENTE MUSICAL SATÁNICO CREADO POR VIVIENNE MEDRANO

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Rayba se abre paso a codazos hasta el teclado y echa a Art0rius, porque yo lo valgo y vosotros, lectores, también. UN POCO DE ANTECEDENTES Los que somos fans de la animación en general y de Vivienne Medrano en particular pensábamos que nunca saldría “Hazbin Hotel”, la serie. El piloto apareció en Youtube en el 2018 como animación indie, y lo petó tan fuerte que la autora creó un spin-off llamado “Helluva Boss” que ha pasado de humor ultraviolento, adulto y cafre a un desarrollo de personajes delicioso. Muchos ya pensábamos que la cosa se iba a quedar ahí, en un episodio piloto y el fabuloso spin-off (que ahora está parado por la producción extremadamente exigente de “Hazbin Hotel”). Imaginaos el nivel del cachondeo que la propia autora, cuando anunció que salía “Hazbin Hotel” en Amazon, puso en el anuncio: ¡Sí, esta vez es de veras! ¡Y habrá temporada dos! 

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“la etiqueta woke se tiene que aplicar de lleno: no solo tiene una protagonista femenina fuerte si no que encima, es lesbiana y con novia fija” 

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Si se mira con un poco de cariño por las redes, veréis que el piloto en su momento fue tan tremendo y rompedor que a la buena de Viv la entrevistaron, se hizo una página web con desarrollo del pasado de personajes, creó cómics, y hasta se escribió fanfiction. Hay casos hilarantes en que algún fan quiso que le pagaran su animación fanart de porno self-insert con Charlie, la protagonista lesbiana de la historia (no, no me lo invento, la gente está así de mal), y casos mucho menos divertidos de bullying del fandom a diversas personas, incluyendo a la propia creadora tanto de víctima como de perpetradora (sus comentarios que la critican por lo muy de color que es cuando es tan blanca como yo, por tener una abuela latina, son de mear y no echar gota). Que internet, debido al relativo anonimato de las redes, favorece el comportamiento inmaduro y tóxico es conocido de sobras. Que la gente es muy gilipollas aún más. Y que el fandom de “Hazbin Hotel” es más tóxico que un bocata de lombrices de Chernobyl sazonado con algas de Fukushima no es una opinión, es un hecho. 

Haciendo abstracción de todo esto, en el mundo moderno donde prima lo inmediato la paciencia que hemos tenido todos con Viv durante estos años respecto a “Hazbin Hotel” nos hace dignos del cielo (por decir algo). Pero la espera valió la pena, porque la serie está muy a la altura de su rompedor, original y cachondo piloto. Vamos con el análisis. 

HAZBIN EL MUSICAL: SATANISMO, ANIMACIÓN ADULTA, REBELDÍA, TACOS Y ULTRAVIOLENCIA. ¡POR NO MENCIONAR LGTBQ+ A SACO! 

Sé que hay una porción del público que oye la palabra woke o términos como “feminista” o “LGTBQ+” y le da la urticaria inmediata. No voy a negar que hay obras que son pretendidamente de izquierdas, que nos venden la idea del héroe mesiánico de toda la vida que no falla en nada y le ponen tetas, y que encima se ponen vengativas con los penes y que son auténtica bazofia, no ya por la ideología (a mí el machismo y la homofobia me molestan pero hay obras maestras hechas por gente machista y homófoba, y de cine genial hecho por violadores y abusadores de mujeres ya ni te cuento) si no por falta de un mínimo guion, interés humano o empatía hacia unos personajes de cartón piedra. En este caso, la etiqueta “woke” se tiene que aplicar de lleno: no solo tiene una protagonista femenina fuerte si no que encima, es lesbiana y con novia fija, ella no es la única gay si no que el elenco está por toda la gama del arcoíris y, en general, es una serie que estornuda unicornios. Y eso no afecta a su calidad, así que el que quiera defenestrarla no va a poder hacerlo por su ideología. Por cierto, también es satánica a tope. Y si no sabéis de qué va la religión satánica, “Hazbin Hotel” es un buen punto de inicio. No es proselitista pero sí entretenida, y el punto de partida de la religión, la rebelión para encontrar la identidad y la mejora tanto personal como social, está ahí a tope. Aparte de tener al Lucifer más adorable que he visto jamás: depresivo, bajito (enano, en realidad) y obsesionado con los patos. 

