Crítica: Wind River

‘Y ya congelada ante la crueldad del mundo

lejos de tu dulce mirada

regresaré a este lugar, cerraré los ojos

y mi único consuelo será haberte conocido’

Sólido y solvente thriller con cierta esencia de películas que con el tiempo se han convertido en clásicos que no necesita de burdos trucos, engaños baratos ni de aparatosos fuegos artificiales para captar la atención del espectador hasta el final de su metraje. Tras los guiones de las aclamadas ‘Sicario’ y ‘Comancheria’ (‘Hell or high water’), Taylor Sheridan vuelve a ponerse detrás de las cámaras para dirigir la que es su segunda película (Su primera cinta como director fue ‘Vile’ rodada en el 2011) y plasmar en imágenes un guión escrito por él mismo donde los personajes y la pesada carga que arrastran del pasado forman parte fundamental de la película.

Tras descubrir el cadáver congelado de una adolescente india, el FBI enviará a investigar el caso a Jane Banner, una inexperta agente que requerirá la ayuda de Cory Lambert un cazador envuelto en su propia batalla personal que busca respuestas que le ayuden a superar un traumático hecho ocurrido unos años antes, para poder resolver el caso.

De la misma manera que ocurría en ‘El silencio de los corderos’ (‘The silence of the lambs’) de Jonathan Demme, Sheridan presenta a una joven sin experiencia que se enfrentará a su primera gran investigación. Si en un caso nos encontrábamos con Clarice Starling, ahora es Jane Banner. Si en un caso era Starling la que se despertaba por las noches escuchando a los corderos buscando que el hecho de salvar a Catherine Martin del asesino en serie conocido como Buffalo Bill consiguiera hacerles callar, ahora es Cory Lambert el que necesita que las voces de su pasado que resuenan en su cabeza se acallen. Sheridan utiliza un asesinato como excusa para situando a sus personajes un inhóspito paraje hablen de la importancia de la familia, de la perdida y de las maneras de enfrentarse a ella. ‘Wind River’ bajo su apariencia de thriller encierra una potente carga dramática capaz de llegar hasta al mas insensible de los espectadores. Lambert no deja de ser un experto cazador capaz de seguir el rastro de cualquier animal pero no su propio rastro, el que le ayude a encontrar su camino. Su forma de mantener los recuerdos a través del dolor no es desde el punto de vista de la persona que escribe estas líneas la mejor manera para que alguien continúe con su vida.

Mouawad Wajdi autor de la aclamada ‘Incendios’ (‘Incendies’) que fue llevada con gran éxito a la pantalla grande por Denis Villeneuve escribió ‘Ánima’, una novela narrada desde el punto de vista de los animales que observan todo aquello que sucede a su alrededor y donde Wahhch Debch tras descubrir el cuerpo de su mujer, asesinada de manera brutal, recorrerá Ámerica para llegar a una reserva india y así dar con el asesino para ver su rostro. Resulta imposible no establecer un paralelismo entre la novela de Wajdi y la película de Sheridan no solo por el hecho de situar parte de la acción dentro de una reserva india sino también y muy especialmente porque si en un caso uno utilizaba a los animales para narrar la historia y en el otro su protagonista es un cazador que acaba con la vida de todo tipo de fieras salvajes que ponen en peligro al ganado de la zona, ambos autores muestran que los protagonistas de ‘Ánima’ y ‘Wind River’ acabarán buscado a la verdadera bestia que es un hombre y no un animal.

En 1998, Roger Spottiswoode dirigió la muy entretenida ‘Dispara a matar’ (‘Shoot to kill’) donde un agente del FBI necesitaba de la ayuda de un experto montañero para dar un grupo de excursionistas en el que se esconde un peligroso y sádico asesino. Es cierto que la cinta de Spottiswoode es un thriller con tintes de aventura lo que la aleja del dramatismo de la cinta de Sheridan pero ambas películas comparten una misma idea: La de situar a dos personajes antagónicos (Un agente del FBI y un montañero o un agente del FBI y un rastreador/cazador) en un complicado entorno que hará que el primero necesite la ayuda del segundo.

Como no puede ser de otra manera, la excelente banda sonora compuesta por Nick Cave y Warren Ellis refuerza con absoluta precisión cada una de las imágenes rodadas por Sheridan. Es cierto que la música de ‘Wind River’ no sorprenderá por su originalidad a los oyentes habituales de la música de Cave y Ellis pero la belleza de la misma es algo que no admite ningún género de dudas. El violín de Ellis desgarra cada nota como ocurre en ‘Corey’s story’ o en ‘Memory Time’. Los coros de Ellis, la voz de Cave en temas como ‘First journey’ o ‘Second journey’ nos traen a la memoria ‘The raider #1’ de la banda sonora de ‘The proposition’ y sumado a ciertos efectos sonoros en temas como ‘Three seasons in Wyoming’, ‘Wind River’, hace inevitable no pensar en la demoledora ‘Jesus Alone’ de su devastador y personal disco ‘Skeleton tree’, lo que de alguna manera nos puede llevar a establecer cierto paralelismo entre el cantante y Corey Lambert, lo que hace que esta película tenga un poso dramático mas grande y profundo del que el espectador puede llegar a pensar en un principio. Las variaciones de una misma idea musical como se puede apreciar claramente en cortes como ‘Shoot out’, Snow Wolf’, ‘Hunter’ o ‘First Body’ entre otros consiguen transmitir una gran sensibilidad emocionado al espectador que vea la película o a la persona que escuche la banda sonora de forma aislada.

Sheridan se toma su tiempo para narrar su historia y profundizar en sus personajes. ‘Wind River’ no es una película para espectadores impacientes, la cinta de Sheridan es una de esas películas que van ganando fuerza y entidad en cada minuto que pasa. Sería injusto destacar el trabajo de Jeremy Renner y de Elizabeth Olsen por encima del resto de sus compañeros. La distinta manera de unos padres para afrontar la muerte de su hija, la forma en la que diversos personajes se enfrentan a los recuerdos, la dureza y el conflicto mostrado por el doctor Whitehurst Son mil y un detalles, mil miradas y gestos que hacen que de esta cinta una gran película. Sin duda alguna ‘Wind River’ es una de las grandes películas del año. De obligada visión.

‘Far from your loving eyes, among the wind I run. I return to this place and close my eyes again. Guard every memory of you in a place where winter never comes. Far from your loving eyes, and lo, among the wind I run’.

Lo mejor: La excelente dirección. El gran trabajo de los protagonistas. La extraordinaria banda sonora de Nick Cave y Warren Ellis.

Lo peor: Como espectadores estamos tan habituados a todo tipo de extravagantes giros de guión que uno de los grandes aciertos de esta película: ser una historia clara, directa y sin burdos trucos, puede hacer que muchos la consideren como simple.