martes, 22 de enero de 2013

Crítica: The Chaser

Se han cumplido más de 16 años (¡cómo pasa el tiempo!) del estreno de una de las películas que marcaron una época y cambiaron las reglas de todo un género. Dentro de poco se cumplirán dos décadas del estreno de la excelsa Seven de David Fincher. Aún recuerdo como si fuera ayer las intensas sensaciones que experimenté, una fría noche de invierno en una sala de cine casi vacía de Cartagena, observando (y disfrutando) aquel thriller de psicópatas. Resultaba perturbador, oscuro y cruel, a la par que novedoso y lumínico, sentó las bases de cómo ejecutar un potente thriller y las características que presentarían desde entonces los psicokillers (una vez hecha su irrupción el gran John Doe), tanto en el cine anglosajón como mundial. Desde aquella noche de 1996 cuando he visto un thriller, sabía perfectamente todo lo que acontecería, pues las reglas se habían establecido y se seguían a pies juntillas.

Un pequeño país de Asia oriental (Corea del Sur) se ha revelado como una de las cinematografías más interesantes de los últimos años (imprescindible, junto a la danesa, en lo que llevamos de milenio para entender el cine actual) y en especial por lo que respecta a los géneros del thriller y el terror. La crueldad y el exceso bien entendido, nada de exageraciones caprichosas o irreales, son las señas de identidad de un cine que no deja indiferente a nadie y cada vez tiene más seguidores. La sangre como pintura y utensilios como hachas, martillos y barras de acero como pinceles para retratar escenas perversas pero demoledoramente reales.

Embelesado me encontraba hace tres años (aunque la película que nos ocupa es del año 2008 yo la disfruté por primera vez en la primavera de 2009) y sigo reviviendo aquella sensación cada vez que vuelvo a revisar el impactante y portentoso thriller que desde esas coordenadas geográficas llegaba bajo el título The Chaser (cuyo título original es Chugyeogja), y que escondía una película que parecía reescribir las bases de un encorsetado género. Viendo The Chaser uno tiene la sensación que el thriller alcanza una nueva dimensión más allá de los parámetros convencionales procedentes básicamente de Estados Unidos.

Este despiadado y crudo thriller sin la más mínima concesión al espectador, narra la historia de un ex-detective de la brigada de asuntos especiales de Seúl convertido en proxeneta (interpretado magistralmente por Yun-seok Kim) al que parece que han abandonado alguna de sus chicas. Cuando descubre que todas ellas han desaparecido después de que un determinado cliente las solicitara, se lanza en su búsqueda de forma frenética. La realidad que descubre es mucho más atroz de lo que pensaba, no las han secuestrado para ser vendidas por alguna red de trata de mujeres, sino que han caído en las garras de un despiadado psicópata (interpretado sin aspavientos por un estupendo Ha Jung-woo). Se da inicio, por tanto, a una carrera contra reloj por encontrar a los rehenes de una mente enferma y a un juego del gato y ratón que muta constantemente y nos mantiene tensionados continuamente.

Na Hong-jin, director y coautor del guión de la película, fabrica (a pesar de ser su debut) un producto prácticamente redondo. El film es electrizante, te atrapa en la butaca y no te da un minuto de respiro (en sus 123 de metraje) hasta su conclusión, gracias a un guión sobresaliente (debería pasarse en las productoras hollywoodienses para que vayan aprendiendo) con las dosis justas de humor negro y que no sólo juega continuamente al despiste con el espectador, es difícil anticiparse a lo próximo que vamos a ver, sino que además se convierte en un vehículo para la denuncia del inoperante, absurdo y burocratizado sistema policial y judicial de Corea del Sur. Al igual que en la también coreana y estupenda Memories Of Murder (Salinui Chueok) observamos atónitos la incompetencia y poca profesionalidad de las fuerzas del orden de este país asiático.

