Algunas de nosotras aún recordamos cuando Brad Pitt fue uno de los “guapos” de su época. Lo hemos visto en “Entrevista con el Vampiro” (1994), en “Troya” (2004), en “El Club de la Lucha” (1999), en “Snatch: cerdos y diamantes” (2000)… Si algo tiene este mozo, son ganas de variar el registro. Si algo tiene también, es cero ganas de ser el “guapo” aunque los genes le dictaran otra cosa, así que hizo carrera en paralelo a sus proyectos comerciales dejando que le rompieran la cara. Un capo.
“Si lo que buscáis es una historia implacable, muertes por doquier, acción, sangre y diálogos ágiles, es vuestra Meca”
Por eso, cuando ahora que el mozo ya está granadito y ya no hace suspirar a quinceañeras se nos embarca en cualquier película, dan ganas de enterarse de qué hace, ni que sea por curiosidad. Lo mismo hace de tonto, tontísimo en “Quemar antes de Leer” (2008) que se marca un cameo en “Deadpool 2” (2018). Y como el director, David Leitch, dirigió tanto esta última como la que nos ocupa, parece receta para un rato entretenido. Y lo es.
“Bullet Train” (2022) es de esas películas vertiginosas y llenas de acción que el bueno de David (que, a título anecdótico, ha sido doble de Brad unas cinco veces, casi nada) nos ha filmado estos últimos años. Cero sorpresas en el género a tratar, ya que David es un enamorado del ritmo imparable. Si buscáis filosofía y metafísica, no es vuestro director. Si lo que buscáis es una historia implacable, muertes por doquier, acción, sangre y diálogos ágiles, es vuestra Meca. David maneja con buena mano la dirección. Sus personajes, pese a ser una panda de hijos de puta (maleantes, miembros de maras, yakuza y mafias, ladrones y matones profesionales…), te despiertan empatía por su caracterización. Sin llegar a ser redondos (porque aquí no hemos venido a ver desarrollo emocional sino ostias como panes), son carismáticos, divertidos y les coges el suficiente cariño como para que cada vez que se metan en una pelea o mueran te afecte. No en plan drama, pero sí a nivel de oír gritos (de mi hijo mayor y mi marido) de “nooooo” cada vez que algo se liaba.
“el guionista y el director disfrutan dándonos lo que nos apetece un viernes noche: una película de entretenimiento deslumbrante de ritmo frenético y que te arranca más de una risa”
En la tradición de la novela Snowcrush, los nombres son ridículos pero memorables (jamás olvidaré a Hero Protagonist, hay que ser vago para poner ese nombre… al protagonista): Mariquita (no, no es un insulto homófobo, en inglés es “ladybug”), Mandarina, Limón, El Viejo, Avispón, El Lobo, El Principito, La Peste Blanca… Un elenco de personajes con nombres idiotas, porque sus nombres reales no nos interesan, desfilan por la pantalla con el tiempo justo para que les cojas cariño antes de que se líe gorda, porque liarse menos lo hace desde buen principio.
Escenas descacharrantes, flashbacks constantes (hasta la última, ultimísima escena post-créditos) para explicar qué está pasando, múltiples puntos de vista para comprender por qué se arma la que se arma… Sin ser una película profunda, que nadie se lo pide, es un peliculón. Los personajes están bien definidos en pocas frases, sus vínculos, tanto de amistad como de enemistad, se desarrollan de forma matemática, y la acción es enrevesada por los flashbacks y los cambios de narración que suma cada personaje, incluyendo la puñetera botella de agua y un camión de fruta… Sí, suena surrealista, pero todo es un delicado encaje de bolillos con el que el guionista y el director disfrutan dándonos lo que nos apetece un viernes noche: una película de entretenimiento deslumbrante de ritmo frenético y que te arranca más de una risa.
