Crítica: Otis

La segunda película de Tony Krantz, tras haber dirigido "Sublime", me ha hecho pasar un buen rato, la criatura se llama "Otis" y se trata de una comedia de terror. El film pertenece al sello de terror Raw Feed (sello que la Warner utiliza para sacar películas de terror directas a dvd, y que de momento me ha dado más desgracias que alegrías).

Parece que esta vez, su director ha realizado un mejor trabajo que con aquella pesadilla hospitalaria titulada "Sublime". Con mucho humor negro, la película parodia a los más estereotipados personajes de las películas americanas de terror, con todos los elementos de la serie b, "Otis" logra salirse de lo habitual, y aportar algo original sin necesidad de muchos alardes, ni visuales, ni argumentales.

La calidad de la película se ve incrementada por la cantidad de buenas interpretaciones que aparecen en el film, con actores secundarios como Daniel Stern (más conocido por ser uno de los malos de "Sólo en Casa"), la actriz Illeana Douglas ("El Último Escalón"), Kevin Pollack (al que vimos hacer de mejor amigo de Schwarzenegger en "El Fin de los Días"), o el joven Jared Kusnitz, que recientemente protagonizó la zombificada comedia de terror adolescente, "Dance of the Dead" que pudimos ver en el último Festival de Sitges. Como protagonistas, tenemos a Bostin Christopher, quien da vida a el propio Otis y a Ashley Johnson, quien hará el papel de victima. Pero lo mejor de la película, es el personaje del agente de policía, interpretado por el actor Jere Burns, un acertado y burlesco personaje.

"Otis" es una película para no tomar en serio, que convierte el secuestro en algo gracioso, de la que tal vez se podía haber sacado algo más de sustancia, sobretodo en el tramo final de la cinta (claramente influenciado por "La Última Casa a la Izquierda"), pero consigue que pasemos un buen rato y que incluso soltemos alguna que otra carcajada. Mucho humor negro y grotescos personajes para pasar un rato divertido.