En ningún momento cae en estereotipos, a pesar de contar la tan manida historia de psicópata que secuestra gente para asesinarla, ni infravalora al espectador y se dota al relato con tantas posibles lecturas como giros va dando la historia. Da la sensación que estamos presenciando el primer thriller de una nueva era. Además de un guión sobresaliente (baza imprescindible de toda gran película), debemos destacar una dirección soberbia que se plasma en una intensa y perturbadora planificación de las secuencias, apoyada por una fotografía, montaje y partitura notables y por unas actuaciones (especialmente la de los dos antagonistas) magistrales que llenan de matices a sus personajes, resultando por momentos despreciables y entrañables. El que el personaje del proxeneta tenga que hacerse cargo de la hija de la última de las prostitutas desaparecidas en determinado momento del film, dota al personaje de una complejidad extraordinaria, convirtiéndose la búsqueda desesperada de su “empleada” en la consecución de su redención personal.

La cinta desprende una fisicidad terriblemente real. Nos empapamos en las calles lluviosas, sucias y caóticas de Seúl; acabamos exhaustos al correr por angostas y empinadas callejuelas mal iluminadas en busca de un psicópata, somos partícipes de la humillación que sufren las prostitutas en su trabajo, acabamos arrestados en desastrosas comisarías y padecemos cada uno de los golpes y cortes que sufren las inocentes víctimas y todo gracias al buen hacer de un equipo (director, guionistas, director de fotografía, actores principales, compositor) que un par de años después nos regalarían la magistral The Yellow Sea. Horriblemente atroz y a la vez de una plasticidad lírica arrebatadora la escena en la que (a cámara lenta) un martillo golpea y destroza a una víctima mientras salpica de sangre toda la habitación (y a nosotros como espectadores). Sólo un maestro es capaz de dotar de sentimientos tan contrapuestos una secuencia así.
 
El resultado final se salda con un thriller gratamente impactante que deambula entre (la ya mencionada y referencia clara) Memories Of Murder y Citizen X (estupenda película para la televisión por cable americana que fue multi-premiada en el Festival de Sitges de 1995). Pese a ser opresiva, brutal, dura, seca y contundente, como un puñetazo en la boca del estómago, se disfruta (se padece) desde el fotograma uno hasta el desenlace final. Thriller (junto a otros) totalmente recomendable para descubrir una nueva forma de entretener y angustiar al espectador, made in Corea, que desgraciadamente por venir de un país asiático prácticamente pasan desapercibidos en nuestro país (mientras nos invaden los trillados y anodinos films norteamericanos).

P.D. No me he olvidado de esa obra maestra que es Oldboy (del año 2003) pero es que creo que transita por otras coordenadas, a pesar de las lógicas similitudes, la película del siempre genial Park Chan-wook, de ahí que no la referencie y sí la cinta de Bong Joon-ho.

 

12 comentarios:

El Rector dijo...

Max, sin ser gran devoto del cine asiático, te diré que acabas de despertar todo mi interés en la película con tu estupendo análisis. Es cierto que he disfrutado con propuestas en apariencia similares como I Saw the Devil o The Man From Nowhere (en especial con la primera), pero siempre les encuentro el mismo handicap, su excesiva duración. Esto también me pasa con el terror, como por ejemplo Thrist, que me moló mucho, pero terminé suplicando la hora.

De todas formas, me lio con ella. También tengo pendiente The Yellow Sea.

Saludos.

Max Cady dijo...

Rector, de las dos estupendas películas que comentas (The Man From Nowhere y I Saw The Devil), la que nos ocupa se emparenta mejor con la segunda de ellas, ya que The Man From Nowhere es más bien una película de acción que coquetea con el thriller.

En cuanto a la duración, te garantizo que los 123 minutos que dura la película se te pasarán en un santiamén, el ritmo es frenético y además en continuo crescendo. En mi opinión The Chaser está un peldaño por encima de las dos que has mencionado, pero por debajo de esa obra casi maestra que es The Yellow Sea (Te la recomiendo desde ya. Además, como supongo sabrás, está realizada por el mismo equipo técnico y artístico que The Chaser).

