Crítica: Immortals

Curioso el caso de este director indio amante de la cámara lenta y los juegos visuales que responde al nombre (no menos curioso) de Tarsem Sing.

Fue en el año 2000 cuando debutó con una extraña y violenta cinta de asesinos en serie y policías titulada ‘La Celda’ (‘The Cell’), una cinta de asombrosa parafernalia –de hecho estuvo nominada al Oscar para maquillaje y contó con nada menos que con la diseñadora de vestuario Eiko Ishioka- pero endeble guion.

La película protagonizada por Jennifer López y Vince Vaughn tuvo más o menos éxito, sin embargo, pasaron seis años hasta que Tarsem se volvió a colocar tras las cámaras con la –muy- mal distribuida (al menos en España, -de hecho, en mi ciudad no contó con su correspondiente estreno-) ‘The Fall: el sueño de Alexandria’ (‘The Fall’), premio a la mejor película en el Festival de Cine de Sitges 2007 y de nuevo, otra orgía visual con la que deleitarse, pero esta vez, sin tanta violencia y tirando más hacia el cuento de hadas.

Han tenido que pasar casi seis años más para que el director indio vuelva a ponerse a rodar otra película. Una vez más, y como no podía ser de otra manera, lo ha vuelto a hacer con su peculiar estilo visual y, esta vez sí, toneladas de violencia. La película: ‘Immortals’ (‘Immortals’, 2011).

Puede que parezca que ‘Immortals’ es una superproducción con un altísimo presupuesto y miles de extras en sangrientas y furiosas batallas, pero no es así. Esta película es uno de esos productos de serie B pero con envoltorio de serie A que tanto se dan hoy día, es decir, en realidad no es un blockbuster, sino un divertimento pulp como aquéllos que se programaban en las sesiones grindhouse, un espectáculo menor repleto de furia, sangre, tetas (aquí solo masculinas, -que en la mayoría de las ocasiones son más grandes que las femeninas-) y una falta total de vergüenza y prejuicios.

Y ojo, no digo que ‘Immortals’ haya costado poco, ronda los 75 millones de presupuesto, pero hay que tener en cuenta que hoy día se manejan presupuestos que rondan los 200 millones, por lo tanto, que una película de estas características cueste menos de 100 es ya todo un triunfo, y si además, es entretenida y disfrutable (como es el caso que nos ocupa), pues mejor que mejor.

Como ya he mencionado, esta película de Dioses, Titanes y humanos es lo que es, un simple y desvergonzado entretenimiento que no pretende colarse entre las mejores películas del año, -aunque sí entre las más taquilleras-, y es así como debe verse y disfrutarse: como un simple y gozoso divertimento repleto de acción y violencia.

Y cuando he comenzado mi crítica con el adjetivo curioso me refería a que por primera vez en su carrera, Tarsem no ha esperado media docena de años y ya tiene terminado su siguiente proyecto: una nueva versión del cuento de Blancanieves; del que por cierto, ya he visto su tráiler y no me ha gustado nada de nada. Esperemos que tenga algo que ofrecer este peculiar director con el cuento de los Hermanos Grimm.

¿Vosotros esperáis algo de esta Blancanieves? ¿Y qué os ha parecido ‘Immortals’?

Lo que más me ha gustado: las secuencias de acción y ultraviolencia.

Lo que menos me ha gustado: falta sexo y sobra cartón piedra.