Crítica: Confessions

¿Sabes ese orgullo que te llena cuando te curras mucho un proyecto y te sale como quieres o mejor? Estoy seguro que fue ese mismo sentimiento el que experimentaron las personas responsables de “Confessions” al ver el producto final. Esta película es fácilmente comparable con la tremenda producción norteamericana "Memento"; escrita y dirigida por Cristopher Nolan (también director y escritor de “The Dark Knight”) en cuanto lo complejo y lo bien elaborado que esta su guión, sin llegar a ser pesado o demasiado confuso para seguir. En este caso son Tetsuya Nakashima y el novato Kanae Minato, los que toman las responsabilidades de dirigir y escribir respectivamente esta producción y situarla entre los guiones mas trabajados del cine de suspenso.

“Confessions” circula alrededor de la muerte de la hija de Yoku Moriguchi, maestra de escuela secundaria interpretada por Takako Matsu, y como esta busca venganza en los responsables del fallecimiento de su hija. Ahora pensaras que te estoy tomando el pelo y que te parece demasiado simplista. Pues si y no, y es aquí donde encuentro que reside la genialidad de esta película. En esencia, si es una historia simplista y predecible, pero la forma en la que está elaborado el guión es todo lo contrario. El escritor se encargó de manipular la historia a sus anchas, de complicarla y simplificarla como le vino en gana y como resultado presenta una historia que me engancho desde los primeros minutos y aun no me la saco de la cabeza.

Desde ahora te advierto, esta es una película psicológica, de muchos diálogos y argumentos y, aunque la película se basa en un asesinato y si está presente en muchos momentos determinantes, la violencia no es una constante. Ahora si, en los momentos donde aparece lo hace con una belleza hipnotizante. Tiene ese aire de libertad en la producción que usualmente caracteriza a las películas independientes, pero con la calidad y el resultado de una película con un buen presupuesto. Con unas tomas excepcionales, acompañadas de una banda sonora impresionante y unas actuaciones de igual nivel, consigue crear un ambiente de total suspenso desde el principio, sin abandonar la estética, que hasta en las partes más sangrientas no pierde ni un poco de su belleza. A esto se le añaden unos efectos especiales, que no son los mejores que he visto, pero que no perturban la harmonía entre los elementos ya mencionados, si no que la refuerza.

La película se desarrolla en lo que su propio título sugiere; los personajes principales nos comparten sus confesiones sobre lo que paso con la hija de Moriguchi y la historia se va desarrollando mientras cada uno aporta su parte a la misma. Con la perspectiva de cada personaje puedes ver las situaciones bajo otros ojos y otras motivaciones, y de esta manera se van solucionando unas situaciones, mientras se enredan otras. Y así nos mantienen toda la película, cuando parece que se esclarece la situación, algo pasa que le da un nuevo giro a la historia (muchas veces inesperado) hasta llegar al final, del cual no voy a comentar nada, excepto que me gustó mucho.

Bueno, si has leído todo esto, está de más de mi parte decir que “Confessions” me encanto y que me parece una genialidad; una joya de esas que aparecen en muy pocas ocasiones, donde todo funciona, la historia engancha y que lo único negativo es cuando termina. Es una película original y que arriesga, hasta el punto que la introducción de esta, son unos treinta minutos de una persona simplemente hablando, donde corrieron el riesgo de perder al público en tan solo el comienzo, pero sus diálogos son tan fuertes, que me parece que serán pocos los que no pasen de la introducción, por no decir que ninguno. Espero no estar exagerando, y que los que tengan la oportunidad de verla compartan mi opinión y puedan disfrutarla tanto como lo hice yo.