Nota para las risas: En algunos lugares de EUA alguna gente intentó montar escándalo tildando a la serie de satánica. La acusación es rigurosamente cierta, y al que no le guste que no mire. La serie es también tremendamente inteligente, con buen ritmo, con unos diseños indies muy de los dosmiles y muy extremos, unos personajes bien llevados, vueltas de tuerca y ese elegante continuará que te deja preguntándote por qué diablos (¡ja, ja!) no te dan tu siguiente dosis de “Hazbin Hotel”a la de ya.  

Y pasamos a la parte musical, que es un mojabragas total y absoluto. El elenco de voces del episodio piloto, después de hacer despegar a la autora, fue guardado en una maleta y tirado al río en favor de un casting de los que te hacen la boca agua: el actor de Goliat de “Gargoyles”, el Bitelchús del musical, la protagonista de “Encanto” (2021)… Vamos a ver, que las voces son una maravilla. Me sabe fatal por los actores originales (que, por cierto, dejaron una genial despedida en youtube, la canción Thank you and goodbye), pero el reparto de lujo se nota. Cada episodio tiene dos canciones, y muy buen nivel. Es difícil no mirar la serie y no irte a poner la BSO en tu plataforma favorita en bucle. Art0rius y yo lo hicimos durante unos dos meses, aproximadamente. No me convencen del todo los temas de Welcome to heaven ni el reprise de More than Anything (prefiero de lejos la primera versión de la canción), pero por el resto es canela.  

Los personajes tienen unos diseños visualmente únicos que hicieron que los fans explotaran de amor tóxico por la serie desde el minuto uno, y aparte personalidades falibles, interesantes y bien llevadas. Como la historia es un musical, las canciones dan muchas pistas y se atan en el gran número final, por supuesto. Una de las cosas que más gracia me hizo es cuando en “Stayed gone” el personaje de Vox anuncia que el demonio de la radio “is a loser, a fossil and (...) a coward” (es un perdedor, un fósil y un cobarde, vamos), mientras muestra un garabato en el que se anuncia que huele mal y tiene pelo raro. Parece un bashing de lo más gratuito, pero (mini spoiler) lo cierto es que luego sus palabras se confirman por completo. En la traducción tuvieron que saltarse cosillas (normal en el proceso de adaptar letras de canción) y, por desgracia, esas sutilezas se pierden, pero en general podéis verla también en castellano y no os sangrarán las orejas. Amazon tiene algunas traducciones y doblajes realmente muy trabajados, y este es uno de ellos. 

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“Cada episodio tiene dos canciones, y muy buen nivel. Es difícil no mirar la serie y no irte a poner la BSO en tu plataforma favorita en bucle” 

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La trama no para, no se detiene en sensiblerías (aunque las emociones son plato fuerte, no se alarga sobre ellas), y en general tiene un ritmo sobresaliente. El romance no está muy presente, la mayoría de relaciones ya están establecidas desde el principio y es más importante presentar la relación padre-hija entre Lucifer y la protagonista, Charlie, que explicar su relación de pareja que ya se entiende de sobras con las pinceladas que dan. El primer episodio es un poco así asá porque está a caballo entre presentar a los personajes (si no has visto el piloto), la situación (con un resumen del Génesis en plan satánico que es una delicia), y poner bien clarito que los ángeles son unos gilimemos con un humor negro que algunos catalogaron de desagradable. Estoy de acuerdo en que el humor de Adan, el Dick Master, es repugnante, pero se nota que es intencionado. Y qué decir de su tema musical: ¿ángel rockero con la voz de doblaje de Bitelchús? Todo lo bueno. Y a partir de ahí, todo se sale y es genial de ver y oír.

