Crítica: Father´s Day

Tras el pseudónimo de Astron-6, se esconde el dúo formado por los debutantes Adam Brooks (también encarna al personaje protagonista) y Jeremy Gillespie (también compone la banda sonora), quienes de manos de la mítica compañía Troma y bajo la tutela del todopoderoso Charles Kaufman, nos acercan a una nueva historia de asesinos en serie, anos desvirgados y por supuesto, venganza. “Father´s Day” es el nombre de la criatura, propuesta de marcado carácter retro que nos adentra nuevamente en los terrenos del exploitation puro y duro, aunque en esta ocasión, desde la característica cómica óptica de la Troma, en lo que podríamos definir como un cruce bastardo entre la soberbia “Hobo With a Shotgun” (de hecho, todo el material promocional del filme ha sido diseñado por los mismos que se encargaron de la película de Jason Eisener) y la cachonda “The Taint” de nuestros buenos amigos Drew Bolduc y Dan Nelson, aunque con bastante más ascendencia a la segunda que a la primera, todo sea dicho.

De la cinta de Eisener, “Father´s Day” hereda la puesta en escena (el “Planet Terror” de Rodríguez también valdría para ilustrar esto), es decir, una emulación de cómo lucían aquellas viejas películas del género de los años setenta: colores saturados, efecto de cinta deteriorada, etc… y de aquella locura misógina que fue “The Taint” pues prácticamente, todo lo demás, en especial su desenfadado aire “amateur” y su total falta de pudor (y de buen gusto) a la hora de sembrar la pantalla de pollas, rabos, trancas, falos, pichas, titas, gusanitos o en definitiva, penes. La polla, ese personajillo tan querido por todos/as que poco a poco se va haciendo su huequecillo (nunca mejor dicho) en el siempre competitivo mundo del cine convencional (véanse “Someone´s Knocking at the Door”, “Bad Biology” o “One Eyed Monster”).

Para ser concretos, la polla protagonista de la historia que nos ocupa, es la de un asesino en serie muy particular, nada que ver con aquellos tópicos del pasado donde la pieza por excelencia de la cacería era la chica guapa de firmes senos y bonita sonrisa, no. A este, lo que le van son los padres cincuentones, le encanta follárselos antes de matarlos y le encanta hacerlo en una fecha determinada, el día del padre (por cierto, padres del mundo, yo de vosotros iría ya apretando el ojete, pues dentro de seis días…). El caso es, que uno de estos padres violados y asesinados, tenía un hijo, un pequeño bambino que presenció la faena del asesino en directo y que desde entonces, lo ha perseguido incansablemente para saldar deudas. Dicha venganza, pareció consumarse cuando este le dio caza en un oscuro callejón de la ciudad en una no menos oscura noche. Han pasado los años, y los asesinatos de padres han regresado. Con ellos, el justiciero Ahab (Adam Brooks), quien abandona su retiro en las montañas para reemprender la búsqueda del folla padres.

Esta la escusa disfrazada de historia a través de la cual Astron-6, da forma a esta auténtica locura que es “Father´s Day”, lugar de reunión de toda una galería de grotescos personajes que interactúan en otras tantas descabelladas situaciones donde la violencia, el humor negro y el sexo, son los instrumentos principales de la orquesta. El problema es que el director se ha dejado la batuta en casa y el galimatías que se forma sobre el escenario es tal, que termina por estropear la sinfonía. Y es que “Father´s Day” da un nuevo significado al término “irregular”. Nos encontramos ante un producto con muchos altibajos, que alterna momentos de auténtica brillantez con otros de auténtico tedio. Esto último, es cuando el “guión” toma las riendas de la película, básicamente, por que “Father´s Day” de esto no tiene. Que nadie espere nada con un mínimo de coherencia en un libreto que sin duda ha sido escrito después de quemar un poco de hierba, encima de alguna vieja y gastada revista de Fangoria.

La historia es caótica, está mal explicada y es francamente confusa de seguir a pesar de su extremada simpleza (en esto, supongo que han tenido ALGO que ver los horribles subtítulos al español que han acompañado a su visionado). Los diálogos son para darles de comer a parte, largos, intranscendentes y lo peor, carentes de gracia (aunque aquí también vale lo del paréntesis anterior), lejos de aportarle nada a la historia o a los personajes, lo único que consiguen es desconectarnos de ella/os. Por lo que el espectador llega un momento que acaba contrayendo el denominado “Síndrome del porno”. Es decir, desear que terminen cuanto antes las partes habladas y que los protagonistas se pongan manos a la obra. Aquí si, como pornografía (entiéndase esto), “Father´s Day” funciona de rechupete, si bien es cierto, que a nivel personal, los personajes no han terminado de convencerme (justitos de gancho y de carisma todos ellos, muy a pesar de las excelencias de la sexy hermanísima del justiciero y de su propia estampa), las secuencias de “acción” son tremendas, sobretodo cuando entra en escena el folla padres y su polla de goma. El tipo es un artista de los pies al rabo y sabe como hacernos disfrutar, sabe darse placer y sabe dárnoslo a nosotros con él.

Luego hay que tener claro también, que pese a estar ante una película “underground” (como bien refleja el nivel interpretativo de muchos de los implicados), la puesta en escena es MAGISTRAL, una delicia visual donde los efectos especiales brillan con luz propia y consiguen arrancarnos esas carcajadas que se le resisten al guión, por que aquí lo que realmente funciona son los gags burros, los chistes gráficos: masturbaciones necrofílicas, sodomizaciones homosexuales, cabezas reventadas, bebes pisoteados, polvos fraternales… y todo ese tipo de cosas guays que hacen de “Father´s Day”, no solo un bonito envoltorio, también un agradable contenido.

Este año le regalo algo a mi padre, aunque sean unas zapatillas de cuadros de estar por casa y aunque sepa que tiene seis pares por estrenar en el armario: Su gran puesta en escena, grandes efectos visuales, alucinante banda sonora, el “modus operandi” del asesino, la sensualidad que rebosa el personaje de Chelsea, el “fake trailer” de “Star Raiders”, alguna secuencia de acción (en especial, la de la stripper con la motosierra) y el delirante giro final sobrenatural con su consiguiente descenso a los infiernos. Magistral.

Creo que voy a hacer lo mismo que hecho los 33 años anteriores, ahorrarle sitio en el armario: Su caótica narración, los altibajos de ritmo, la falta de chispa de sus diálogos, el escaso carisma generalizado de los personajes y la agria sensación final, de que con un poco más de “seriedad” en algunos aspectos, se podría haber hecho algo mucho más grande.