“Los actores, del primero al último, están fantásticos, y tenemos más de un cameo que nos hará sonreír”
Me ha recordado a "Snatch. Cerdos y Diamantes" más de una vez, y no solo por aparecer en ambas Brad Pitt, sino por el tono coral y las escenas que varían según quién las narra, además de ese humor salvaje de bajos fondos y las toneladas de sangre, pero eso no es un defecto. Lo que en “Snatch. Cerdos y Diamantes” funcionaba, aquí también lo hace. También me remite un poco a “Pulp Fiction” (1994), pero más a “Snatch. Cerdos y Diamantes”. Quizás porque a “Snatch. Cerdos y Diamantes” le tengo más cariño que a “Pulp Fiction”, mal que me pese, y es una percepción puramente personal.
Los actores, del primero al último, están fantásticos, y tenemos más de un cameo que nos hará sonreír. Solo diré que el bueno de Ryan Reynolds hizo un pacto con Brad para que éste apareciera en su “Deadpool 2”, y Brad se cobró el favor. No por nada David los dirigía a ambos el mismo año. Varios actores de “Deadpool 2” también comparten pantalla aquí, así que si queréis verlo en plan comparativa, para las risas, se presta a ello, aunque la peli aguanta perfectamente sola, sin referencias o cameos. El tono coral, las deliciosas y dolorosas peleas, y la historia retorcida hasta el extremo son una delicia de principio a fin.
Lo mejor: La definición de Thomas y sus amigos de lo que es un Diesel. El camión de mandarinas, no lo supero. La botella de agua. Brad en el WC y sus diálogos con María. El viejo, amo a ese personaje. La concatenación a lo efecto mariposa de hechos aislados en lo que uno llama destino y Mariquita “tengo mala suerte”, creo que ambos tienen razón. La pataleta final de la Peste Blanca. En general, el ritmo, el ambiente, el uso de la luz, la versión japonesa de I need a Hero, las peleas espectacularmente coreografiadas (es algo que me vuelve loca, la buena dirección y buena coreografía en una pelea siempre me hace feliz).
Lo peor: Los personajes son planos y la historia, insustancial, pero no es un gran defecto porque, como ya he dicho, no es lo que busca. Que nos quedamos sin saber si cierto personaje despierta o no, y yo quería saberlo. La cantidad de mujeres al frigorífico que metieron para justificar tanta venganza, puñetero recurso recurrente y del que se abusa hasta el límite (ahora mismo, que yo recuerde, tres personajes tienen de motivación el “mataron a mi mujer”, por Dios, buscaos un hobby o compraos un perro para que os lo maten! Gracias, John Wick).
4 comentarios:
Pfff, cómo disfruté esta peli, mucho más de lo esperado. Todo funciona a la perfección cual reloj suizo y está siete peldaños por encima de otras que juegan en su misma liga.
Muy chula la reseña Rayba, aunque discrepo con que sean personajes planos e insustanciales: en una peli de este pelaje, los personajes son casi Shakespearianos, jajaja, y todos con su cosita interesante.
En fin, que si la dejaste pasar porque pensabas que era "otra más de esas" subsana tu error porque es "de las mejores de esas".
Yo hasta le habría puesto un puntico más. Mira que hasta el petardo de Bad Bunny sale bien! Y solo había que hacer que no tuviera diálogo e hiciera de matón de quinta latino, mira tú. Para mi, el mejor momento es esa versión increible que mencionas de I need a Hero en japones. O-ro puro!
Grata sorpresa. Acercarse a las películas de Pitt es una obligación, pues es un tipo que siempre ha sabido escoger muy bien los proyectos en los que participa. Por ello me atreví con esta sin llamarme a priori mucho la atención y por suerte, me encontré con algo mucho más cercano a Tarantino que (y era lo previsible) a Guy Ritchie.
Saludos.
No termino de ver con buenos ojos los papeles de Brad pitt viejo. No me esperaba esto. Yo tambien estoy viejo. Quiero algo nuevo pero esto a mi no me supone novedad. Quiero otra cosa. Entiendo que te guste.
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