Crítica: Amanecer Parte I

SEXO Y SANGRE

Estamos ante el principio del fin. La saga Crepúsculo, basada en las novelas de Stephenie Meyer, llega a su conclusión en “Amanecer”. Debido a la extensión del último libro (alrededor de 750 páginas) y siguiendo el ejemplo de “Harry Potter, Las reliquias de la muerte”, la cuarta adaptación al cine se divide en dos partes.

“Amanecer (Parte I)”, dirigida sorprendentemente por Bill Condon (“Dreamgirls”), nos cuenta como el amor que Edward y Bella sienten el uno por el otro se sella con la celebración de una gran ceremonia organizada por Alice. Durante la luna de miel, los recién casados consuman el matrimonio y Bella queda embarazada. El rápido crecimiento del feto, mitad humano y mitad vampiro, afecta gravemente a su salud, llevándola al borde de la muerte...

En esta entrega hay dos elementos destacables de las anteriores, “Crepúsculo” (“Twilight”, Catherine Hardwicke, 2008), “La Saga Crepúsculo: Luna Nueva” (“The Twilight Saga: New Moon”, Chris Weitz, 2009) y “La Saga Crepúsculo: Eclipse” (“The Twilight Saga: Eclipse”, David Slade, 2010), que son el sexo y la sangre. Después de que la pareja consiguiera retener sus instintos, de las tentaciones de Bella por parte de Jacob Black (el hombre lobo) y de la promesa de Edward de no consumar antes del matrimonio, los personajes interpretados por Kristen Stewart y Robert Pattinson contraen nupcias y disfrutan de una hermosa luna de miel en Brasil o mejor dicho de una luna de miel en la habitación de un hotel de Brasil. Por fin llega el sexo a la saga y tras la primera relación Bella queda embarazada de una criatura mitad humana y mitad vampira. El no nato, por su naturaleza nosferatu, gestará a marchas forzadas e irá destrozando por dentro a su madre humana. El rojo está más presente en esta entrega donde vemos a Bella beber por primera vez sangre para alimentar a su bebe. Pero la parte que se esperaba más sangrienta, por lo menos en el libro es así, la debíamos encontrar cuando Bella da a luz a la niña bautizada como Renesmee. Eso dio a pensar que, quizás, “Amanecer” recibiría una clasificación R en Estados Unidos, es decir, prohibido para menores de 17 años, lo que vendría a ser en España solamente un “no recomendada”. Al final no fue así, porque los responsables del proyecto tuvieron muy claro que existe una legión de fans de Crepúsculo que son menores de edad. En cambio, en la red social Facebook y en las páginas web de los fans siempre se exigió que fuera R. El resultado ha sido que el film nos narra el nacimiento sin ver el nacimiento, es decir, vemos la situación, hay sangre moderadamente y nunca se muestra a Bella de cintura para abajo. La mayoría son planos medio cortos de ella estirada con un poco de sangre. Esto también sucede con el sexo, donde han sido bastante más cautos. Se insinúa pero no se muestran escenas subidas de tono. Una pena, la verdad.

La presencia de Renesmee en este mundo complica las cosas para los Cullen, quienes saben de que sus eternos rivales, los Volturi, están dispuestos a exterminarlos debido a esa relación interracial de Bella y Edward, ahora bendecida por su mestiza hija.

Esta nueva entrega proporciona una rutinaria traducción de la novela, llena de melodrama superficial con toques sobrenaturales, un ritmo lento y un guión convencional con tantas posibilidades dramáticas sin aprovechar que resulta decepcionante. Carece de sentimientos propios de la mitología vampira como la oscuridad o el peligro y muestra la eternidad como una bendición en vez de una maldición. Aún siendo la parte que más sangre y sexo proporciona, estos elementos son insuficientes, casi nulos, por falta de talento y miedo a perder el calificativo de apto para (casi) todos los públicos. En la línea de las anteriores entregas, “Amanecer” es rica en momentos pretenciosos y diálogos endulzados, tontos o cursis. Condon se maneja bien con la escasa acción de la película pero su trabajo visual y de dirección de los actores deja bastante que desear, pese a ser el realizador más cualificado de toda la saga. Cierto es que en este film Stewart no nos va a deleitar con una gran actuación a lo Jodie Foster y que Pattinson tampoco se va a convertir de un film a otro en Robert De Niro. Ese no es su cometido ni mucho menos su nivel interpretativo, por el momento. Sí, ya sé que los fans de “Crepúsculo” adoran a estos chicos, a las adaptaciones y a los libros. Es innegable que la Saga Crepúsculo es todo un fenómeno en el mundo, especialmente para las adolescentes, y por ello merece todo el respeto del mundo.

A lo largo de las diversas entregas hemos podido apreciar los distintos estilos ofrecidos por los diferentes directores que han formado parte de la franquicia. Sabe mal decirlo, pero el film de Condon no está a la altura del que es hoy por hoy el mejor de la saga: “Eclipse”.

La Parte II se centrará en la nueva vida de Bella y en el apoteósico enfrentamiento entre los Cullen y sus aliados y la secta de los Volturi, una batalla que tal vez veamos en 3D como se ha planteado. Todo lo descubriremos el próximo 16 de noviembre de 2012. Atentos al Festival de Cine Fantástico de Sitges, puede que veamos algo al respecto.

LO MEJOR: Los momentos de dolor de Bella embarazada y como sus seres queridos la protegen, en especial Jacob.

LO MENOS BUENO: La incómoda cursilería del primer tramo de la historia. Nominada a ocho premios Razzie 2011, incluyendo peor película, director y guión.