Saludos.

Sergi Soler dijo...

Max como seguidor de films orientales he de decir que The Chaser está entre mi top 3. Old Boy y Confessions están por delante. La primera vez que la vi quedé flipado, no me esperaba nada de ella y me tuvo, como te digo, alucinado.

Y puestos a recomendar os digo Bedevilled (creo que se escribe así, guiño guiño) otra delicatessen.

Missterror dijo...

Excelente análisis para una excelente película, Max.
Sin duda, como bien apuntas, la palabra clave es para describir la trama, actitud y guión, es "frenético", no hay mas, no hay respiro, no hay tregua.
"The Chaser" es la acción bien entendida, es la acción inteligente, es la gran tormenta que precede a otra tormenta menor.
Desde mi punto de vista, dentro del cine oriental, esto es cine de culto.

Puede que no esté entre mi top 3 de cine asiático (es que "Confessions" es de otro mundo...), pero está muy muy cerquita de esas cifras.

Grande que nos traigas de nuevo a la memoria esta película, Max

Saludos

Max Cady dijo...

Blanch y Missterror, suscribo todo lo que mencionáis sobre The Chaser.

En mi top de películas coreanas (junto a The Chaser), incluiría Oldboy, The Yellow Sea y Seom (La Isla), aunque esta última es una película dura e impactante poco tiene que ver con el thriller, por lo que me quedaría con Memories Of Murder.

Y si he de destacar alguna cinta asiática que me ha impactado en los últimos años, no hay duda de la magnífica Confessions (a pesar de ese montaje más próximo al videoclip que al cine clásico convencional) y Revenge: A Love Story.

P.D. En cuanto a Bedevilled, la tenía pendiente pero como me confirmas que está bien y merece la pena la pondré de las primeras de la lista.

Un saludo (y gracias por la recomendación).

Ash Williams dijo...

Ummmm... que pintaza Max.

La tengo que ver, a mi los thrillers asiáticos si me gustan mucho.


Un saludo!

thewronggirl dijo...

Normalmente son largas, pero no se hacen largas. Yo también he visto las otras dos que comentáis y me encantaron y esta la tengo en pendientísimas siempre
Genial artículo

Missterror dijo...

Max, ya que estamos hablando de cine asiático, permíteme que mencione una de las grandes y dime que has visto "Himizu"...me interesa muchísimo tu opinión!!! (si no la has visto, por favor, hazle un hueco)
http://elcuervoenteradillo.blogspot.com.es/2012/08/critica-himizu.html

Max Cady dijo...

Missterror, esta cinta del interesante Sion Sono aún no la he visto (a pesar de llevar tiempo en la carpeta de pendientes). Gracias por la recomendación y en cuanto la vea (te garantizo que será en breve) te comento mis impresiones.

Un saludo.

Kontroverse dijo...

Estoy con Blanch, es una de las grandes del cine asiático. Yo también me apunto la que comentas, que no le he echado el ojo.

Como bien has dicho Max, contundente hasta decir basta, en una palabra brutal.

Saludos!

alotabo dijo...

Totalmente de acuerdo con la critica. En mi opinion una de las mejores peliculas del cine coreano junto con "memories of murder". Viendola intentaba adivinar lo que pasaria en la siguiente escena, no acerte ni una sola vez. Le da mil patadas al thriller de hollywood.
Dura dos horas pero no hay ninguna escena que sobre. De hecho se pasa volando y te deja con la carne de gallina. Para terminar...la escena del martillo, dios mio.....pasan los meses y no puedo sacarmela de la cabeza.
Muy buena reseña, un saludo.

Max Cady dijo...

Alatabo, gracias por el comentario y deduzco por lo que mencionas que hemos disfrutado (padecido) de lo linto esta película. Sin duda The Chaser es un thriller espectacular y muy recomendable.

Un saludo.

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