ALGUNOS CONS, PORQUE NO TODO ES PERFECTO EN EL INFIERNO 

Ahora voy a explicar las cuatro cosas que me convencen un poco menos, porque de todo hay que hablar:  El hecho de estar a caballo entre complacer a los que conocen a Viv y su obra desde el 2018 (y su página fan, y los cómics, y las entrevistas…) y a un público nuevo hace que la cantidad de info que da por capítulo pueda saturar un poco. El ritmo despiadado en este caso no juega a su favor, ya que puede dar la sensación de que te pierdes algo (o, como dijo una amiga mía, “no me apetece hacer un doctorado para verme una serie”). No es muy grave, y con ver el piloto se arregla rapidito, pero soy de la opinión de que, si tienes una obra teóricamente completa en una plataforma, no tienes que necesitar visitar otras para entenderla. No es imprescindible del todo, pero si no puede dar cierta sensación de vacío, y eso siempre molesta un poco. Una obra tiene que sostenerse por sí sola, así que o rehaces el piloto y lo incluyes, o lo obvias por completo. No sé si la decisión que se tomó creativamente fue la más acertada. 

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“Una obra tiene que sostenerse por sí sola, así que o rehaces el piloto y lo incluyes, o lo obvias por completo. No sé si la decisión que se tomó creativamente fue la más acertada” 

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El rediseño de personajes no me acaba de convencer. Tampoco es de arrancarse los ojos, pero todo se ha vuelto más anguloso, más extremo, y el uso y abuso del rosa se me hace un tanto cansino. Ojo, esto es una opinión personal. Imagino que a otros el rediseño les parecerá refrescante y genial, pero como me estoy expresando yo, ahí lo dejo. 

La canción Welcome to Heaven. Jesusito, qué ladrillo. Es buena, tiene todo el sentido del mundo, pero cada vez que me pongo la BSO tengo que saltarla porque me rompe con todo. Y por sí sola no la escucharía, a diferencia de otras como Loser, baby, Hell’s greatest dad, More than anything o Ready for this, esa deliciosa parodia caníbal de los Miserables (otro musicalazo).  

El ritmo frenético. Tiene sus pros, obvio, ya que nunca para, pero a ratos me gustaría un poco de freno para disfrutar de los breves instantes emocionales de los personajes. En fin, aquí hemos venido a ver guerra entre el cielo y el infierno, pero qué sé yo, a mí esas relaciones insinuadas en dos diálogos me gustan pero me dejan con ganas de más. Y va tanto por Ser Pentius como por el regusto de un “algo” entre otros dos personajes que protagonizan una de mis canciones favoritas. Por un lado, que se resuelva rápido cierta situación emocional sin alargar malentendidos idiotas y cansinos está muy bien (¡Gracias, Rosie!), pero por otro me gustaría ver más también de Charlie y Vaggie, que para algo la primera es la protagonista… Sé lo que nos diría el profesor Tolkien, que cuando las cosas van bien no son interesantes de contar, y aplicándolo aquí la relación de las protas es buena y por tanto no hace falta demorarse en ella… pero en serio, ¿solo un poco? En su spin-off "Helluva Boss" me tiene demasiado mal acostumbrada a la forma en que desarrolla el crecimiento emocional, y aquí me ha cojeado. Pero bueno, obras diferentes, enfoques diferentes. 

Art0rius se despierta con un morado en la sien, mira la pantalla, asiente a medias de la opinión de su atacante, y vuelve a la inconsciencia. 

LO MEJOR: Lucifer, porque es best daddy. Alastor, que es un cacho de mierda irritante. Rosie y sus caníbales… En fin, los personajes en general. Los momentos roqueros de Adam. Husker y su canción de “ánimos” Loser baby (¡La voz es Goliat! ¿He dicho ya que es Goliat?). Los múltiples niveles narrativos. Las tramas y cómo le da la vuelta satánica a una historia que ya conocemos todos. Los diseños rompedores. El no cortarse en meter personajes de mierda que son mierda y no ocultan que lo son, es más, lo disfrutan. La parte musical. Que la mejor canción de amor de este año sea una canción padre-hija. El gran final. Lo que pasa después del gran final.  

LO PEOR: Haber perdido la voz de cazalla del Husker original, ya que el personaje era, aparte de ludópata, alcohólico (sí, vale, también entra en lo mejor porque es Goliat, pero puedo tener sentimientos ambivalentes y los tengo). El quedarse un poco a medias en el desarrollo del ritmo por querer complacer a todos. El fandom, que hace que te den ganas de ir a una central nuclear desahuciada en busca de aires más puros. La animación en algunos momentos concretos, que en general es una pasada (no es fácil animar personajes con múltiples brazos o alas y que se muevan de forma natural), pero a ratos me da una impresión de recortable algo forzada (podéis estar de acuerdo o no, es una opinión!).