Crítica: Death Note

Que pena que Natt Wolff no se quedara con su querida Margo Roth Spiegelman en la ciudad de papel. Que pena encontrarse con un Light Turner tan histriónico, sobreactuado y carente de la personalidad con la que Tatsuya Fijiwara dotó a su Light Yagami en ‘Death Note’ y su secuela ‘Death Note: El último nombre’, ambas películas dirigidas por Shûsuke Kanedo y que pena encontrarse ante un L con tan poco carisma como el de Lakeith Stanfield alejado del notable trabajo de Ken’ichi Matsuyama en las cintas de Kanedo que mereció una película centrada en su personaje con ‘L: Change the world’ y dirigida por un Hideo Nakata en pleno declive artístico. Pero sobre todo que pena que un director tan prometedor como Adam Wingard (‘You’re the next’) se haya perdido por el camino y nos haya dejado dos películas tan mediocres como ‘Blair Witch’ y este ‘Death Note’.

Se podría pensar que de tan esperada que era esta película, que de tan altas que eran las expectativas, estas han jugado en su contra pero seamos sinceros, este ‘Death Note’ se queda en tierra de nadie: Decepcionante para los seguidores del manga de Tsugumi Ôba y Takeshi Obata, de las cintas de Kanedo o de la serie anime y demasiado esquemática para todo aquel que no conoce el universo creado por Ôba y Obata. El guión escrito por Charlie y Vlas Parlapanides y Jeremy Slater (Ganador del premio al mejor guión en la cuadragésimo novena edición del festival de cine fantástico de Sitges por su trabajo en ‘Pet’, una de las historias mas tramposas que se han podido ver en mucho tiempo) pasa demasiado rápido por ciertas ideas que hacen que ciertos personajes y situaciones no estén bien desarrollados.

Parece que igual que ocurría en ‘Pet’, aquello con lo que Slater y en este caso junto con los Parlapanides no saben que hacer, o bien lo no lo explican de forma correcta o bien se lo quitan de en medio por la vía rápida. No solo Wingard se muestra incapaz de sacar provecho a sus actores (Cuidado con que esta película no suponga un destierro cinematográfico para alguno de ellos, sobre todo en lo que a los personajes masculinos del reparto se refiere) sino que no además no hay un guión elaborado capaz de captar la atención del espectador durante su poco mas de hora y cuarenta minutos de duración. Una verdadera lastima.

En el año 2000, James Wong dirigió la muy entretenida ‘Destino Final’, película que ha conocido hasta el momento cuatro secuelas y que desde el momento de su estreno ha marcado para bien y para mal a muchas películas de terror destinadas mayoritariamente a un público adolescente. (A diferencia de lo que ocurrió con ‘Whismaster’ y sus más que prescindibles secuelas, la saga ‘Destino Final’ hizo suyo el espíritu ‘Saw’ y cada nueva entrega suponía nuevas e imaginativas maneras de matar a los planos protagonistas de sus películas). Si la huella de la cinta Wong es claramente visible en la tremendamente floja ‘Siete deseos’ de John R. Leonetti (Si, el mismo que dirigió la lamentable ‘Annabelle’), esta también se puede apreciar durante los primeros veinticinco minutos de este ‘Death Note’ que desde el punto de vista de la persona que escribe estas líneas son lo mejor de la película, cosa que por otro lado no es muy difícil de conseguir.

Por desgracia la irrupción en la historia de un personaje como L, lejos de revitalizar a esta supone una pesada losa haciendo que todo resulte desastroso y las esperanzas que el espectador todavía podía tener depositadas en Wingard y su ‘Death Note’ se vean claramente traicionadas. Es a partir de ese momento cuando esta película empieza a desmoronarse como un castillo de naipes por culpa de unos cimientos poco sólidos que son incapaces de soportar lo mediocre que resulta todo. No solo no hay nada que no nos interese lo mas mínimo sino que además todo está contado sin gracia (Que si, que la cámara lenta queda muy bien, pero cuando parece que no hay nada que contar se queda en un recurso estilístico tan vacío como la película) lo que deriva en que el sopor se vaya apoderando poco a poco del espectador y este acabe viendo la película con el piloto automático puesto.

‘Death Note’ no funciona como película de género fantástico, ni como película de intriga y mucho menos en su supuesta parte dramática que debería servir para dar cierta entidad a sus personajes para que así el espectador pudiera entender mejor sus motivaciones y miedos. Todos los personajes resultan demasiado esquemáticos, ni Light Turner ni L consiguen transmitir su supuesta y extraordinaria inteligencia y Mia Sutton siendo el personaje, al menos para mí, mas interesante de toda la película acaba por resultar excesivamente plano.

Tema aparte merece el apartado musical de esta película, especialmente en lo que al uso de ‘The power of love’ interpretado por Air supply se refiere. Si los temas musicales usados en la película parecen por momentos metidos con calzador, con esta canción Wingard sienta las bases de cómo no hay que usar nunca una canción en una película. ‘The power of love’ podrá tener mucho simbolismo pero chirría tanto que rompe la atmósfera de la escena a la que acompaña.

‘Death Note’ es sin duda alguna una de las grandes decepciones de la temporada. No hay nada en la adaptación que Wingard ha hecho del manga original que justifique la necesidad de esta película. Vacía, plana, sin tensión, aburrida hasta decir basta, con una resolución que tira a chapucera y escenas que dejan mucho, pero que mucho que desear. A todo esto hay que sumar el trabajo de Natt Wolf y Lakeith Stanfield en lo que puede ser considerado como los dos miss casting del año. Hace unos meses reseñamos en este mismo blog la película ‘Death note: El nuevo mundo’ donde recalcamos la excesiva duración de la misma así como lo rebuscada y enrevesada que se volvía la historia conforme avanzaba el metraje. Como espectador no me gusta que las películas acaben convirtiéndose en un giro argumental tras otro hasta llegar al exceso pero tampoco quiero la enorme simplicidad de una película como ‘Death Note’.Wingard fue a rodar la versión americana de ‘Death Note’ y se quedó en un ‘Destino Final’ sin chispa. Prescindible.

Lo mejor: Como recalcó un compañero en el caso de ‘Siete deseos’ podemos destacar que hay algunas muertes bastante simpáticas.

Lo peor: Lo aburrido que resulta el conjunto. Lo esquemáticos y planos que resultan los personajes. El trabajo de Natt Wolf y Lakeith Stanfield. Que junto con ‘Blair Witch’, esta película demuestre que Wingard cinematográficamente hablando, ya no tiene mucho que aportar (Esperemos que estas dos cintas solo hayan sido un par de pierdas en su camino… El tiempo lo dirá).