Crítica: Bright

Bajo el sello de Netflix, el cineasta David Ayer nos presenta Bright, una película de corte fantástico en aspectos visuales pero de corte más clásico dentro del género policiaco. Ayer hace uso de los ingredientes típicos de las buddy movies, del estilo Dos policías rebeldes, Danko: calor rojo etc. género muy propio de la década de los 90. Sin embargo, Ayer lo hace con un estilo sombrío y más serio de lo que a simple vista parecía. Particularmente, me pareció que iba a ser más cómica. Es cierto que algún gag, contiene, pero no trasciende por encima de su principal influencia y valores. Entre los cuales, prima la lealtad, la sinceridad, el compañerismo y la amistad.

No es en absoluto algo negativo, ni tanto la ausencia de grandes dosis de humor -que al final agradezco enormemente-, ni que argumentalmente no aporte nada nuevo al género policiaco. Se puede decir claramente que la novedad del film, reside en esa mezcolanza -sobre todo visual- de géneros. Por un lado el realismo de un film policíaco con el género fantástico de la tierra media y los videojuegos de magia con elfos y orcos como adalides y casi totales protagonistas de la historia, que mezcla componentes reales con la fantasía creando un contraste bastante atractivo de entrada.

En pleno siglo XXI humanos, orcos, elfos y hadas han convivido desde el inicio de los tiempos, dos policías con perfiles muy distintos patrullan juntos. Uno es el humano Ward y el otro el orco Jakoby. Ambos inician una guardia nocturna que cambiará el futuro y el mundo que conocen. A pesar de sus diferencias personales, deberán trabajar juntos para proteger a una joven elfo y una misteriosa reliquia -una varita mágica- que, de caer en las manos equivocadas, podría destruirlo todo.

La verdad, es que el entusiasmo con el que se ha aceptado el film, se ha disipado entre el público como una cocacola abierta una semana entera en la nevera. Sinceramente, me ha parecido de lo más entretenida y bastante bien ejecutada, todo y con sus limitaciones interpretativas y de puesta en escena, que en algún que otro momento, me ha dejado un regusto a producto televisivo, aunque no tiene que ser necesariamente negativo. En efectos especiales cumple sobradamente. Ayer es políticamente partidario de lo digital y la ‘brillantina’, pero no llega a sobrecargar más de lo necesario las secuencias con el uso mágico de los elfos. En aspectos de maquillaje, denota un aire artesanal bastante decente y bien elaborado que se integra con el resto de aspectos digitales de forma suave.

Quizás unos villanos más carismáticos no le habrían venido mal al conjunto. Pero en el cine fantástico, sobre todo, el de superhéroes más reciente, es algo que suele flaquear y tampoco ponemos el grito en el cielo. Entre el reparto contamos con Will Smith en el papel de Ward, el policía listo. Y Joel Edgerton (The Gift, Black Mass) en el de Jakoby, el policía orco ingenuo. No se complementan mal como pareja protagonista, aunque, desde luego no serán recordados eternamente, ni en su faceta dramática ni en la cómica. De esta última anda muy ajustada la película pero creo que le hace craso favor al film. No imagino una comedia pura y dura con orcos, elfos y policías humanos del siglo XXI. Ambos actores interpretan solventemente a su personaje, aunque les falta un poco más de chispa.

Smith no está en su mejor momento de fama, cierto, pero sigue trabajando en películas de renombre- Lo más destacable recientemente, ha sido Escuadrón suicida del propio David Ayer. Para completar las caras conocidas, Noomi Rapace da vida a la villana de turno con una interpretación igual de correcta, salvo por la falta de carisma del propio personaje al que da vida la actriz de moda. Y como he dicho, el film no tiene nada especial. Ayer se limita a sustituir a las bandas callejeras de Harlem o el Bronx por Orcos y a la mafia rusa por Elfos, bueno, y la policía humana, pues tal cual. La verdad, el conflicto se sirve solo a pesar de cambios de registro de algunos personajes. Vamos, que se ha limitado a cambiar elementos para contar una misma historia que podrían haber protagonizado únicamente la especie humana, por ende, no afecta al hilo argumental ni al desarrollo que pueda ofrecer la propia historia más allá de los detalles puramente visuales mediante el uso de la magia. Pero entonces, ya no habría llamada tanto la atención del público, posiblemente....